La Justicia dictó el viernes la prisión preventiva para el joven que golpeó a Franco Almirón, chofer de la línea 500 atacado hace dos meses en Florencio Varela y que estuvo al borde de la muerte tras sufrir la fractura de cráneo. Así lo deteminó el juez Diego Aguero, responsable de Garantías N° 6 de ese distrito en un fallo. De esta manera Jonatan Romero seguirá detenido hasta el juicio oral y público donde esté sentado en el banquillo de los acusados.
En los fundamentos del pronunciamiento del magistrado dice que «…luego del hecho investigado, dejó de encontrarse en los lugares que frecuentaba –vivienda que residía y lugar de trabajo- y las circunstancias del hecho y la conducta del imputado, quien habría cometido la lesión imputada, de una forma sorpresiva, luego de haberse producido la colisión entre los automotores y de acompañar a su pareja al hospital, volviendo al lugar del accidente de tránsito, habiendo transcurrido un tiempo suficiente para meditar su intención de agredir, llegó al lugar y concretó esa voluntad, sin posibilidad de reacción de defensa de la víctima, por sorpresa, golpeando a Franco Almirón, haciendo que caiga sobre la calle, momento en el cual, por lo menos, le asestó «una patada» en la cabeza que le produjo las lesiones investigadas».
«Que esas circunstancias de modo y tiempo de ocurrencia del hecho reprochado, me persuaden que, ante una eventual condena, no abastecen los motivos de razonabilidad para dejar en suspenso una eventual condena, por lo que prevalece la postura que indica que el ser humano no comparecerá voluntariamente al proceso frente a una pena conminada en abstracto de cumplimiento efectivo, ya que teniendo en cuenta los parámetros de los artículos 40 y 41 del Código Penal, considerando el accionar del sujeto imputado y el daño causado se acerca más al máximo de la pena el pronóstico de penal». A dichos fundamentos el doctor Diego Aguero dictó la prisión preventiva de Romero.
El caso
El incidente, se dio meses atrás en la intersección de las calles Florida y Tres de Febrero. Todo se inició cuando Almirón conducía un colectivo de la Línea 500 que fue chocado de costado por un automóvil, en el que circulaban a gran velocidad dos hombres con una mujer embarazada. Almirón se detuvo porque por el impacto había reventado un neumático del colectivo y lo primero que hizo fue intentar calmar a los pasajeros, mientras constataba si se encontraban en buen estado. Luego, bajó para hablar con el conductor del auto, momentos en que fue agredido a punto de estar internado al borde de la muerte tras sufrir fractura de cráneo.
Gentileza DataJudicial