Es la crónica de una muerte anunciada. Las largas y angustiantes colas en las entidades bancarias que tienen que soportar los abuelos para cobrar su sueldo se cobraron una víctima fatal.
Se trata de Ramón Horacio Sotelo, de 66 años, un jubilado que esperaba en la cola de la sede bancaria Supervielle, una de las más criticadas por su mala atención a los abuelos, que se descompensó y falleció, informaron fuentes policiales a Infosur.
El dato fue adelantado por el portal Cuatro Medios y tuvo lugar en la sede de la polémica entidad bancaria que está ubicada en el cruce de las calles Monteagudo y Aristóbulo del Valle, donde los abuelos deben soportar largas colas al rayo del sol.
Según pudo saber Infosur, Sotelo padecía problemas cardiovasculares y falleció en compañía de su hermano, quien dio aviso a la policía.
Interviene en el hecho la fiscalía 1 de Florencio Varela y la causa quedó caratulada como «averiguaciones de causales de muerte». Ampliaremos.
