“En el Gran Buenos Aires la cifra me da 4.172.000. Es decir, prácticamente la mitad de la pobreza está en el Conurbano en número, en cantidad de personas”, aseguró el periodista Marcelo Longobardi en una entrevista a Carolina Stanley, la ministra de Salud y Desarrollo Social de la Nación. En este sentido, Stanley sostuvo que “está más o menos en el 27,8 en lo que hace al porcentaje” y añadió que el Conurbano es un lugar donde, por el tipo de actividad que se realiza, “siempre se ve más golpeado por estas situaciones económicas que estamos atravesando”.
Según los últimos datos oficiales del INDEC, la pobreza en el primer semestre de 2018 alcanzó en el Gran Buenos Aires (GBA) el 27,8% de las personas. Este dato incluye a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (donde la pobreza fue del 11,2%) y partidos del GBA (donde alcanzó el 31,9%). Justamente Florencio Varela está incluido en este último índice y, pese a la promesa gubernamental de profundizar la asistencia en los lugares más vulnerables, parece que a las promesas se las lleva el viento.
En los últimos dos años y nueve meses, sólo dos partidas con alimentos para asistencia social llegaron a Florencio Varela. Así lo revela la Secretaria de Desarrollo Social de la comuna local, Licenciada Adriana Alonso. Pero eso no es todo. “En esta última tanda llegaron siete mil kilos de yerba, parece que quieren que los pobres sólo tomen mate”, explicó.
El dato resulta sorprendente, pues tal como se comunicó en forma oficial, el presidente Mauricio Macri había dispuesto profundizar la asistencia luego de dar a conocer los tremendos índices de pobreza. En esa línea, Alonso sostiene y sospecha que “nos dan las sobras” a los varelenses.
“Para mí que nos están dando las sobras – dijo en una entrevista con la Radio de la Universidad Nacional Arturo Jauretche – porque desconozco si al resto de los municipios le entregan los mismo”, dijo. “Recibimos mil quinientas latas de picadillo de carne y siete mil kilos de yerba, el sentido común dice que debería ser al revés”, cuestionó.
“Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia», decía Nelson Mandela, quién jamás hubiese entendido semejante asistencia social para los sectores que roza con la burla.
“Esto no colabora para la alimentación de chicos y abuelos”, reflexionó al tiempo que dijo que aumentó considerablemente la matrícula en los comedores populares. “Nosotros preferimos la asistencia a las familias para que no se rompa el vínculo que después es muy difícil recomponer”, señaló.
En otro orden, remarcó que “la sociedad está empobrecida” y sostuvo que “La clase media también está notando esto. Su sueldo no alcanza. A algunos les ha llegado boletas e luz o gas con precios mayores a los que ganan”, explicó.
En el mismo sentido señaló que se ha “profundizado” el flagelo de las personas en situación de calle. “Hemos notado un alarmante crecimiento de familias que no pueden pagar el alquiler”, señaló.