“No ingrese la tarjeta”. Sin más, el contundente anuncio se repetía a lo largo de los cajeros de los bancos del centro de Florencio Varela. El dato no es menor, ya que esos dispositivos electrónicos prácticamente no existen en las barriadas más populares. “No pude ni saber si me depositaron el aguinaldo”, dijo José Cambiole, de la calle España. En efecto, el colapso de los cajeros llevó a que queden prácticamente inutilizados en las últimas horas del miércoles.
La dramática postal que ofrecían este jueves los cajeros automáticos y las cajas de las distintas sucursales del Banco Provincia en Florencio Varela, luego del levantamiento del paro que se prolongó los últimos días en rechazo a las reformas previsionales a aplicarse en el sector, no distaba de aquel días.
Jubilados, trabajadores y mujeres con niños, apremiados por hacerse del aguinaldo ante la proximidad de las fiestas de fin de año, daban cuenta de filas que se extendían por más de 200 metros en las distintas bocas de expendio a lo ancho de la Ciudad.
A las 8 hs. los cajeros automáticos de Monteagudo y Bocuzzi presentaban colas de 100 metros y el caudal se incrementaba con el correr de los minutos. A su vez, otra hilera se armaba a la espera de la apertura del banco para realizar seguramente diversas diligencias.
«Esto es una locura, gente con criaturas, colas larguísimas para los cajeros y para entrar al banco. Hay gente mayor, de 80 años, que dice que no hay baños públicos para esperar. Hace mucho calor, yo soy una persona diabética. Esto es lo que estamos viviendo en este momento», relató una mujer a las 10.30 mientras aguardaba su turno para retirar efectivo.
El caos se dispersó a las otras entidades bancarias que sólo atendieron hasta las 13 horas. El Banco Crediccop, de la avenida Sallarés, no pudo frenar el desconcierto y la cola de la caja se extendía por afuera del edificio. Adentro, el calor e hacía inoportable.
En tanto, a poca cuadra de allí, en la calle Monteagudo, el Banco Nación tenía una postal igual de angustiante. El Supervillie presentaba un panorama parecido. Todo era una verdadera pesadilla.
Sin cajeros
Siete puestos de la red link con 26 cajeros automáticos en total aparecen a toda luces como escasos a la hora de satisfacer la demanda de la población de Florencio Varela y explica las largas colas que se forman frecuentemente. Los cinco puestos de la red Banelco, con sólo quince cajeros no dan una mano, apenas si pueden ser un poco de agua en el desierto.
Las estimaciones oficiales indican que casi 13 mil personas utilizan cada uno de esos cajeros. Para describir aún más la situación, los vecinos del barrio “Los Tronquitos” que están bancarizados deben recorrer más de 17 kilómetros para llegar una máquina. Los pobladores de El Parque no se quedan atrás, están a 15 kilómetros de uno. Para Don José, El Molino y San Luis son siete kilómetros de distancia.
Centros comerciales como los de Kilómetro 26, Bosques o Ingeniero Allan no poseen ningún cajero automático a manos.