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No hay tregua en la guerra narco de Villa Hudson

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Dos bandas de “transas” se disputan el territorio a los tiros. El antecedente de la “masacre de San Rudecindo”

Un año y medio atrás, el barrio San Rudecindo de Florencio Varela, amanecía conmocionado después un infernal tiroteo entre dos grupos de transas que se disputaban el territorio, en torno a un puente para la distribución de drogas. El saldo, tres muertos. Dos soldaditos de los “paisas” y una vecina que quedó en medio del cruce de balas.

Dos días atrás, el miércoles pasado a la madrugada, a apenas unos kilómetros de distancia pero dentro de la misma jurisdicción policial, la comisaría cuarta de Bosques, los vecinos de Villa Hudson no pudieron dormir por los tiros. Otra vez, dos grupos de transas se disputan el territorio narco. Y no les importa nada.

El dato de la comisaría no es menor. La seccional se encuentra intervenida desde aquel tiroteo en San Rudecindo, con el comisario Argañaraz al mando y es la misma que recibió durísimas críticas por la investigación de la causa de Lautaro Morello y Lucas Escalante, desaparecidos el 9 de diciembre del 2022. Como se recordará, el primero apareció días después brutalmente asesinado y el segundo sigue sin aparecer. Por el caso hay dos detenidos, hijo y sobrino de un comisario mayor.

Volviendo a Villa Hudson, la situación es tan alarmante y tan reiterados los tiroteos que el club de fútbol “Los Bichos” tuvo que cambiar el horario del acto de la entrega de trofeos. Normalmente se hacía a la noche y ahora lo van a hacer a las 11 de la mañana. ¿Por qué? “Porque ganaron los transas”, dicen en las redes sociales. “A la noche hay tiros, no se puede”, cuentan.

Así lo demuestra un video acercado a este medio por vecinos de la zona que, obviamente, pidieron expresa reserva de su nombre. El documento fílmico muestra como en la madrugada de este miércoles, a las 2:48 hs, una cámara de vigilancia domiciliaria dejó en evidencia la pesadilla y el horror. Una serie de disparos de armas de fuego que pone en vilo al vecindario y que se repite con increíble frecuencia. “Estamos cansados, no podemos estar afuera”.

“El barrio está embromado desde hace tiempo. Todos los días o día por medio, hay tiros”, se alza una voz vecinal que deja su opinión en la publicación.

Es que el drama no es de ahora. “Viene de hace años”, dice una vecina que insiste en el anonimato.

Como para muestra basta un botón, se conoció que la semana pasada hubo otro tiroteo y unas 50 personas del club fueron a reclamar a la comisaría. “Detuvieron a un pibe, un perejil, y al otro día lo tuvieron que soltar”, dice.