La investigación avanza con siete sospechosos arrestados. Una serie de mensajes de voz revelan la relación de una de las mujeres detenidas con la casa del horror.
El expediente por el triple femicidio que conmocionó a Florencio Varela sumó en las últimas horas un capítulo clave: los investigadores incorporaron a la causa una serie de mensajes de audio que comprometen a Magalí Celeste González Guerrero, una de las siete personas detenidas hasta ahora.
“Mamá, me mandé una cagada”, le habría dicho la joven a un testigo que se presentó voluntariamente en la causa. Después, su madre adoptiva, entregó a la fiscalía una conversación por chat que agrava la situación procesal de su hija.
Según confirmaron fuentes judiciales a Infosur, Guerrero fue arrestada porque sería una de las inquilinas de la vivienda de la calle Chañar, en el barrio Mayol, la propietaria es otra persona que ya declaró en la causa, donde fueron hallados los cuerpos de Brenda Del Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Gutiérrez (15).
Los chats que la delatan
La conversación se desarrolló el 23 de septiembre, día en que la policía allanó la vivienda y detuvo a Guerrero junto a otro hombre.
“Está la policía en casa, algo pasó en casa”, le escribió primero a su madre. Minutos más tarde, la joven insistió en borrar todo:
“Necesito unas horas porque si yo voy sola, voy a pagar el plato de todos si me entrego”.
En otro tramo de los mensajes, la sospechosa dejó entrever la relación directa con la banda narco vinculada al triple crimen:
- “El jefe este se va a enterar y chau Celeste. No sé si me entendés, necesito acá acomodarme con él. No te voy a hablar más hasta dentro de unas horas”.
- “Tengo que ir sola y no quiero ir sola. No puedo ir sola, él no va a ir”.
- “Tengo que arreglar esto, dame unas horas por favor. Y vos no sabés nada, no digas nada. Borra todo ya, borralo”.
Narcos, autos y una carta en papel madera
En paralelo, los investigadores incautaron un vehículo en el que se trasladaban Víctor Sotacuro Lázaro y Florencia Ibañez, ambos actualmente detenidos.
Junto al rodado apareció una nota escrita a mano en papel madera que contenía datos sobre un presunto socio del “Pequeño J”, identificado como Emanuel Nicolás. La carta detallaba que el hombre residió en la Villa Zavaleta, cuna de la organización narco liderada por Tony Janzen Valverde Victoriano, y consignaba una dirección donde se presume que podría estar viviendo actualmente.
Siete detenidos y un expediente abierto
Por el triple crimen ya son siete los detenidos, aunque cinco de ellos se negaron a declarar. La fiscalía espera que las pericias sobre los teléfonos celulares secuestrados aporten nuevas pruebas para reconstruir el rol de cada integrante de la banda en los secuestros, las torturas y los asesinatos.
Mientras tanto, en el barrio Mayol la conmoción no se disipa. Vecinos aseguran que “ya se sabía de la presencia de estas bandas”, pero que nada se hizo a tiempo para impedir la tragedia.
El triple crimen de Brenda, Morena y Lara se inscribe en una cadena de violencia narco que atraviesa a Varela desde hace años y que Infosur viene denunciando en múltiples investigaciones.

