La contundente victoria del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires tuvo fuerte impacto en los municipios, y de repetirse el resultado de las PASO en octubre, Juntos por el Cambio perdería todas las intendencias del Conurbano que había conquistado en 2015.
Los intendentes de Pilar, Quilmes, Tres de Febrero, Lanús, Morón, Berisso y La Plata, que habían destronado al peronismo en los comicios ejecutivos hace cuatro años, tendrán un escenario complicado. Así, el Gobierno sólo lograría retener San Isidro con Gustavo Posse, aunque también achicó distancias con el peronismo; y Vicente López con Jorge Macri, distrito que era gobernado por el PRO previo a 2015.
El caso más paradigmático se dio en Pilar, donde Nicolás Ducoté se enfrentó mano a mano con el peronista Federico Achával y cayó por 20 puntos. Una derrota aplastante y un panorama que parecería irreversible de cara a octubre. «En 2015 parecía imposible ganarle a un barón del conurbano y lo hicimos», escribió el jefe comunal en su cuenta de Twitter.
En Morón, donde Gobierna Ramiro Tagliaferro, la interna del Frente de Todos obtuvo un 43,84% contra el 36,13%. Pero además, la particularidad en ese municipio es que el exintendente Lucas Ghi, quien competirá en octubre por el kirchnerismo, superó por casi 13.000 votos al actual alcalde. El panorama en esa comuna se da ahora a la inversa: cuatro años atrás Tagliaferro había llegado al Gobierno con 12 puntos de ventaja sobre el peronismo.