El hombre llega puntual a la cita. Traje gris oscuro, casi negro, corbata roja, el portafolio en una mano y, en la otra, una carpeta con expedientes marcados por el uso. Habla con voz apurada pero firme. Dice tener “treinta años de ejercicio del derecho penal” y asegura que su historia “no tiene nada que ver con la política, sino con la vocación de ayudar”.
Hace unos días el municpio de Florencio Varela anunció el inicio de un proceso sumarial por supuesta «falta grave» por su patrocinio a una de las detenidas varelenses acusada por participar del triple femicidio en Florencio Varela. «Ella es inocente y lo vamos a demostrar», dice.
La entrevista transcurre en una estación de servicios de Florencio Varela, a pocas cuadras de la iglesia donde —según cuenta— comenzó su camino como militante social, antes de ser abogado municipal. “Yo trabajaba con la pastoral social del padre Miral Hrymacz, ayudando a gente muy pobre, sin recursos ni educación. Les orientaba en trámites, causas judiciales y problemas con los hijos detenidos”, recuerda.
De la pastoral al Municipio
Mientras acomoda una carpeta sobre la mesa, explica que fue ese compromiso el que lo acercó, hace varios años, al Municipio. “Me vinieron a buscar para hacer ese trabajo de manera articulada. Atendía vecinos en situación de vulnerabilidad, pero después me pasaron a planta municipal. Yo no era funcionario político, ni mucho menos. Solo un agente más”, insiste.
El conflicto estalló, según su versión, cuando comenzaron a circular comunicados oficiales que lo acusaban de ejercer ilegalmente el patrocinio de Celeste Guerrero, una de las detenidas en la causa por el triple femicidio de Lara Gutiérrez, Brenda Del Castillo y Morena Verdi, en Florencio Varela, siendo abogado municipal. “Eso es un disparate. No tenía bloqueo de título ni representación institucional. Era un agente municipal. Cuando vi que me injuriaban públicamente, mandé un telegrama considerándome despedido y reclamando las cargas previsionales”, asegura.
Celeste Guerrero, según la causa judicial, era la inquilina a cargo de la propiedad de Florencio Varela donde se encontraron los cuerpos de las tres jóvenes.
“Mi compromiso es con la gente, no con la política”
Afirma que no tiene vínculos partidarios y que su relación con la gente “nace del trabajo, no de la política”. “Yo soy penalista, trabajo pocos casos, de manera artesanal. Y ayudo a personas en situación de vulnerabilidad. Esa es mi vocación”, explica.
Y en ese marco, Giaquinta, siempre con voz firme y total convencimiento sostiene que «mi ahijada procesal es inocente y los vamos a demostrar». «Yo no voy la voy a dejar sola y tenemos elementos que permitirán demostrar su inocencia», dijo.
Cierra la carpeta con cuidado, se levanta despacio y ofrece la mano. Su voz, todavía firme, resuena antes de irse:
“No tengo nada que ocultar. Que investiguen. Yo sigo acá, trabajando por la gente que más lo necesita.”

