Por Gustavo Vargas.-
Son más de 30 los colegios “tomados” por los alumnos y sus centros de estudiantes ¿El motivo? La nueva Reforma Educativa que impulsa el Ministerio de Educación Nacional que incluye, entre otros puntos, la instalación de las pasantías obligatorias en empresas durante la mitad del último año de cursada.
Estas medidas, que en algunos casos tiene ya más de 4 semanas, tienen como objetivos derogar esta reforma por inconstitucional o como mínimo incluir a los alumnos en las mesas de negociaciones.
Este tiempo perdido se debe a la dilatación que proponen las autoridades nacionales para postergar reuniones operativas y alimentar una situación conflictiva que tiene como protagonistas a los alumnos de alrededor de 15 años. Bueno o malo es ese protagonismo según quién lo mire.
Por tomar sólo un punto de esta polémica Reforma podemos mencionar la inclusión obligatoria de pasantías en empresas a la curricula de los colegios secundarios de Capital Federal. Cabe destacar que la Ley 26.427 de la Constitución Nacional establece que los menores de edad no pueden realizar este tipo de prácticas.
Al marguen del festín televisivo, donde “periodistas”, “comunicadores” y “opinadores” ostentando el “Título Honorífico Internacional de ser mayor de edad” pretenden menoscabar o ningunear el aporte que pueda hacer el sector estudiantil ridiculizando su histórica lucha por una educación pública mejor, la médula espinal del embrollo no es mencionada: La instalación del trabajo precarizado.
No falta por ahí alguno que insiste en colocar el “cuco” de las organizaciones políticas detrás de estas pacíficas tomas, con el argumento de que todo es “porque estamos en el marco de un proceso electoral”.
Si bien ese argumento fascista, que tiene como fin desprestigiar la política como herramienta de transformación social, es esgrimido por los mismos poderosos sectores de siempre en la comunicación y la política, vale decir que el oportunismo se ha convertido en un virus que ha infectado a cuanto actor se ampare bajo el paraguas del “quehacer” hegemónico en la política nacional.
Claramente, el Gobierno Nacional tiene como objetivo atacar el trabajo. Por ende a los trabajadores. No sólo va por los Convenios Colectivos de Trabajo, sino que también interviene sindicatos, protege empresas trasnacionales que despiden trabajadores y emplea un continuo acoso contra los trabajadores del Estado.
El objetivo es la Reforma Laboral. Sin dudas, Brasil y Francia son el camino a seguir por un gobierno manejado por Ceos que privilegien el capital por sobre el trabajo.
Vale la pena preguntarse en el medio de tanto festín mediático: ¿Qué falto desde el campo nacional y popular para proteger las conquistas sociales y laborares que supimos conseguir?
Gustavo Vargas
21-09-17
