Sobre llovido, mojado. Una muestra más de como la delincuencia mueve su imaginación como un relámpago. Tal vez la llave de cómo el delito va mutando permanentemente hacia nuevas técnicas, que únicamente son preanunciados por los vecinos, aunque muchas veces, cuestiones simples como desagües y arreglos de calle caen en saco roto.
Esta vez la historia tremenda e increíble, pero veraz, ocurrió el sábado pasado, muy cerca de la medianoche cuando había caído más de 100 milímetros de agua en pocas horas. Fue en el sector de casas con terrenos de una hectárea que queda en el límite entre San Vicente y Presidente Perón, en la zona del Pampero.
Un matrimonio fue víctima de un brutal asalto protagonizado por cuatro delincuentes que se movieron con total tranquilidad. Como siempre, los sujetos estaban armados hasta los dientes, con pasamontañas, chalecos antibalas y borcegos. “Parecían un grupo de tareas especiales”, resumió una de las víctimas.
El robo se extendió por casi una hora. El hombre intentó un forcejeo con uno de los delincuentes pero resultó golpeado. No hubo incidentes mayores, aunque los ladrones exigían a los dueños más dinero del que tenían. Solo pudieron llevarse alrededor de diez mil pesos, dos televisores, una computadora y una Play Station, además de los celulares y un arma que tenían las víctimas.
Luego de que los cuatro hombres abandonaron la casa, el matrimonio logró ir hasta lo de un vecino para usar un teléfono y hacer la denuncia. La Policía tuvo una demora grande en llegar al lugar; como las calles estaban intransitables para los móviles, un efectivo tuvo que ir a pie. Los vecinos lo retrataron caminando descalzo por una zona totalmente inundada.
