El presidente Alberto Fernández exhortó hoy a «no hacerse los distraídos» y afirmó que «ha llegado la hora de ocuparnos» de los «millones de argentinos que sufren», al tiempo que pidió a la población “no rendirse” y “enfrentar el futuro con responsabilidad, alegría y felicidad”.
«Hay millones de argentinos que sufren y no podemos hacernos los desentendidos. ¿Cuántas veces podemos mirar para otro lado? ¿Cuántas veces vamos a hacernos los distraídos? Basta. Ha llegado la hora de ocuparnos de los argentinos que todos los días luchan en condiciones muy adversas», advirtió Fernández.
El jefe de Estado encabezó este mediodía en Bernal, en el partido bonaerense de Quilmes, el acto de bajada de una tunelera de AySA, bautizada como «Eva», en el Sistema Agua Sur, proyectado para asegurar el sistema de agua potable para los distritos del sur del Gran Buenos Aires, obra que beneficiará a 2,5 millones de habitantes.
En ese marco, el Presidente dijo que «los millones que sufren son argentinos a los que el sentido de la meritocracia dejó de lado, a quienes les hicieron creer que ellos no tenían oportunidades y nosotros vamos a darle las oportunidades a cada uno de los argentinos».
Junto al Presidente, estaban el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; la titular de Aysa, Malena Galmarini, a cargo de la obra; los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, y el titular del Sindicato de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.
También estaban presentes el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el jefe de la bancada de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner; y los intendentes Mayra Mendoza (Quilmes); Jorge Ferraresi (Avellaneda), Néstor Grindetti (Lanús), Martin Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Fernando Espinoza (La Matanza).
Al mirar a su alrededor, el jefe de Estado dijo: «Veo a dirigentes haciéndose cargo de los problemas argentinos del presente y van a ser los dirigentes de mañana».
«Se trata de una nueva generación de dirigentes que llega a las intendencias, a los cargos públicos, pensando en una Argentina distinta, sin las injusticias del presente y eso me da una enorme tranquilidad», sostuvo en su discurso.
En tanto, recordó que con el ex presidente Néstor Kirchner -del cual fue jefe de Gabinete- en el 2006 «se le quitó la concesión» a Aguas Argentinas, de capitales franceses, ya que «el problema que teníamos era que el agua era un negocio y llegaba a los que podían pagarla y nuestra preocupación era que llegase a todos».
Al referirse a la situación por el coronavirus, el mandatario dijo que la «pandemia nos ha dado una gran oportunidad para poner las cosas en su lugar» y añadió: «Ya sabemos lo que es esencial, qué necesitamos como sociedad y sabemos la injusticia que hay en nuestra sociedad y lo que tenemos es la oportunidad de cambiar esto».
«Justicia es tener acceso a la educación, a la salud y al agua, eso es justicia». reafirmó.
En referencia a los barrios populares que registran gran cantidad de contagios por coronavirus, Fernández dijo: «Todos los que estamos gobernando somos un habitante más de Villa Azul, del barrio Padre Mugica y de la villa 11-14, y de cada barrio popular que hay en Argentina, porque allí hay una necesidad y allí es donde hay derechos que reponer».
Además, el jefe de Estado expresó su «admiración por la obra de ingeniería» que representa la tunelera para excavar el río subterráneo que llevará el agua a los partidos y bromeó que para un abogado, como él, «es algo asombroso, como si estuviera en Disneylandia».
«Hay dos cosas que me parecen impresionante: la obra en sí y los años en que la obra no se hacía; tanto demoramos para entender que hay dos millones y medio de bonaerenses que están necesitando estas obras tan solo para abrir una canilla donde salga agua y estamos en el siglo XXI», se lamentó.
En un fuerte respaldo a la figura de Galmarini, contó -en tono anecdótico- que siempre a Massa le decía que «lo mejor que tiene el massismo es Malena, porque viene de una familia que ha sufrido mucho la persecución y tiene una comprensión de lo que necesita la Argentina que valoro mucho».
En un mensaje final, afirmó que «no es hora de rendirse sino con felicidad, alegría y responsabilidad enfrentar el futuro, que es lo que estamos haciendo», y pidió «no bajar los brazos», en medio de la pandemia.
Por su parte, Kicillof le agradeció al jefe de Estado la «decisión de poner en marcha esta obra que le va a mejorar la vida a muchísimos bonaerenses» y recordó que «en la dictadura le querían poner empalizadas a los barrios populares».
Asimismo, Kicillof consideró que es «absolutamente inadmisible y escandaloso que argentinos y argentinas no tengan un servicio tan básico como es el agua y las cloacas» y sostuvo que «hay buena parte de la provincia de Buenos Aires no tiene agua potable».
«Tuvo que llegar un virus que se mata con algo tan básico como agua y jabón para que nos demos cuenta que es absolutamente inadmisible y escandaloso», aseveró el mandatario provincial.
La tunelera, bautizada «Eva» en honor a Eva Perón, irá construyendo el túnel, que se realiza mediante la construcción de seis dovelas (arcos) de hormigón armado, que conforman un anillo.
Según informó Aysa, «Eva» tiene un escudo frontal de 4,66 metros de diámetro y una longitud de 9 metros, mientras que la longitud total de la tunelera tiene 165 metros.
Finalmente, Galmarini recordó que «había 100 obras paradas» cuando llegaron al Gobierno y «ahora hay 190 obras que vamos a poner en marcha», en tanto que informó que «se están licitando otras 40 en el conurbano bonaerense, un conurbano tan castigado, no solamente por el coronavirus sino básicamente por la pobreza».
La titular de Aysa recordó que el ex presidente Kirchner estatizó la empresa en el 2006 y ahora tiene un «prestigio internacional», y mencionó que al asumir en diciembre encontró que «estaba desfinanciada, era deficitaria y estaba sobre endeudada».