Una vecina miró y miró. No lo podía creer. Una mamá con su bebé en el carrito tuvo que esperar bajo la lluvia para ser atendida en la sala de primeros auxilios del barrio La Esmeralda de Florencio Varela.
La indignación subió aún más de tono cuando vio que una enfermera caminó varios metros hasta un kiosco cercano para comprar unas galletitas.
«Estoy indignada, esto ocurrió hoy en la salita de La Esmeralda», le contó la vecina al diario Infosur.