En una tarde cargada de tensión y justicia callejera, un barrio de Florencio Varela se convirtió en el escenario de un acto de venganza colectiva. El sábado, alrededor de las 17 horas, en las intersecciones de las calles 1270 y 1211 en el barrio El Parque, un grupo de vecinos tomó la justicia en sus manos al reconocer y atacar a un hombre acusado de abuso.
El incidente comenzó cuando murmullos se convirtieron en gritos de acusación. Un hombre, cuya identidad no fue revelada por razones legales, fue señalado por varios residentes como el responsable de recientes abusos. Sin esperar la intervención de las autoridades, un grupo de vecinos decidió actuar.
Testigos relatan que lo que empezó como un enfrentamiento verbal rápidamente escaló a violencia física. El acusado fue rodeado y sometido a una serie de golpes brutales, incluyendo palos, puñetazos, y patadas. Los sonidos de la confrontación atrajeron a más personas, algunas intentando intervenir para detener la violencia, mientras que otras se sumaban al castigo.
Vecinos contra presunto abusador
«Todo pasó muy rápido, pero al mismo tiempo parecía que no terminaba nunca», comentó una vecina que prefirió mantenerse en anonimato. «La gente estaba muy enojada. Decían que era un abusador y que había que hacerle pagar por lo que hizo».
La policía llegó al lugar tras recibir múltiples llamadas de emergencia, pero para entonces el hombre ya estaba gravemente herido. Una ambulancia lo trasladó al hospital local, donde ingresó en estado crítico. Las autoridades confirmaron que el hombre sufrió múltiples lesiones que ponen en riesgo su vida.
Este violento incidente reavivó el debate sobre la justicia por mano propia y los límites de la ley en situaciones de alto estrés emocional. Mientras algunos vecinos justifican sus acciones como una respuesta necesaria ante la falta de protección efectiva contra criminales, otros expresan su preocupación por la escalada de violencia y el abandono de los procesos legales.
Qué dice la investigación policial
La policía de Florencio Varela inició una investigación no solo sobre las acusaciones de abuso sino también sobre el linchamiento. «Entendemos la frustración de los vecinos, pero no podemos permitir que la violencia determine nuestra justicia», declaró un portavoz de la policía.
Este suceso deja muchas preguntas en el aire: ¿Es justificable la justicia por mano propia? ¿Cómo debe responder la comunidad ante la percepción de una amenaza inmediata? Mientras el acusado lucha por su vida, la comunidad de El Parque debe enfrentar las consecuencias legales y morales de un día donde la ley fue dejada de lado.