Le armaron una causa, estuvo detenido casi dos años y hace unos días la Justicia lo absolvió. Además, ordenó investigar a los policías que llevaron adelante la investigación por serias irregularidades cometidas. El temible manual de la Policía Bonaerense para meter preso a un inocente.
El miércoles 17 de febrero de este año, Jorge Daniel Acosta escuchó la verdad que venía gritando hace tiempo y que nadie quiso prestar atención: inocente. Dos años atrás, en mayo del 2019, efectivos de la policía cuarta de San Francisco Solano, partido de Quilmes, lo acusaron de vender droga. Y lo metieron preso. Una causa plagada de contradicciones y de pruebas falsas que finalmente salieron a la luz.
La causa, en la que finalmente Acosta quedó absuelto junto a otro joven, Sergio Nicolás Arrieta, llevó el número 6278 y estuvo a cargo del Tribunal Oral Criminal 4 de Quilmes, que llegó al veredicto de inocencia el miércoles pasado luego de que el abogado de Acosta, el Dr. Juan Ibarra, dio a conocer el peritaje caligráfico sobre la firma de un acta policial que determinó su falsedad.
Se trata de un acta que podrían haber fraguado los efectivos policiales de la comisaria cuarta de Solano y que está fechada el 14 de septiembre del 2019 donde presuntamente constaba que Acosta le había vendido drogas a un tal N.G. Los policías señalaron que en esa jornada siguieron a N.G. y en la vía pública le secuestran un envoltorio de cocaína. Con eso, la justicia ordenó el allanamiento en la casa de Acosta y de Arrieta, el día 30 de junio del 19.
Aunque todos son conocidos del barrio, Acosta clamó por su inocencia y denunció en reiteradas oportunidades a la fiscalía de instrucción que le habían plantado la droga. Pero, siempre es más fácil creer en lo que dice la policía, aunque el que vaya preso sea inocente. A tal punto llegó la increíble historia que el propio N.G. que aparece firmando el acto declaró varias veces que el no lo había hecho y que esa no era su firma.
Al parecer, al menos según se desprende de las primeras actuaciones sobre la nueva causa que imputa a los efectivos policiales, los datos que figuran en el acta podría haberse copiado de una denuncia por el supuesto robo de una garrafa.
Ya en instancia de juicio oral, el Dr. Ibarra solicitó una prueba caligráfica sobre la firma del acta que impulsó el allanamiento y la causa. En ese marco, los peritos determinaron que era falsa y, por lo tanto, los miembros del tribunal quilmeño declararon de inmediato la libertad de los imputados.
Acosta y Arrieta estuvieron detenido más de un año en la alcaldía 3 de La Plata y después se le concedió el arresto domiciliario hasta que llegó la absolución.
Luego de la absolución, el tribunal ordenó que se saque fotocopias de la causa y se sortee una nueva fiscalía para determinar si hubo delito en el armado de la causa. Entre las irregularidades que deberán investigar está la fotografía en la que teóricamente aparecía Acosta y que podría haber sido fraguada ya que la apariencia física hace presumir que se trata de un efectivo policial. Habrá más noticias para este escándalo.
