Facundo Stabile (39) habla pausado. Serio. Está emocionado. El domingo pasado le salvó la vida a Antonia, una beba de apenas año y medio, realizándole maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) arriba de un colectivo que él maneja y, desde entonces, fue bautizado como el chófer héroe de Florencio Varela.
Aprendió hace once años las técnicas de RCP en el Hospital Garraham a raíz de una afección de salud de su hijo Lautaro que este año cumplió 12.
«Nunca pensé que lo iba a realizar en el colectivo y con una beba, estoy muy emocionado y lo volvería hacer sin dudar con personas de cualquier edad», dice en declaraciones a Infosur unos minutos después de terminar el último viaje de la jornada laboral de este martes.
Facundo es chofer de la línea 148 «El Nuevo Halcón». Hace más de nueve años que maneja el interno 182 que está impecablemente cuidado. El año pasado fue atacado y herido con un puñal en el ingreso a la terminal de El Cementerio. Y fue en esa unidad que trata con tanto esmero donde el domingo se encontró con un momento dramático que supo sobrellevar con la entereza de un verdadero héroe.
El domingo salía de la terminal de El Tropezón en Florencio Varela con el colectivo lleno de gente. Eran las 16:50 y el horario de retorno de las familias del complejo carcelario. A la altura de El Alpino, según recuerda el propio Facundo, comenzó a escuchar un griterío tremendo y a la madre de la beba que decía «se me va la nena».
Facundo actuó rápido. Frenó el colectivo y abrió todas las puertas del vehículo. «Tuve que bajar por la puerta de adelante y entrar por atrás porque estaba lleno de gente y la beba con su madre estaban ahí», recuerda emocionado. «En un momento le tomo las pulsaciones y veo que están bajísimas hasta que dejó de respirar – dice – y ahí comencé con las maniobras, le tuve que hacer dos veces», dijo.
Una vez que la nena reaccionó comenzó el otro gran operativo: llegar al hospital al Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela. La Ruta 53 está en una megaobra y a esa hora de un domingo se vuelve lenta. «Le pedí a los pasajeros que saquen un pañuelo blanco», dijo. Y lo hicieron.
«Cuando llegamos al hospital la mamá estaba en shock, así que agarre a la nena en brazos y la bajé a la guardia. Les conté a los médicos lo que hice y esperé en el colectivo con el resto de los pasajeros», cuenta.
«Después vinieron los médicos y me felicitaron, me preguntaron cómo había aprendido y les conté», recuerda Facundo.
Los pasajeros del colectivo que lo vieron actuar y que viralizaron su accionar a través del grupo de Facebook Reclamos Varelenses le dejaron también una nota. «Sos un héroe», le decían por escrito. «A Algunos los llamé para agradecerle», dijo.
En la empresa le dieron franco el día lunes y también lo felicitaron. Este martes volvió a trabajar y fue saludado con afecto por sus compañeros.
«La madre me manda fotos de la nena y yo lloro de alegría, se recupera bien y ella dice que nunca va a dejar de agradecerme. Estoy muy emocionado», dice. Y se retira de la terminal de colectivos hacia su casa. Tranquilo y en paz. No es para menos.
