“Estoy haciendo mi propia investigación porque no confío en nadie”. Con esa frase demoledora, Omar Gallardo, padre de Paloma, volvió a poner en el centro de la escena al doble crimen que conmociona a Florencio Varela. A tres meses del brutal asesinato de su hija de 16 años y de su novio, Josué Salvatierra, no hay detenidos, pero sí una fuerte sospecha que crece día a día: encubrimiento policial.
En declaraciones televisivas, el padre de Paloma apuntó directamente contra la comisaría cuarta de Florencio Varela, una seccional que ya arrastra denuncias previas por corrupción, connivencia con narcos y encubrimientos. “Cuando analizo todas las cosas, me doy cuenta de que hay encubrimiento en cuanto a lo policial, y eso tiene que ser investigado a fondo”, disparó Gallardo.
La desconfianza es tan profunda que, según contó, mantendrá una reunión en el Ministerio de Seguridad bonaerense, por iniciativa propia. “Esta decisión corre por mi cuenta”, aclaró.
Antecedentes oscuros en la misma comisaría
No es la primera vez que la comisaría cuarta queda bajo la lupa. Durante el tiroteo narco en San Rudecindo, vecinos denunciaron frente a Sergio Berni que los policías “cobraban peaje” a los delincuentes. Luego, la misma seccional fue señalada por el supuesto encubrimiento del crimen de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante. La denuncia es tan fuerte que el propio Comisario que Berni había puesto como interventor està preso. Ahora, la historia se repite con el caso de Paloma y Josué.
El dolor de la madre de Paloma: «No fue un robo»
Alicia Pita, madre de Paloma, también reclamó justicia y expresó su hartazgo por el trato mediático:
“Levantas una baldosa y hay un youtuber nuevo con patrañas. No me dejan transitar el duelo en paz”, denunció. Asegura que no fue un simple robo: “Pido justicia, no odio ni venganza. Y ni siquiera fue la Policía la que encontró los cuerpos”.
Un crimen sin respuestas
Paloma y Josué desaparecieron el 27 de febrero, cuando iban al gimnasio. Dos días después, sus cuerpos fueron encontrados en un descampado, con signos de extrema violencia. El informe forense confirmó que ambos murieron por traumatismos encefalocraneanos graves y fracturas de cráneo.
El abogado Aníbal Osorio, que asesora a ambas familias, confirmó que solicitaron la detención de un sospechoso, pero el fiscal Darío Provisionato aún no actuó. “No se está haciendo lo que se tiene que hacer”, lamentó.
Mientras tanto, crece la bronca en el barrio. Y la desconfianza hacia una institución que parece más interesada en protegerse a sí misma que en brindar respuestas.