Hace algunos años, los autos tenían el cierre manual. Para hacer bajar la ventanilla, había que girar una palanca durísima, y era impensado contar con un sistema que detecte la cercanía de otros autos cuando intentabas estacionar.
Así como los vehículos han evolucionado y aplicado la tecnología para simplificar las necesidades, lo mismo ha sucedido con el seguro automotor. En estos días, resulta muy poco frecuente y generaría fastidio hacerlo, concurrir a un banco para realizar la fila durante toda una mañana para abrir una cuenta, o acercarse personalmente a las compañías de seguro para poder obtener un presupuesto.
La tecnología avanzó, y con ella la gestión del seguro para autos incorporó facilidades que hacen a estos trámites más rápidos y más seguros, dado que obtienen una destacada transparencia.
Siguiendo el modelo de la banca móvil que cada vez es más utilizado con mayor confianza por los clientes, las empresas de seguro han ido ya incorporando aplicaciones para poder realizar trámites complejos o mantener el contacto con la gestoría desde el teléfono celular. Puede decirse sin dudas que hoy en día, se puede llegar a tener una sucursal de la compañía aseguradora en cada aparato. Decenas de metros cuadrados, pólizas y empleados quedan compactados en una aplicación en la que con un click se consigue una respuesta que antes demandaba horas.
Para aquellos que recuerdan haber perdido mañanas en la cotización del seguro de su vehículo, hoy resulta inverosímil que algunas empresas logren cotizar los automóviles en 30 segundos y con 8 clicks en la pantalla. Sí, para satisfacción de los clientes, hoy las compañías han tomado como norma que el tiempo de ellos es un bien preciado y que consultar si «el coche duerme afuera» como requisito para cotizarlo no iba a generar más que fastidio y disgusto.
Los tiempos en los que había que acercarse nervioso y tenso a las compañías de seguro a tener que llenar formularios con dudas acerca de si los anteriores choques o golpes en el auto harían bajar su cotización o si, por el contrario, pese a plantear el historial verdadero del vehículo, los cotizadores no lo creerían y fijarían un precio alto, se acabaron.
Por fortuna, la tendencia de las empresas en este rubro es seguir el camino del avance tecnológico y hacer más sencilla la vida de los clientes. Por eso, no sorprende que incluso hoy en día sea posible en la aplicación de las aseguradoras gestionar un siniestro sufrido con el auto, buscar talleres donde realizar reparaciones específicas con la mayor cercanía posible a su domicilio, hacer un seguimiento actualizado de una reparación para poder estimar tiempos y costos de la misma, realizar alteraciones al contrato firmado con la compañía, adicionando o retirando cláusulas y poder plantear todas las dudas posibles a los asesores, los cuales están facilitados para responderlas.
Como muestra final de lo que ya está sucediendo hoy en día, y para tener perspectivas de lo que muy pronto seguramente pueda ser superado y más modernizado, vale un ejemplo. Reparar el vehículo en otra ciudad es en este tiempo posible. Y el gasto de tiempo, de llamadas, de movilidad, ya no es problema. El cliente puede seguir el estado de la reparación a través de la aplicación móvil desde su propio domicilio.