Desde el ministerio de Salud bonaerense advierten quiénes son más proclives a la deshidratación y el golpe de calor. Recomiendan beber al menos, dos litros diarios de agua más infusiones, y que aquellos que toman diuréticos consulten con el médico para regular la medicación durante los meses de altas temperaturas.
Las personas con factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arterial y diabetes deben tener especial cuidado durante los meses de calor, advirtieron hoy especialistas del ministerio de Salud bonaerense. Sobre todo, los niños y adultos mayores, quienes muchas veces no perciben la falta de líquido corporal, condición que puede deshidratarlos y exponerlos a un golpe de calor.
“El reflejo de la sed es un marcador o señal de alarma biológica para avisar que está reducido el líquido corporal. En los extremos de la vida, tanto en la niñez como en los adultos mayores estos biosensores pierden sensibilidad y esto demora la percepción de la sed”, explicó Alejandro Koch, coordinador del Programa de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del ministerio de Salud bonaerense. Por eso, en estos casos, se recomienda tomar agua aun sin sentir sed.
Esta alteración es más riesgosa aún cuando las personas tienen algún factor de riesgo cardiovascular y toman diuréticos o algún tipo de medicación para regular la presión arterial. En estos casos, desde la cartera sanitaria provincial, recomiendan concurrir al médico para regular la medicación durante los meses de verano: “Deben consultar sobre todo quienes toman diuréticos, porque suele haber aumento imperceptible de la pérdida de líquido a través de la transpiración, al punto que se pierden entre uno a dos litros de agua diaria”, señaló Koch.
A su vez, el cardiólogo recomendó a esa población tener muy presentes los signos y síntomas de deshidratación, entre los que se destacan la orina oscura y escasa, menor frecuencia en ir al baño, boca pastosa, piel seca, mayor cansancio y alteraciones en la presión arterial.
Qué beber
Para los especialistas es clave que durante los meses de altas temperaturas, todos nos hidratemos, en especial con agua. Y este hábito debe ser más consciente y constante en los extremos de la vida, es decir en los niños y adultos mayores y en las personas con riesgo cardiovascular.
Koch insistió en que para hidratarse lo mejor es el agua y que lo ideal es beber dos litros por día, además de infusiones. Aclaró que, aunque resulten más sabrosas, “las gaseosas no hidratan y las bebidas energizantes o con alto contenido de minerales muchas veces son excesivas, es decir, no son necesarias en la vida cotidiana, excepto para deportistas o por prescripción médica”.
En cuanto a la actividad física, nunca es recomendable suspenderla, pero con altas temperaturas se recomienda esperar a que baje el sol en caso de ejercitarse al aire libre y, si es necesario, reducir la exigencia. En definitiva, no se trata de dejar de moverse sino de regular el ejercicio y hacerlo en horarios adecuado (muy tempranos o cuando baja el sol), eso sí, siempre con una botellita de agua a mano.
Recomendaciones de verano
Estar bien hidratado es fundamental para mantener un buen estado de salud, en verano el cuerpo pierde dos veces más agua, controlá tu presión arterial y ajusta tu medición.
La ingesta desproporcionada de alimentos ricos en sal es responsable de muchos problemas de salud, no solo relacionados con las enfermedades cardiovasculares, sino también con la insuficiencia renal, la osteoporosis o el cáncer de estómago.
Si tenés hipertensión arterial, en verano controlá tu hidratación, y si es necesario ajusta tu medicación, disfruta del aire libre.
Si ajustamos nuestros horarios y nos protegemos del sol nada nos impide mantenernos activos en verano. No hay que dejar que el calor nos encierre en casa.
Aprovechá el sol cuidando tu piel y hacé ejercicio, tu corazón te lo va a agradecer, disfrutá del aire libre.
Si tomás medicación para la presión, evitá exponerte al sol en horarios no recomendados, o por muchas horas, los bebés y las personas mayores suelen deshidratarse fácilmente.
Si te vas de vacaciones lleva todo lo necesario, no te olvides tu medicación y los cuidados para aprovecha el aire libre.
Cuidá tu corazón aunque estés de vacaciones, el seguirá trabajando.