Julio Ricardo Villa es, sin dudas, un ídolo del Halcón. No sólo por lo que hizo cómo jugador, sino por su tarea como técnico. El deportista, al que le levantaron un monumento en Inglaterra, está actualmente dedicado a la actividad agropecuaria en su Roque Pérez natal. Pero cada vez que puede retorna a Varela.
«Me gusta ver fútbol pero voy poco a la cancha. Pero hoy me interesaba la propuesta de los dos y además mi hijo es ‘gallina’. Y me vuelvo a Roque Pérez con el estómago lleno de fútbol», confió quien también fuera entrenador de Defensa y Justicia, además de campeón del mundo con el seleccionado argentino en 1978.
