Los trabajadores del frigorífico «La Huella» de Florencio Varela ya no saben a quién recurrir. Están desalojados por una patota de La Matanza que pareciera actuar en connivencia con la patronal del polémico empresario Ricardo Bruzzece para dejarlos afuera del predio y prácticamente sin trabajo. Una postal de las resacas del neoliberalismo que el gobierno todavía no se anima a erradicar.
El secretario General del Sindicato, Ángel Galvés, señaló hace unos dos meses en contra de Ricardo Bruzzece, quién es dueño de los frigoríficos. «El empresario manda a reprimir y tirarle tiros a los trabajadores y desde el Ministerio no nos quieren dar audiencias, en un gobierno peronista, tenemos que estar del lado de afuera, es una locura».
«Los frigoríficos que tiene Bruzzece son los que están teniendo conflicto. El problema es esta clase de empresarios que precariza a los trabajadores. Vamos a seguir en conflicto hasta que nos de la audiencia el ministerio», afirmó Galvés.
La Huella, ubicado en el barrio La Rotonda, en Florencio Varela y cuenta con 190 trabajadores entre ellos dos mujeres de limpieza.
Los trabajadores cuentan que además de no cumplirse las paritarias, aguinaldo, la baja de sueldo, horas que tenían aseguradas, una quincena en bruto de 16.000 pesos y por la gota que rebalso el vaso que le hayan tocado su antigüedad en el último recibo de sueldo por ese motivo decidieron cambiar el delegado por no sentirse representados, denuncian que fueron obligados a cambiar la afiliación del sindicato: Federación gremial de la carne a Sofeca bajo amenazas de despido.La única respuesta de la patronal fue un rechazo rotundo seguido de aprietes.
Aproximadamente hace un mes los trabajadores quisieron ir a la planta a encontrar soluciones a su reclamo y fueron recibidos a tiros.Desde la empresa les dijeron que vuelven a sus puestos de trabajo bajo sus condiciones, obligando a renunciar a sus derechos laborales.
Hoy en día se encuentra la planta tomada por una barra de la localidad de la matanza, los trabajadores también denuncian la complicidad con la policía bonaerense y asegura que el presidente de la planta le dio coimas al comisario de la policía local.