Juan “Lagarto” Olmedo pareciera haber entrado en un túnel donde no puede ver la luz al final del túnel. Al menos por ahora. El titular de la UOCRA regional de Quilmes, Varela y Berazategui y concejal por el Frente Renovador en el recinto varelense camina por la cornisa de su futuro político. Todos los dardos le apuntan como responsable político de la barbarie desatada por una barra que le responde el miércoles 9 de noviembre con su secuela de violencia, vandalismo y saqueo. En una de las instituciones democráticas del municipio.
A tal punto llega su soledad, que el propio Sergio Massa, admitió horas atrás en el recinto de la Cámara de Diputados que evalúan “expulsar” de las filas del Frente Renovador a Olmedo. Y las declaraciones, publicadas por el portal web de este medio, cayeron como un balde de agua fría para el sector de los “Lagartos” en Florencio Varela.
Es que existe una condena unánime de todo el sector político a la violencia desatada en la sala de sesiones y la posterior agresión a concejales. Ese día, incluso, la Justicia investiga los hechos de vandalismo y robo que habrían tenido lugar. Aunque resulta sorprendente que no se haya enviado requisitorias para quienes aparecen en los videos como posibles responsables del comienzo de la batahola. Infosur publicó en varias oportunidades las fotografías extraídas de los videos con las caras de la vergüenza.
“Lamentable”, así calificó los hechos el propio Massa ante la requisitoria periodística formulada en el salón de los pasos perdidos del Congreso Nacional durante la noche del miércoles. Y fue más allá: “estamos evaluando su expulsión”, dijo tajante.
De acuerdo a todos los videos publicados, la patota que atacó con saña a Juan Cruz DAffunchio y otros ediles, responden a Olmedo.
El caos estalló luego de que Daffunchio, referente de la organización piquetera MTD Aníbal Verón (que en 2005 se integró al FPV), propuso declarar ciudadana ilustre a Cristina Kirchner.
Luego de presentar su moción, durante la cual fue continuamente interrumpido por insultos, Daffunchio se dio vuelta y miró a la barra. Un breve cruce de gestos y palabras fue suficiente para que los violentos ingresaran al recinto. Uno le propinó una patada. Otro, una trompada por la espalda. En segundos, la patota atacaba al resto de los ediles.
ESCLAVOS DE SUS PALABRAS
Sergio Massa quedó cercado por sus propias palabras. Primero, en agosto pasado cuando en un Congreso del Frente Renovador, mientras se limpiaba los labios los restos de una comida, presentó a Juan Olmedo como el “hombre de confianza” en Florencio Varela. Lo ponía al frente del cordobés De la Sota y de la esposa del propio Massa, Malena Galmarini.
Unos días más tardes visitaba Varela en un acto por el Día del Niño que encabezó Olmedo. Después, el propio Massa, en declaraciones a La Nación, señalaba que había sectores “violentos cercanos al kirchnerismo”. Fue en ese entonces que comenzó a circular la foto de Olmedo abrazado a él. Y fue, acaso, la primera vez que se dio cuenta que esa imagen le iba a dar un dolor de cabeza. Horas atrás, no pudo volver sobre sus pasos y no le quedó más remedio que señalar que “están evaluando la expulsión” de las filas del Frente Renovador por la barbarie desatada en Florencio Varela. Un verdadero “massaso” para Olmedo.