Nombrar es dar identidad. Es así como en la traza histórica de Florencio Varela, se le impuso a una de sus principales calles Nicolás Boccuzzi, que además fue el nombre del primer hospital de la localidad.
En el Día del Inmigrante, que se conmemora en Argentina todos los 4 de septiembre, Infosur eligió a este italiano para recordar a los pioneros varelenses, personalidades que con pasión y empuje forjaron un pueblo.
Nicolás Boccuzzi vivió y ejerció su profesión en Florencio Varela. De origen italiano, fue un médico ejemplar e incluso uno de los gestores, junto a Juan de la Cruz Contreras, el Padre José María Fronteriz y otros no menos destacados vecinos, de la autonomía de estas tierras y hasta ocupó el cargo de intendente local.
Nació en Ruvo di Puglia, Italia, el 19 de julio de 1856 y murió en estas tierras varelenses el 22 de julio de 1907. Se graduó en la Universidad de Nápoles en medicina el 6 de septiembre de 1882, pero su estudio no terminó ahí, siguió instruyéndose en establecimientos médicos napolitanos.
Cuando la mortal epidemia de cólera azotó con su secuela de miedo y muerte a Nápoles, Boccuzzi se calzó el guardapolvo de médico voluntario y trabajó a destajo enfrentando a la enfermedad. Su ardua tarea no terminó allí, dos años después la epidemia surcó su pueblo natal y el profesional no dudó en trasladarse a ese lugar y seguir tratando a los enfermos. Allí llegó a ocupar el cargo de concejal de la Municipalidad de Ruvo di Puglia, pero tuvo que dimitir el cargo, ya que sus deberes profesionales se encontraban en Nápoles. Aún residiendo en Italia, desarrollo importantes avances en el trabajos sobre la difteria y la tuberculosis pulmonar.
Por eso cuando el 5 de septiembre de 1888 llegó al entonces pueblo de San Juan, tres años después de haber arribado a la Argentina, no sólo sabía de esfuerzo y dedicación médica, sino también política.
Boccuzzi fue el primero en exigir en el pueblo un centro de salud, hecho que recién se registró tras su muerte, en 1911 y que después fue el primer hospital local, que siguió funcionando hasta la década del 90.
Su incansable tarea social lo llevó también a ser pionero en agrupar a los inmigrantes italianos en la Sociedad Cosmopolita «La Lira», y formó un grupo musical que interpretaba piezas de Giuseppe Verdi a oído. Más tarde «La Lira» se transformó en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos «La Patriótica», una colectividad que prestaba ayuda a otros inmigrantes italianos con problemas sociales, salubres o económicos.
El 7 de mayo de 1894 Bocuzzi accedió a la intendencia de Florencio Varela, después de la renuncia al cargo de Pedro Bourel, otra destacada personalidad varelense. La historia fija el 27 de noviembre de 1892 como el día en que tuvieron lugar las primeras elecciones municipales. En esa oportunidad y pese a tener solo cuatro años de residencia en el flamante pueblo, el médico es propuesto como Consejero Escolar. En 1893 la provincia de Buenos Aires fue intervenida, un Comisionado Municipal suplantó a las autoridades, asumiendo el 28 de agosto Jorge Saavedra, para dejarle el cargo meses después a Pedro Bourel, los concejales Guillermo Davidson y Norberto Novolisio renunciaron, asumiendo aquellos puestos el doctor Nicolás Boccuzzi y Bartolomé Clara. Sin embargo, a los pocos meses Bourel renunció, el mismo Boccuzzi se hizo cargo de la intendencia el 7 de mayo de 1894. En su gestión se sentaron las bases para construir la Plaza y un matadero municipal, cosas que se finalizarían durante la alcaldía del intendente electo Luis Villar en 1899.
Murió afectado por una enfermedad terminal, el 22 de julio de 1907 en la casa que se encuentra actualmente en la calle Vélez Sarfield al 10.
Cada 4 de septiembre desde 1949, se recuerda esta fecha en nuestro país tras casi dos siglos de constante inmigración reuniendo a distintas colectividades llegadas de todo el mundo. Y es eso, precisamente, lo que nos define como argentinos.
Esta efeméride se estableció mediante el Decreto Nº 21.430 del año 1949. Se eligió esa fecha para recordar la llegada de los inmigrantes al país en recuerdo de la disposición dictada por el Primer Triunvirato en 1812, que ofreciera “su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”.
