Desde hace unos cuantos años, el juego en línea se ha convertido en una opción de ocio muy popular en todo el mundo. Gran parte del auge de este éxito se debe a un mayor acceso de la población a Internet gracias al abaratamiento de los celulares y los planes de datos que llevan asociados. En la Argentina, el celular inteligente o smartphone es la tecnología con mayor uso: un 89% de la población utiliza los celulares para acceder a Internet de manera habitual. Y, entre las principales actividades que se realizan con el dispositivo móvil, se encuentran los juegos.
Aunque la Argentina es la nación de Latinoamérica con mayor penetración de Internet gracias al uso de los celulares, este fenómeno no es exclusivamente argentino. Se calcula que, en la actualidad, hay más de 1,920 millones de mobile gamers (personas que juegan a través del celular) en el mundo. El mobile gaming supone ya el 77.7 % de la facturación total de la industria del juego en línea, con cifras que rondan a nivel mundial los 172,100 millones de dólares.
El boom del mobile gaming ha ido de la mano del surgimiento de nuevas formas de ocio digital como son los deportes electrónicos. Estas competencias de videojuegos, que se conocen como Esports y que en la Argentina cuentan con una federación deportiva oficial desde 2021, atraen a millones de espectadores en todo el mundo y mueven ya más plata que la industria cinematográfica.
Sin embargo, aunque también hay adaptaciones para móvil de algunos de los títulos más populares de los Esports, los juegos, la manera de jugar e incluso el perfil de jugador son muy diferentes.
En el juego en línea es muy común la multiplataforma: adaptar los juegos según sea para formato computadora o celular. Pero, en algunos casos, las particularidades del dispositivo móvil hacen que se generen productos pensados específicamente para este formato. Es muy ilustrativo el caso del poker online que, no solo cuenta con partidas y torneos de una estructura similar a la del juego de naipes tradicional, sino que en su formato móvil ofrece nuevas propuestas como las partidas rápidas, que se adaptan perfectamente a los usos del mobile gaming.
Por supuesto, también se ha dado el caso de juegos que directamente han tenido éxito gracias al formato móvil. Un ejemplo muy representativo es el del popular juego Candy Crush que, después de más de una década desde su creación, sigue de máxima actualidad con más de 200 millones de usuarios activos mensuales a nivel mundial.
El mobile gaming no solo ha permitido la aparición de nuevos juegos y formas de jugar, sino que incluso ha conseguido popularizar tecnologías incipientes como la realidad aumentada, que se puso en boca de todos gracias a un juego que permitía “cazar” extraños animalitos por las calles de todo el mundo: Pokémon Go.
Perfil del mobile gamer argentino
En un estudio realizado por Digital Turbine y difundido por Adsmovil referente a 2022, se hace una radiografía sobre cómo es el jugador argentino independientemente de si juega a poker online, Candy Crush o Pokémon Go.
A nivel demográfico, la franja de edad que cuenta con más gamers es de los 35 a los 44 años; siguiendo la tendencia global, en cuanto a género, prácticamente está al 50 por cien: el 47 % de los mobile gamers son mujeres y el 53 % hombres. Este dato contrasta con las cifras del gaming en general, donde la presencia femenil es mucho más limitada; esto se explica porque las mujeres tienden un 22 % más a jugar más por el celular que los hombres.
En lo referente a los tipos de juegos, las categorías de mobile gaming más populares en la Argentina son por este orden: acción/aventura, tirador, deportes, simulación, carreras, acción/plataforma, puzzle, battle royale, MOBA y lucha.
Según los datos de este estudio, en el momento de ser encuestados, el 57 % de los gamers había jugado o descargado algún juego gratuito en el último mes. Aun así, en general, el 57 % de los jugadores gasta dinero para conseguir contenido extra, por ejemplo, nuevas vidas o avatares.
Después de las redes sociales, el mobile gaming cuenta con la segunda audiencia digital más grande del mercado, lo cual supone grandes oportunidades de inversión en un sector cuyas previsiones, pese al boom de los últimos años, siguen siendo al alza para el futuro.