Esta vez los ruidos estrepitosos, gritos y amenazas fueron para traer un respiro a sus vecinos. En un operativo que parecía sacado de una película, la policía logró desmantelar una peligrosa banda que tenía bajo su yugo a la humilde barriada de Don José en Florencio Varela.
Tras una investigación meticulosa y siete allanamientos autorizados por la Justicia, cinco miembros de esta organización fueron detenidos, cerrando un capítulo de terror que incluía narcotráfico, asesinato e intentos de homicidio.
El reloj marcaba las primeras horas del día cuando las sirenas de los patrulleros comenzaron a resonar en las calles de Don José. Los agentes, armados con órdenes de allanamiento y una estrategia precisa, se desplegaron por diferentes puntos del barrio. La investigación, que llevaba meses en curso, había logrado juntar las piezas necesarias para actuar con contundencia. Relevamiento de cámaras, identificación de los autores y la observación de su modus operandi fueron clave para dar con el paradero de los delincuentes.
Uno de los puntos allanados funcionaba como aguantadero y búnker de drogas. En el interior, los efectivos policiales encontraron armas, suficiente droga para abastecer a gran parte del barrio y otros elementos que permitieron vincular a la banda con crímenes recientes.
Según la policía, entre los objetos secuestrados había pruebas claras que los conectaban con el asesinato de un hombre de 37 años y el intento de asesinato de un joven de 19, ambos ocurridos en el transcurso de este mes.
Satisfacción vecinal en Don José
Los vecinos del barrio, quienes vivían bajo la sombra de estos criminales, miraban con mezcla de alivio y curiosidad el despliegue policial. Muchos de ellos, que habían aprendido a reconocer las caras de los delincuentes y sus métodos, ahora se sentían más seguros sabiendo que la policía estaba actuando con firmeza. «Ya no podíamos ni salir tranquilos a la calle. Vivíamos con miedo constante», comentó una vecina que prefirió mantener su identidad en el anonimato.
La banda, compuesta por jóvenes de entre 20 y 35 años, había instaurado un régimen de terror en Don José. No solo se dedicaban al narcotráfico al menudeo, sino que también imponían su ley a través de la violencia. Los crímenes que se les imputan son solo la punta del iceberg de una larga lista de delitos que mantenían en vilo a la comunidad.
La caída de esta organización no fue un hecho fortuito. Fue el resultado de un trabajo coordinado entre diferentes unidades policiales, que incluyó la intervención de la Justicia para asegurar que cada paso se diera dentro del marco legal. Los agentes destacaron la importancia de la colaboración ciudadana, ya que las denuncias y testimonios de los vecinos fueron cruciales para mapear las actividades delictivas de la banda.
Mientras los miembros de la banda enfrentan sus cargos, las autoridades locales han prometido intensificar la vigilancia en la zona y trabajar en conjunto con la comunidad para prevenir el surgimiento de nuevos grupos delictivos. «Esto no se trata solo de capturar a los criminales, sino de devolverle la paz a nuestro barrio», señaló un oficial a cargo del operativo.
En un barrio que ha sufrido tanto a manos de la delincuencia, la noticia de estos arrestos es un rayo de esperanza. Los residentes de Don José ahora miran hacia el futuro con la esperanza de reconstruir una comunidad más segura y unida, libre del temor que estos delincuentes habían sembrado en sus calles.
Interviene en la causa el fiscal Darío Privisionato y el juzgado de garantías 8 de Florencio Varela.