La paciencia de los vecinos del barrio San Francisco, en Florencio Varela, llegó al límite. Pese a las reparaciones anunciadas por el Consejo Escolar, la Escuela Primaria N°36 se volvió a inundar tras las lluvias del jueves, dejando expuesta una vez más la precariedad de sus instalaciones.
Promesas incumplidas y reparaciones fallidas
Hace apenas unas horas, la comunidad educativa de la Primaria N°36 respiraba con alivio cuando se conoció la noticia de las reparaciones urgentes que llevaría a cabo el Consejo Escolar, tras la publicación de Infosur sobre la situación de abandono total.
Sin embargo, la esperanza se desvaneció rápidamente: las aulas, patios y calles aledañas quedaron bajo el agua, generando la bronca de padres y vecinos que ven cómo sus reclamos caen en saco roto.
Carolina, madre de uno de los alumnos, expresó su indignación: “Hace tiempo que la situación es insostenible. Los pozos ciegos están colapsados, los baños no funcionan, y ahora cada vez que llueve, nos inundamos. Ya no sabemos a quién recurrir.”
Problemas de fondo: ¿demoler la escuela?
Las deficiencias estructurales de la Escuela Primaria N°36 no son nuevas. Según algunos padres, las autoridades incluso sugirieron en conversaciones informales la demolición del edificio como una solución. María, otra madre, manifestó su preocupación: “Nos dijeron que quizás lo mejor sería tirarla abajo, pero si hacen eso, nuestros chicos se quedan sin escuela. No hay respuestas claras.”
La falta de respuestas del Consejo Escolar
Las promesas del Consejo Escolar, encabezado por la polémica presidenta Claudia Allerbon, parecen no concretarse en soluciones reales. A pesar de los anuncios de nuevas obras y mejoras, la situación en la Primaria 36 sigue empeorando. “Es una vergüenza que anuncien reparaciones y a los pocos días estemos peor,” exclamó un padre visiblemente frustrado.
La comunidad de la Primaria 36 se moviliza
Con la situación cada vez más crítica, padres y vecinos del barrio San Francisco no descartan realizar cortes de la ruta 53 como medida de protesta para exigir soluciones inmediatas. “No podemos esperar más. Estamos cansados de las promesas vacías. Nuestros hijos merecen estudiar en condiciones dignas,” enfatizó uno de los manifestantes.