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A 12 horas de Kiev, Capital de los Bombardeos

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Mariano Ameghino en Varsovia, marzo 2022, con el Palacio Real de Varsovia en las espaldas.

Por Mariano Ameghino, especial para Infosur*

Varsovia. 12 de Marzo.

Hay un dicho polaco que reza: “Si no se entiende la discusión, seguro es un problema de dinero” y así muchos definen lo que está ocurriendo entre Rusia y Ucrania.

La capital de Polonia se encuentra con muchas marcas testigo de los crímenes contra la humanidad. Las guerras europeas y mundiales hicieron de Polonia un territorio cuyos límites y dependencias se movieron drásticamente y de manera numerosa. Formar parte o no del imperio Ruso, ser invadidos por los Nazis, insurrecciones judías, estar dentro de la cortina de hierro, ser parte de la OTAN, espacio Schengen, que es como el plan B de la Comunidad Europea.

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Campaña en favor del aborto haciendo referencia a la lucha de Argentina. Foto Mariano Ameghino.

Varsovia, un pueblo que sabe de guerras

El pueblo polaco sabe de guerras, sabe tanto que se podría utilizar una frase poco feliz de la historia del periodismo argentino. “Total Normalidad”. Es decir, ante tanta preocupación que genera un viaje desde América del Sur a una zona cercana a un conflicto bélico, las calles de Varsovia siguen con su vida cotidiana, los polacos preocupados por la inflación, la crisis energética y los refugiados que reciben a diario.

Meses atrás nos comentaban los colegas de Varsovia que la gran cantidad de Bielorusos que cruzaban la frontera hacia Polonia era preocupante y que desde el 2014 habían llegado al menos un millón de Ucranianos y Ucranianas, porque luego del golpe de Estado de ese año, allí se vive una guerra.

No es Boca – River.. Es Ucrania y Polonia. Foto Mariano Ameghino.

800 mil ucranianos cruzaron la frontera por la guerra

Los 800 mil Ucranianos que han cruzado en estos últimos días, desde que comenzó el ataque Ruso a Ucrania, lo hacen en trenes y se instalan en las ciudades más cercanas con la frontera dentro de Polonia. La información que nos llega por los medios masivos nos invitan a asegurarnos que la capital de este país se encuentra sitiada por refugiados y que prácticamente sería imposible transitar por ella, sumado al riesgo de un ataque enemigo en cualquier momento. Pero no es lo que se está viviendo, al menos en Varsovia.

12 horas en auto de Kiev

Estando a 12 horas de auto de la capital ucraniana, Kiev, es lógico que las primeras reacciones de amigos y colegas ante este viaje sea: ¿y si lo suspendes?, ¿estás loco?, ¿justo ahora tenés que ir?. Pero para tranquilidad de los amigos y amigas y para alimentar la sorpresa las marcas de la guerra aquí en la ciudad capital son muestras de solidaridad de un pueblo para con otro. Del pueblo polaco que coloca banderas ucranianas junto a las de la ciudad de Varsovia o banderas rojiblancas que representan la insigna de Polonia. No hay sirenas, no hay alertas, no hay aeropuertos abarrotados. Hay llamadas a colectas para ayudar a los refugiados. En los locales comerciales, en las iglesias y en la publicidad estática callejera.

Afiches contra Rusia en la vía pública. Foto Mariano Ameghino.

Un dato interesante, las muestras de solidaridad son protagonizadas por organizaciones de la sociedad civil, no por el Estado. Un gobierno conservador como el de Polonia que el mismo día que llegó este corresponsal, ayer 11 de Marzo, recibió a la vice presidenta de Estados Unidos que arribó para dar cuenta de la marcha de las negociaciones y del conflicto, así como evaluar la asistencia de los refugiados y la logística de su paso por Polonia hacia otros países vecinos. Porque no todos se quedan aquí, sino que muchos destinos finales son Alemania, Rumania, etc.

Una mirada desde Florencio Varela a Kiev

En resumen, si el foco del conflicto bélico estuviera ocurriendo a 12 horas de Florencio Varela, en la ciudad de Cosquín, Córdoba o en Río Grande do Sul, Brasil, las muestras de solidaridad de los pueblos serían igual de intensas y la preocupación también. Pero en Europa las distancias poseen otro imaginario y así como un ciudadano puede cruzar toda Europa transitando los mismos kilómetros que necesita para transitar por nuestra Argentina, los conflictos de este tenor pueden ocurrir tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

*Profesor universitario UNAJ

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