La brasileña Alpargatas, la principal compañía textil del país, cerró el pasado martes, su planta de San Luis y recortó la dotación de la de Florencio Varela. Así se convirtió en la primera empresa en ingresar al Plan de Transformación Productiva, el régimen anunciado en diciembre pasado que contempla un seguro de desempleo ampliado y reinserción laboral para las empresas con problemas de competitividad. El Gobierno confirmó que otorgará el beneficio a unos 170 trabajadores: 90 de la planta puntana, ubicada en Villa Mercedes, y 80 de la bonaerense, donde se achicó la dotación de un sector.
La fabricante de las zapatillas Topper decidió trasladar la producción de suelas inyectadas y las capelladas, fabricadas en San Luis y Buenos Aires respectivamente, a sus plantas de Tucumán, La Pampa y Catamarca. De ese modo, la empresa del grupo JBS apuesta a concentrar sus operaciones en sus establecimientos con mejor escala y tecnología para enfrentar la caída de la actividad. En los últimos 12 meses, la demanda bajó de 33 a 31 millones de pares de calzado, mientras que la oferta creció a más de 37 millones por el incremento de las importaciones procedentes de Asia y Brasil, según informaron desde Alpargatas. Para la empresa, los productos del exterior hoy representan 75% de las ventas entre producto terminado y partes del calzado.
La firma viene de aplicar suspensiones y dar vacaciones adelantadas a todo su personal en diciembre. Luego de que informara la situación del mercado y de su negocio en Trabajo, producción y en la Agencia de Inversiones, un comité evaluador integrado por autoridades de las tres áreas definieron ayer la incorporación de Alpargatas al Plan de Transformación Productiva. «Se va a otorgar a todos los trabajadores de la empresa el beneficio de un seguro de desempleo ampliado», informaron desde Producción. En tanto, el ministerio de Trabajo, a cargo de Jorge Triaca, recibirá hoy a las 12 a la Asociación Obrera Textil, que ayer advirtió que las autoridades estaban al tanto de los despidos desde diciembre.
El subsidio consiste en unos $ 8.000 (el equivalente al Salario Mínimo Vital y Móvil) que los beneficiarios percibirán por seis meses y que se elevará hasta el 50% del último salario si los operarios cobraban más que esa suma. Como parte del plan también habrá capacitaciones por el mismo período de tiempo en el que las autoridades buscarán reinsertar a los empleados en empresas del programa que demanden perfiles similares. Luego de cumplido ese lapso, se abonará solo el seguro de desempleo común, de $3.000. Por otra parte, los despedidos recibirán la indemnización por ley y la cobertura de la prepaga, indicaron desde Alpargatas.
La empresa quedará ahora con 7 plantas y, tras los recortes, 3.730 empleados. Factura $ 3.300 millones anuales.
