En tiempo récord el hospital modular de Florencio Varela empezó a recibir a los primeros pacientes sospechosos de coronavirus, según anunció ayer el propio jefe comunal, Andrés Watson, a través de las redes sociales. De esta manera, en el punto más alto de los contagios de Covid – 19 en el populoso distrito varelense, se suman camas para terapia e internación, que resultan fundamentales a la hora de la asistencia.
«En base a la decisión del presidente Alberto Fernández, se puso en marcha un hospital modular alrededor de la Unidad de Pronta Atención (UPA) que tenemos en Florencio Varela», contó el jefe comunal a Infosur.
“Siento un orgullo muy grande, estamos mejor preparados para enfrentar la pandemia, pero una vez terminada la pandemia este hospital va a quedar para siempre”, subrayó.
Se trata de uno de los ocho hospitales modulares cuya construcción fue anunciada por el gobierno nacional y que se terminó de construir hace varios días pero que requirió unas modificaciones para ponerlo en marcha que retrasó la inauguración. El lugar agregará 25 camas de terapia y otras 30 de sala común, para enfrentar la asistencia médica por el coronavirus en el distrito del sur del conurbano bonaerense.
Por su parte, Rubén Trepichio, secretario de Salud del municipio, destacó: «Hemos invertido todo este tiempo en equipar el sistema sanitario comunal, de manera que este centro se suma a todas las acciones que venimos haciendo como el refuerzo del hospital ‘Mi Pueblo’, la reorganización de ‘El Cruce-Néstor Kirchner’, la labor de las clínicas privadas y las camas instaladas en los centros de aislamiento. Estamos preparados para dar batalla al coronavirus, por eso estamos estamos tranquilos», completó.
El hospital modular de Florencio Varela fue construido como un anexo de la Unidad de Pronta Atención (UPA) 11, en la avenida Novak al 900.
El trabajo estuvo a cargo de la empresa Ecosan y el jefe de obra fue Leandro Llop, un técnico de 29 años oriundo de Avellaneda que desde 2019 vive con su pareja.
«Al día de hoy todavía no sé de qué color era el cuarto en el que dormí durante dos semanas porque todas las luces rojas de la habitación nunca me dejaron identificarlo», contó entre Llop, sobre el hotel alojamiento de Florencio Varela en el que se alojó al igual que los más de 40 obreros.
Llop aseguró que «lo primero que tuvimos claro fue que los equipos que estaban acá trabajando no podían volver a sus hogares por el tiempo que durara la construcción; en un momento éramos 45 personas que cuando terminábamos la jornada nos íbamos todos juntas a un hotel alojamiento».
El hospedaje, ubicado a 15 cuadras del hospital modular, fue elegido por su cercanía a la obra ya que por la pandemia todos los hoteles permanecían cerrados.
«En mi habitación había algún problema de presión de agua, y para que el agua llegue a la ducha y pueda bañarme tenía que dejar abierta una canilla y apretar el botón del inodoro a la vez», ejemplificó Llop sobre las vivencias durante esos días.
Asimismo, el jefe de obras señaló también que «los hoteles alojamiento no están pensados para estadías largas o para viajes de trabajo, en mi habitación había un sólo toma de electricidad y tenía que elegir si enchufaba el teléfono o la computadora para trabajar».
«Por la pandemia hay muchos comercios y servicios cerrados, como los lavaderos de ropa que habitualmente usamos cuando estamos trabajando, pero ahora no se podía así que la gente del hotel se portó muy bien y nos habilitó el sector de calderas y unas canillas para que nos lavemos la ropa y podamos secarla», agregó.
Durante las dos semanas de la construcción todo lo que entraba a la zona de obra debía ser depositado por los proveedores en un punto específico; en el caso de los materiales uno de los operarios se ponía un traje de protección, los rociaba con lavandina y alcohol en gel y después de un tiempo prudencial se utilizaban.
Los alimentos de todo el día llegaban siempre a las siete de la mañana y al igual que con los materiales se los aislaba y desinfectaba antes de llevarlos a las heladeras; además, una vez por hora se detenían todos los trabajos para que los operarios se lavaran las manos.
Al finalizar el hospital modular, el personal médico del UPA 11 hisopó a todos los obreros que dieron negativo a coronavirus, al igual que los trabajadores que en estas semanas llevaron adelante el resto de los otros hospitales modulares.
Andrés Watson formalizó la apertura
El mandatario comunal -Andrés Watson- confirmó la puesta en funcionamiento del edificio sanitario de emergencia construido en la parte posterior del predio perteneciente a la Unidad de Pronta Atención, ubicada en Avenida Novak Nº 899 en el barrio Kilómetro 26
“La labor articulada entre los diferentes estamentos gubernamentales permitió incorporar un nuevo espacio para mejorar los servicios en materia de salud pública en Florencio Varela. Sin dudas, fue el resultado obtenido a partir de un Estado presente”, afirmó el Intendente.
Durante su recorrida por las instalaciones junto a los directivos de la institución, la máxima autoridad distrital exhibió su satisfacción por materializar una iniciativa motorizada por el Presidente de la Nación -Alberto Fernández-, el gobernador bonaerense -Axel Kicillof-, el titular en la cartera sanitaria a nivel nacional -Ginés González García- más el ministro de Obras Públicas -Gabriel Katopodis- junto a todos los equipos de gobierno involucrados.
Posteriormente, destacó la velocidad y el compromiso de los trabajadores para cumplir con los plazos estipulados en el proyecto. “Quizás no tomaron dimensión pero construyeron un hospital para nuestro partido, concebido con la finalidad de resolver cuestiones vinculadas al bienestar de la ciudadanía”, remarcó Watson.