Apagada las luces de la visita presidencial, salieron a flote las críticas de los trabajadores del Centro Preventivo Local de Adicciones (CePLA) “Padre Mugica”, justamente lugar que recorrió Mauricio Macri el miércoles pasado, apenas horas después del anuncio del escrutinio definitivo y con olor a lanzamiento de campaña electoral.
El CePLA es un moderno complejo que lleva adelante un variado conjunto de actividades de recreación y formación de manera gratuita, que tienen como objetivo generar espacios de prevención y contención para jóvenes en situación de vulnerabilidad social.
Pablo Reynoso es uno de los trabajadores que coordinan las actividades de lugar y señaló tajantemente que en los últimos dos años el “gobierno nacional hizo más por desactivar el dispositivo que mantenerlo”.
Sin ánimo de mantener una “discusión ideológica” Reynoso sostuvo que “objetivamente en el último año y medio tuvimos ocho bajas de compañeros que porque no cobraban se terminaron yendo. Hemos pedido el alta de esos lugares”, remarcó.
En el mismo sentido, señaló que se dieron de baja a personal técnico como psicólogos y trabajadores sociales, fundamentales en el rol de prevención, y que pese al pedido de que se reincorporen “nunca fueron escuchados” esos reclamos.
Para Reynoso la falta de aporte del gobierno nacional se grafica también en el sueldo que percibe un empleado del lugar: “Es de 500 pesos”, confirmó.
“Por esto es que digo objetivamente que el gobierno nacional hizo más por desactivar el CePLA que por acompañarlo”, remarcó.
Al lugar concurren unos 300 chicos que realizan distintas actividades para prevenir el ingreso al oscuro submundo de la droga y de las adicciones y pese a recibir la visita presidencial, el trabajador sostuvo que está en pie “por el aporte de Cáritas y del municipio de Florencio Varela”.”El Gobierno Nacional no paga ni siquiera la luz”, subrayó.
CURAS CON TAPONES DE PUNTA
El movimiento de Curas en Opción por los Pobres también salió con los tapones de punta mediante un comunicado de prensa. “Una vez más los pobres de la diócesis de Quilmes fueron usados para la campaña. Un Gobierno nacional y provincial que ha mostrado su absoluto desinterés por su situación, y que es más, los genera con sus políticas de hambre, desocupación en un genocidio por goteo, vuelve a mostrarse en plena campaña, con complicidad de sectores de la diócesis de Quilmes, “haciendo como sí” los pobres le importaran.
Como curas, laicos y diáconos de la diócesis repudiamos esta utilización. Como miembros de la Iglesia de Quilmes lamentamos que una vez más nuestra diócesis (la parroquia Medalla Milagrosa de Florencio Varela) forme parte de la campaña de este gobierno y por nuestra parte exigimos al presidente y la gobernadora que se abstengan de utilizar el sagrado nombre de Carlos Mugica cuya sola mención mancillan con sus actitudes”.
