Bruno Volpi es jugador de fútbol, goleador que está trabajando en Honduras, hizo las inferiores en el Quilmes Atlético Club, las vueltas del destino hicieron que hoy se encuentre viviendo en el país centroamericano, sin dudarlo el joven de 26 años se encuentra asisitiendo a los más necesitados en ese país. Con un espíritu solidario digno de destacar, convocado por el presidente del Club Marathon, donde actualmente juega, prepara y entrega viandas de comida en los barrios más humildes.
Dicen que en las crisis y adversidades aparecen los gestos más nobles de las personas, este sería el caso del futbolista quilmeño que a consultas de este medio indicó que «las imágenes que he visto han sido de las más duras de mi vida, pero siento un compromiso de estar con los más vulnerables. Nos planteó la idea el presidente del club, que a su vez tiene una cadena de locales gastronómicos y junto a Espíndola (otro argentino que vive en el mismo edificio que Volpi) no lo dudamos».
Amable por medio de la mensajería se presta al diálogo y cuenta: «acá las medidas son duras en torno al aislamiento, hace dos semanas y ahora se prolongó quince días más, hasta el 12 de abril. Tenemos permitido ir a hospitales, estaciones de servicio, hospitales, pero en un orden, lunes, miércoles y viernes de 9 a 15. De acuerdo a los numeros terminados en los documentos de identidad, así regulan que la gente no deambule en la calle; si alguien vulnera eso, se le secuestra el auto y van 24 horas presos».
«Es una oportunidad que Dios nos puso en la vida y en lo personal no dudé en ir a la convocatoria, acá hay mucha hambre, viví los momentos más intensos y duros de toda mi vida. La idea es apelar a que los que pueden ayudar lo hagan y desde mi lugar en el mundo aportó mi granito de arena». Bruno Volpi jugó en inferiores de Quilmes con Walter Benítez, Guido Dal Cason, Diego Diellos, entre otros; todos formados en las divisiones menores de la entidad cervecera.
Hasta el domingo hubo tres muertes en Honduras a raíz del Coronavirus y hubo 110 casos confirmados; en el país rige el toque de queda en pos de que el aislamiento sea total y solo con permisos extraordinarios para abastecerse las personas de los insumos mínimos. La solidaridad no sabe de fronteras ni límites, este es el caso de Volpi, un quilmeño en el que emergen los valores en tiempos de crisis.
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Fotos: Gentileza La Prensa de Honduras