El caso que conmocionó a Florencio Varela vuelve a encender la alarma. Omar Gallardo, padre de Paloma Gallardo, la adolescente de 16 años hallada muerta junto a su novio Josué Salvatierra (14) en un descampado el pasado 31 de enero, volvió a presentarse ante la fiscalía local. Esta vez lo hizo con una presentación formal que cuestiona duramente la autopsia y exige una nueva investigación.
“Mi hija no murió en un accidente. La mataron con odio y todavía nadie me dice por qué”, expresó con la voz quebrada. En el escrito entregado, Gallardo detalla siete puntos que, según él, desarman la versión oficial y exponen graves irregularidades en el manejo del caso.
Una de las críticas más duras recae sobre el tiempo en el que se practicó la autopsia: “La hicieron entre las 8 y las 9 de la mañana. En menos de una hora. Eso no es serio”, cuestionó. Según los protocolos judiciales, ese procedimiento debería demorar entre 2 y 4 horas como mínimo.
En su denuncia, el padre de la joven afirma que no se analizaron adecuadamente las fracturas en el cráneo, la mandíbula y el rostro. “Esas lesiones podrían indicar un ataque físico con intención homicida o incluso sexual, pero no se investigaron como corresponde”, afirmó.
Gallardo también exige que se investigue la posibilidad de un abuso sexual. Según explicó, se tomaron hisopados, pero jamás se informaron los resultados. “Ni siquiera sabemos si hubo lesiones internas. Y si no las hubo, eso también puede indicar que estaba en estado de indefensión”, alertó.
Otro punto clave es el hallazgo de 1,2% de alcohol en sangre en el cuerpo de Paloma. “Ese nivel podría indicar que fue vulnerada con alguna sustancia. ¿Quién se lo dio? ¿Por qué no se investiga eso?”, se preguntó.
Por todo esto, la familia ahora reclama la exhumación del cuerpo para realizar una autopsia completa e independiente. Además, solicita que se le permita incorporar a un perito criminalista de confianza para revisar las pericias judiciales.
“La justicia tiene que dar respuestas. No queremos más medias verdades, ni tecnicismos que escondan el fondo de la cuestión. Queremos la verdad”, remarcó.
Durante su recorrida, también fue recibido por autoridades del área de Gobierno del Municipio, quienes se comprometieron a acompañar el reclamo. Sin embargo, Omar Gallardo insiste: “Paloma tenía una fractura en el maxilar inferior con pérdida de piezas dentales. Eso no se explica con una caída. Quiero saber si ese golpe fue para noquearla”.
El padre también recordó un momento estremecedor: el día que tuvo que reconocer el cuerpo en la Morgue de Ezpeleta. “Vi manchas de color en ambos lados del torso. Nadie me explicó qué eran”.
Mientras la investigación sigue en manos de la UFI N°1 de Florencio Varela, la familia de Paloma no baja los brazos. Exigen verdad, justicia y que el doble crimen no quede impune