Varela Sangra: el triple crimen que expone una herida que no cierra

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Una herida abierta en Florencio Varela

Tres nombres más se escriben con sangre en la historia negra de Florencio Varela, donde la violencia extrema se naturalizó y la justicia parece llegar siempre tarde.
La madrugada del miércoles se quebró con los gritos de horror de los investigadores que trabajaban en la vivienda de la calle Chañar al 700, en el barrio Mayol. Lo que encontraron allí dentro desafía toda descripción periodística: los cuerpos mutilados y descuartizados de Morena Verri (20), Brenda Del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15).

Según las autopsias, las jóvenes fueron torturadas antes de ser asesinadas por una banda narco. A Lara le cortaron los cinco dedos de la mano izquierda y una oreja, que dejaron en la guantera de la camioneta luego incendiada. El crimen incluso fue transmitido en vivo por Instagram para un grupo cerrado, en una exhibición sádica de crueldad que marcó un nuevo escalón en la violencia que azota al distrito.


Una cadena de violencia que no se corta

El triple femicidio no es un hecho aislado: es apenas el último eslabón de una cadena de violencia que se extiende como una mancha de sangre sobre Varela.
En 2017, la masacre de la Avenida Senzabello marcó un antes y un después: Denisse Juárez (17) y Sabrina Barrientos (16) fueron asesinadas a balazos al salir de un boliche. Años después, una sobreviviente confesó a Infosur: “Ese fue un año terrible, donde terminó mi adolescencia”. El caso, como tantos otros, quedó impune.

Los archivos policiales y judiciales del distrito acumulan expedientes que nunca encontraron justicia. Nombres como Lucas, Lautaro, Paloma, Josué, Francisco Cruz o Nahuel Sanabria son parte de una necrológica interminable que desnuda tanto la violencia narco como la complicidad policial.


Recuadros de la edición impresa

La anatomía del horror: el sadismo extremo de la banda que torturó y asesinó a las tres jóvenes.
Geografía del miedo: barrios enteros de Varela viven bajo la sombra de la violencia.
El narcotráfico como telón de fondo: la trama criminal que disputa el territorio con armas y muerte.
Las redes sociales como escenario del horror: el crimen transmitido en vivo como espectáculo macabro.
Florencio Varela, el nombre que duele: el estigma de un distrito asociado a la violencia extrema.


Varela sangra, y sangramos todos

Mientras las familias de Morena, Brenda y Lara buscan respuestas que tal vez nunca lleguen, Florencio Varela sigue sangrando.
Cada crimen sin resolver es una invitación a la próxima tragedia, cada expediente archivado es un recordatorio de la impunidad.

La sangre que corre por las calles del distrito no se seca: es la marca de un tiempo oscuro que todavía no encuentra salida. Y que vuelve a estar reflejado en la edición impresa de Infosur, hoy disponible online para leer página por página.

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