La importancia de las plantas que tratan aguas residuales es enorme cuando se piensa en proteger el medio ambiente y hacer un ejercicio más sostenible para las generaciones actuales y venideras, mientras cuida la salud de todo tipo de seres de riesgos por contacto con líquidos no tratados.
En nuestro país, como en mucho otros, la legislación demanda la construcción de plantas de tratamiento de efluentes en lugares clave como alternativa de cuidado del medio natural de ríos, mares y lagos.
Para adentrarnos en el tema, debemos conocer que los efluentes industriales no tratados son grandes generadores de huella negativa para el planeta. Para contrarrestar ese impacto, se establece como figura pasible de penalización la vertiente ilegal de estos líquidos, fijando un tratamiento de saneamiento que reduzca significativamente las consecuencias de vuelta al medio.
En este sentido, las aguas residuales de la industria, más que las domésticas y urbanas, traen consigo elevado riesgo de contaminación y salubridad en razón de los elementos químicos que usan en los métodos de elaboración y la complejidad de su constitución.
Más que solo depurar, reutilizar
Para bien, con el paso de los años, la innovación en tecnología y el cambio de mentalidad respecto a la toma de consciencia de la escasez del recurso vital hídrico, el significado en sí de la limpieza de las aguas residuales de industria fue modificándose hasta acercarse más allá de la baja de concentración de partículas, incluyendo una mejora superior que incluye el volver a usar el líquido depurado, generar energía en la técnica, utilización de barros o lodos y hasta la elaboración de bioplásticos.
Beneficios del tratamiento de aguas residuales
- Suma agua higienizada y segura. El poder reutilizar esta agua de descarte es quizás uno de los puntos más fuertes de este proceso. Se quitan los tóxicos mediante técnica y se renueva de forma rápida y efectiva, devolviendo agua limpia y segura que puede usarse para riego, consumo, plantas, etc.
- Economiza. Cuando se utiliza y mantiene bien, una planta de agua residual mejora en gran medida el ahorro a futuro y permite asegurar provisión y adaptación a la norma.
- A favor del ecosistema. El planeta se beneficia de la quita de químicos nocivos de los líquidos previo a usarlos en el suelo nuevamente.
- Más recurso natural. El agua pura es hoy un bien muy insuficiente en el mundo. Una planta de tratamiento de efluentes se traduce en ahorro debido al reciclaje y reutilización, utilizando menos de la aún disponible.
- Se reducen los residuos. Al quitar los productos químicos en el líquido tratado, se asegura un producto seguro para las personas, suelos y animales, siendo respetuoso.
En síntesis, la reutilización de agua residual en planta de tratamiento avanzado es la manera más inteligente de propiciar su eficiencia, cuidar el ambiente y mejorar la economía y acceso más igualitario a un recurso muy limitado.
