A los cuatro años, pateaba una pelota junto a sus amigos en el club Juan Pablo II del barrio San Nicolás, de la localidad de Florencio Varela. A los 19, debutó en la primera de Independiente y fue convocado para ser parte del seleccionado nacional Sub 20 ¿Su sueño? Jugar la Copa del Mundo. Sin dudas, Mauro Molina entrenaba desde pequeño con una motivación: alimentar un futuro más que prometedor.
El delantero estuvo presente el pasado domingo en su distrito natal. Asistió a la inauguración del torneo de fútbol infantil “Los 44. A.R.A San Juan”: competición con más de 20 clubes. Al terminar la jornada, Mauro dialogó con el intendente Andrés Watson sobre la importancia de fortalecer las políticas públicas de inclusión a través del deporte.
Los pequeños protagonistas del evento conversaron y se fotografiaron con Molina, quien al salir del encuentro expresó: “Es muy lindo ver a los chicos disfrutar, me trae muchos recuerdos”. Para el deportista, resultó imposible no recordar sus primeras gambetas en la cancha del barrio. “Salíamos campeones. Teníamos un lindo equipito y jugábamos muchos torneos”, rememora. Su habilidad cautivó a los cazatalentos con tan sólo un lustro de vida; esa destreza facilitó su primera prueba en el Club Atlético Independiente de Avellaneda.
El plantel comandado por Holan lo vio crecer, afianzarse como goleador y llegar a la Reserva, donde se convirtió en la joya del equipo. Pero fue en diciembre de 2017 cuando por fin daba el gran salto: debutaba en la elite del fútbol argentino en un partido contra Arsenal.
Mauro está junto a su papá Leo, quien le mostró una pelota por primera vez y lo acompañó siempre a todos lados. “Mi viejo es mi ídolo, él me enseño a jugar al fútbol”, confesó emocionado.
La joven promesa del Diablo y su futuro
“Quiero consolidarme bien en primera y después me gustaría tener la posibilidad de jugar en Europa”, revela. Además, valora la convocatoria para entrenarse con el seleccionado juvenil, que en mayo de este año disputará el Mundial en Polonia. “Es un orgullo, para mí es un sueño”, afirma.
En este camino ascendente, el varelense no olvida el lugar desde donde surge y destaca la importancia de los clubes de barrio: “Son los que desde chiquito te forman, te guían e incentivan, son un gran apoyo para todos los chicos”.
Para finalizar, brinda una reflexión destinada a quienes inician una carrera deportiva: “Que se diviertan y que sueñen, porque es posible, todo se puede”.