Un cuerpo casi al lado del otro. El de la nena de dos años destrozado por las mordidas fatales de un perro de la raza pitbull y el del can, sacrificado por la familia después del horror.
El hecho de sangre se registró hace instantes en calle 1409 al 500 de Florencio Varela. Según informaron los voceros, la niña jugaba en el jardín cuando se produjo el ataque. Ampliaremos