Un niño de 12 años resultó herido de bala anoche en la zona de Los Olivos y El Ñandú, tras ser atacado por dos hombres que se movilizaban a caballo. El hecho ocurrió cerca de las 23:30 horas y la víctima fue trasladada al hospital Mi Pueblo.
El ataque en la noche de Varela
La violencia volvió a sacudir los barrios de Florencio Varela en una noche que comenzó como cualquier otra. Eran pasadas las 23:30 horas del domingo cuando dos masculinos montados a caballo irrumpieron en la zona de Los Olivos y El Ñandú con un objetivo preciso: un chico de apenas 12 años, vecino del barrio Luján.
Los disparos cortaron el silencio nocturno. El menor, alcanzado por al menos un proyectil de arma de fuego, cayó herido mientras los atacantes escapaban en sus caballos por calles de tierra que conocen como la palma de su mano.
Vecinos del sector dieron aviso inmediato a la policía y solicitaron una ambulancia. El niño fue trasladado de urgencia al hospital Mi Pueblo, donde quedó internado. Hasta el momento, fuentes del nosocomio no brindaron un parte oficial sobre su estado de salud.
Versiones cruzadas: robo o venganza narco
Según pudo confirmar Infosur a través de fuentes policiales y testimonios vecinales, el ataque habría tenido como trasfondo una disputa por droga entre sectores de distintos barrios del distrito.
Sin embargo, otra versión circula entre los vecinos de la zona: el enfrentamiento podría haber sido motivado por el robo de un teléfono celular que un familiar del menor le habría sustraído a alguien vinculado con el sector de Los Olivos y El Ñandú.
«Vinieron de aquel barrio y le tiraron directo», comentó un vecino bajo reserva de identidad, en diálogo con este medio. La hipótesis de una venganza entre zonas cobra fuerza en un contexto donde las disputas territoriales vinculadas al narcomenudeo se intensificaron en los últimos meses.
La modalidad: a caballo y en la oscuridad
Lo que llamó la atención de los investigadores fue la modalidad del ataque. Los dos agresores se movilizaban a caballo, un método cada vez más frecuente en barrios periféricos donde las calles de tierra y los pasillos angostos dificultan la circulación de vehículos y facilitan la huida.
Esta táctica, conocida en la zona, permite a los atacantes desplazarse con rapidez por terrenos irregulares y desaparecer entre los laberintos de viviendas precarias donde las patrullas policiales no pueden ingresar fácilmente.
Investigación en curso
Personal de la comisaría local se hizo presente en el lugar del hecho y comenzó a relevar testimonios de vecinos. La Policía Bonaerense trabaja en la identificación de los dos sospechosos, aunque hasta el momento no se reportaron detenciones.
La Fiscalía interviniente ordenó medidas de prueba y espera el informe médico sobre el estado del menor herido para determinar la carátula definitiva del caso.
Mientras tanto, en barrio Luján y en la zona de Los Olivos y El Ñandú, la tensión es palpable. Los vecinos piden mayor presencia policial y temen que el episodio no quede aislado.

