La tarde del miércoles pasado se tiñó de dramatismo para Gabriel Horacio Famulari, estudiante de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). Durante la marcha contra la controvertida Ley Bases, aprobada por el Senado de la Nación, Gabriel fue detenido junto a otras diez personas. La comunidad universitaria y de derechos humanos se movilizó en su defensa, y anoche, finalmente, la justicia ordenó su liberación por falta de mérito.
La detención y la marcha del estudiante de la UNAJ
El miércoles, las calles de Buenos Aires se llenaron de manifestantes que protestaban enérgicamente contra la Ley Bases. Gabriel, conocido por su activismo y compromiso social, se encontraba entre ellos. Sin embargo, lo que comenzó como una manifestación pacífica, terminó con la intervención violenta de las fuerzas policiales. Gabriel fue arrestado en medio del caos, acusado de participar en actos violentos, una acusación que rápidamente fue desmentida por imágenes en vivo de América 24.
Falta de mérito y liberación
La jueza a cargo del caso, tras analizar las pruebas presentadas y las filmaciones del canal América, dictó la falta de mérito para Gabriel y otros diez detenidos. La falta de mérito es una resolución judicial que se dicta cuando no hay elementos suficientes para acreditar el hecho o la responsabilidad del imputado. Esta decisión permitió la inmediata liberación de Gabriel y los demás, aunque deberán presentarse en sede judicial dentro de las próximas 48 horas para firmar el acta correspondiente.
La resolución judicial también solicita colaboración para acceder a registros fílmicos adicionales. En el caso de Gabriel, las imágenes transmitidas por América 24 fueron cruciales. En ellas se observa claramente que Gabriel no tiraba piedras ni cometía actos violentos. Al contrario, se le ve defendiendo a personas en situación de calle que eran atacadas por policías.
La voz de la comunidad
La decisión judicial llegó en un momento crítico. En la tarde del lunes, Plaza de Mayo fue escenario de una multitudinaria movilización en la que familiares de los detenidos, junto a cientos de personas de distintos sectores políticos, gremiales, sociales y de derechos humanos, exigieron la liberación de los arrestados. La presión social fue determinante para que la justicia reconsiderara las acusaciones infundadas.
Un llamado a la reflexión
El caso de Gabriel Famulari pone en evidencia la necesidad de transparencia y justicia en la actuación policial durante las manifestaciones. La detención arbitraria de estudiantes y activistas no solo vulnera sus derechos, sino que también atenta contra los principios democráticos que deben regir en nuestro país.
La liberación de Gabriel es una victoria, pero también un llamado a permanecer vigilantes. La comunidad universitaria de la UNAJ, junto con organizaciones de derechos humanos, continuarán luchando para que casos como este no se repitan. La defensa de los derechos y libertades fundamentales es una tarea de todos, y la justicia debe ser su principal guardiana.