En un nuevo episodio de violencia que sacude las calles del centro de Florencio Varela, cuatro individuos encapuchados y fuertemente armados irrumpieron en una vivienda ubicada en la intersección de las calles 25 de Mayo y Sarratea, desatando el miedo y la consternación entre los vecinos.
El hecho ocurrió durante la madrugada del jueves, sumiendo a la víctima, de 50 años, en una pesadilla de la cual aún intenta recuperarse. Los asaltantes, que actuaron con rapidez y violencia, se apoderaron de dinero en efectivo, objetos de valor y una motocicleta, antes de emprender su escape.
La magnitud de la agresión dejó a la víctima con lesiones significativas que requirieron su traslado de urgencia al hospital local. Este último episodio de inseguridad aguda dejó a los residentes de Florencio Varela con un sentimiento de vulnerabilidad y una creciente preocupación por la aparentemente imparable ola delictiva que azota la zona.
Inseguridad en Florencio Varela
La presencia de delincuentes fuertemente armados y encapuchados en pleno corazón del partido genera interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad existentes y plantea la necesidad urgente de acciones concretas para frenar este preocupante aumento de la criminalidad.
El jefe la policía de Florencio Varela, el polémico Comisario Edgardo Perdiguero, nunca se presentó a la prensa local y no tiene ninguna relación institucional. En su pasado aparece cuestiones oscuras que nunca aclaró, como la presunta relación con los hermanos Lanata y Schilaci condenados el marco del sangriento triple crimen de General Rodríguez. Los ciudadanos, en tanto, exigen respuestas y soluciones inmediatas para restaurar la seguridad en sus hogares y calles. La creciente sensación de indefensión llevó a algunos vecinos a pedir un aumento en la presencia policial y medidas más rigurosas para combatir la delincuencia en la zona. Otros piden el regreso del Comisario Barberis, quien fuera desplazado a Quilmes el año pasado y nadie entendió por qué.
Las autoridades locales se enfrentan a un desafío crucial para abordar la problemática de la inseguridad y devolver la paz a una comunidad que, una vez más, se encuentra víctima del terror desatado por la acción delictiva. Mientras tanto, los residentes permanecen alerta y ansían un cambio que les devuelva la tranquilidad que tanto anhelan en su día a día.