Si se comprueba lo que investiga la Justicia, quedaría por fin demostrado cómo era (y es) el circuito de recaudación ilegal de dinero por parte de uno de los gremios más violentos del sur del Conurbano bonaerense, el Sindicato de Químicos, Petroquímicos y Explosivos de Florencio Varela, cuyo tres principales dirigentes quedaron detenidos tras varios allanamientos realizados en la mañana de este miércoles.
Lo que hasta ahora la investigación puso blanco sobre negro es precisamente lo que podría considerarse un aceitado “modus operandi” para reclamar paz a empresarios y trabajadores a cambio de plata y afiliaciones. La tarea, siempre según los datos del expediente judicial, estaba perfectamente delimitada. De las “grandes empresas” se ocupaban Miguel Ángel Souto (39), titular del gremio y ex concejal de Varela por el Frente Renovador de Sergio Massa y Félix Rolón (50) secretario adjunto y con estrechas vinculaciones a la barra brava de Defensa y Justicia. De los “más chicos” estaba encargado Diego Uriel Flores (50) que ocupaba el cargo de secretario en la organización gremial.
Aunque la mayor recaudación se daba en las grandes empresas, los investigadores sostienen que no dejaban nada librado al azar, a tal punto que según las escuchas telefónicas, Flores recolectaba dinero de los “todo suelto”, esos pequeños locales que venden lavandina y a los que les reclamarían un canon con los brazos corpulentos de las barras del club Defensa y Justicia.
LAS ESCUCHAS
“Llámame porque mañana tenés quilombo en la puerta de la empresa, porque mañana ya es la sexta quincena. Yo te aviso”, la advertencia de uno de los gremialistas acusados a un empresario, es una de las escuchas registradas en la causa por la que fueron detenidos los principales dirigentes del Sindicato de Químicos, Petroquímicos y Explosivos de Florencio Varela.
La conversación forma parte de una de las pruebas que recolectó el fiscal Daniel Ichazo, de la UFI 1 de Berazategui, en consonancia con la labor del gabinete de Cibercrimen de la Jefatura de la Policía Distrital que comanda el Comisario Inspector Juan Cardozo.
Miguel Ángel Souto, titular del gremio y ex concejal de Florencio Varela por el Frente Renovador, fue detenido en una causa por asociación ilícita y extorsión a empresas y afiliados del sector.
El fiscal ordenó la detención de Souto junto a su segundo al mando Felix Rolón, secretario adjunto del gremio y Diego Uriel Flores, secretario de la entidad.
GARRA DE HALCONES
Según consta en la actuación policial, la investigación comenzó hace unos ocho meses luego de que los tres imputados visitaban diferentes empresas, entre ellas la fábrica Petrona, ubicada en El Pato, con el fin de obtener un beneficio económico mediante aprietes y bloqueos a los establecimientos.
En las amenazas se utilizaban agresiones físicas y armas de fuego. De las escuchas telefónicas se desprende que el gremio químico pedía $25 mil pesos por semana para llevar gente a distintos tipo de protestas y actos. El reclutamiento se producía en la barrabrava del club Defensa y Justicia.
La extorsión no solo afectaba a empresarios, sino también a los trabajadores que no se afiliaban al gremio. La presión hacia los empleados se debe a una dura puja por encuadramiento sindical, que en ocasiones finalizaba con hechos de violencia.
«Esto viene ocurriendo hace muchos años. Ya venían siendo denunciados por compañeros y compañeras, que eran atacados. Apretaban a algunas empresas para levantar los piquetes que hacían en las plantas. Lo único que hacían es perjudicar compañeros», afirmó Rúben Salas, titular de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas de la República Argentina (Festiqypra).
En los allanamientos se secuestró una pistola calibre 9 milímetros marca Taurus 917, teléfonos celulares, notebooks, tablets, anotaciones y cuadernos. Todos estos elementos fueron incautados durante los allanamientos de esta mañana. Interviene el Juzgado de Garantías N°7 de Berazategui.
Un concejal polémico
Souto, fue electo como concejal suplente del Frente Renovador de Florencio Varela en 2013. Su mandato finalizó el año pasado. Por entonces, ya contaba con una condena por abuso de arma por un ataque ocurrido en la Ruta 2, a la altura Bosques, en el que interceptó con su vehículo a un activista opositor, a quien le disparó.
Ingresó al Concejo Deliberante en la nómina que supo encabezar Dardo Ottonello.Durante su gestión como concejal había recibido varias denuncias por los aprietes a empresarios que fueron publicadas por Infosur. Aunque en principio Daniel Zisuela, otro gremialista pero de los gastronómicos, argumentó que estaban dirigidos por él desde lo político, finalmente terminó admitiendo que eran inmanejables.
La otra pata gremial
Los sindicalistas detenidos son parte de la Federación Argentina de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas (Fatiqyp), de Fabián Hermoso. Esta entidad es rival de la Festiqypra, encabezada por Rubén Salas, que se fundó en 2007 tras romper con la Fatiqyp.
Fabián Hermoso es uno de los sindicalistas que integran «Las 62 Organizaciones Peronistas», el sello político-sindical aliado a Cambiemos que hasta su muerte fue conducido por el extinto líder de la UATRE, Gerónimo «Momo» Venegas.
Desde diciembre de 2015, la Fatiqyp de Hermoso fue ampliando su base de representación sindical, en elecciones con denunciadas cruzadas por fraude e irregularidades. En ese proceso de expansión, Soutto se quedó con la seccional de Florencio Varela, que estaba bajo la órbita de Salas y que también fue impugnada por vía administrativa.
«Todos estos muchachos son unos malandras, siempre hicieron malandraje. Se sintieron intocables», definió Salas.