Contundente, lapidario, pocas veces en un juicio se dan pruebas tan claras como las de ayer. Sofia, quebrada, por momentos, contó como sufrió los abusos sexuales de su propio padre -el mismo que debiera estar sentado en el banquillo de los acusados pero que por medio de su defensora pidió no estar presente-, como la obligó a abortar poniendo en riesgo su salud; como los abusos siguieron hasta tener hijos y fueron una pesadilla «en 5 de 7 días de la semana»; como la niña a la que le robaron su infancia aún hoy sufre secuelas de los 14 años de violaciones que padeció.
Asimismo declararon hermanos de la chica que brindaron detalles de las golpizas que sufría toda la familia de parte del imputado. «Era capaz de cualquier cosa este sujeto, no saben el monstruo que era…»
Sofía relató como el encartado, Diego González, comenzó con las violaciones cuando ella era una criatura y que se prolongaron hasta los 19 años; pero si alguna duda quedaba de la autoría del encartado, el fiscal acompañó un estudio de ADN que marca que en un 99.9% los bebés eran del procesado: Por aberrante que suene, el padre violó sin piedad de su propia hija durante casi una vida
Incluso la víctima relató que el procesado la drogaba para poder violarla una y otra vez, «hasta que en una ocasión fingió dejar de respirar para que terminara el calvario». Con una entereza encomiable Sofía puntualizó como aún siendo adolescente fue obligada a someterse a un aborto y ocultar la situación. «Me decía que había un fantasma, los abusos eran constantes, 5 de los 7 dias de la semana», luego agregó que en el segundo embarazo la bebé falleció por una cardiopatia mientras que luego recordó que pudo tener su tercer hijo.
Los hermanos que comparecieron refirieron a contextos de violencia de género permanentes y uno de ellos relató que observó un abuso a su hermana. Uno de los muchachos dijo que el padre la golpeó a la víctima a la semana de la muerte del segundo bebé, inculpándola «de haber quedado nuevamente embarazada cuando en realidad era un acting porque el responsable de ese embarazo era el mismo, había violado a su propia hija. Era capaz de cualquier cosa este sujeto, no saben el monstruo que era», enfatizó el joven a los jueces Pablo Pereyra, Félix Roumieu y Darío Hernández, del Tribunal Oral 2.
La joven contó además que temía por la integridad física de toda su familia si se negaba a dejar de ser abusada a preguntas del fiscal Sebastián Videla, la defensora oficial, Soledad López, como el particular damnificado, Marcelo Valenti.
La perito
Una licenciada en psicología relató que Sofía padeció durante años situaciones compatibles con las de una persona que sufre abuso sexual. «La joven sufre de disociación donde se ha revinculado pero en episodios se le aparece la imagen de la persona que la sometió», dijo la profesional.
El caso
En mayo de 2017 Sofía tomó coraje y denunció a su progenitor por haber abusado de ella desde los 5 hasta los 19 años en una finca de Quilmes. En ese período, Sofía quedó embarazada en tres ocasiones y la adolescente debió abortary poner en riesgo su salud.
Los hechos se seguirán debatiendo en próximas audiencias en la sala de planta baja de la sede de Penales de Quilmes.