En Cambiemos de Florencio Varela las urnas dejaron bien en claro: hubo un ganador y un perdedor. Los casi 40 puntos de diferencia entre el joven Pablo Alaniz y el advenedizo Dardo Ottonello dejaron a este último totalmente fuera de juego.
La escalada por el liderazgo y por la representación local de la fuerza no se termina ahí. Los resultados de las primarias podrían impactar en el armado del bloque en el Concejo Deliberante, rotando las autoridades del espacio y posicionando a la cabeza a la línea que se quedó con el triunfo
En este sentido, días atrás no prosperó un intento de cambiar las autoridades en la bancada macrista, movimiento que, además, advirtió la posibilidad de un quiebre del espacio en momentos en que se está retomando la campaña de cara a las elecciones de octubre.
Si bien trascendió que se había desplazado de la presidencia a Gualberto “El Pájaro” Ríos, hasta ahora el espacio sigue bajo su conducción. En la jugada se había perfilado como nuevo titular a Carlos Boco, hombre del riñón de Alaniz. En segundo lugar se había anotado a Gabriela Lasso, quien en las PASO jugó en la lista de Ottonello.
Cabe recordar que, de cara a octubre, la nómina de Cambiemos no acatará el fallo de la Junta Electoral que proponía priorizar la voluntad popular sobre la alternancia de sexos en la conformación final de las listas tal como lo indica la ley de paridad. Esa decisión dejó a Ottonello sin posibilidad de jugar en octubre y ubicó a Lasso como parte de la nómina final.
Por ahora, la jugada fue desarticulada. “Fue algo que hicieron trascender los interesados en quedarse con la conducción del bloque, pero no prosperó y Ríos sigue siendo el presidente”, resaltó un referente cercano a la línea derrotada. Desde la vereda adversaria, aseguraron que esa posibilidad no está cerrada. “Estamos en negociaciones”, señalaron y agregaron que, por ahora, siguen “charlando el tema” porque la intención es “renovar las caras”.