Defensa y Justicia, en su debut absoluto en competencias internacionales, cumplió una impecable tarea y empató sin goles con San Pablo, en el partido de ida de la primera fase de la Copa Sudamericana de fútbol. Aunque el equipo de Varela fue el que mereció más, ante un conjunto brasileño que terminó cuidando el empate y con un hombre menos.
Para Defensa, que llevó una enorme caravana desde Varela a Lanús, donde hizo de local en su primera competencia oficial internacional, la fiesta no fue completa: el empate 0-0 dejó al equipo argentino con gusto a poco y ahora deberá jugarse su futuro en la Copa Sudamericana el 11 de mayo en Brasil.
El partido se llevó adelante en el estadio de Lanús (fue local Defensa y Justicia con un gran acompañamiento de su gente) y contó con el arbitraje del venezolano Jesús Valenzuela, que a los 29 minutos del complemento expulsó al defensor argentino del San Pablo Julio Buffarini.
Defensa salió a la cancha sin complejos y, a pesar de su supuesta inferioridad -una teoría sostenida sobre todo en historia o antecedentes-, no sólo le impidió al rival el desarrollo de su juego sino que, por varios pasajes, fue mejor.
Con el anticipo en el mediocampo y la presión en la salida como mejores armas, el equipo de Florencio Varela se fue haciendo fuerte en un partido dinámico y entretenido, teniendo la pelota, aunque padeció el mal que también lo aqueja en el torneo local: la falta de profundidad y contundencia.
Tuvo, así, una sola jugada clara, a los 36m, con un cabezazo de Stefanelli que el zaguero Breno alcanzó a despejar con el pecho.
San Pablo reaccionó con contragolpes, tibios en su mayoría, y estuvo cerca del gol a los 24m, cuando Pratto extendió hacia la derecha para una entrada de Wellington Nem a la que Arias respondió con velocidad y eficacia.
El dominio de los de Santiago Beccacece se hizo más profundo en el segundo tiempo, y el ingreso de Andrés Ríos y Fernando Elizari le dio mayor claridad en la gestación de las jugadas. De a poco Defensa fue arrinconando a San Pablo contra su área hasta sacarle, inclusive, la herramienta del contragolpe.
Pero le siguió sucediendo lo mismo: su poco gol. A lo que le sumó el error del método elegido para terminar las jugadas: los centros, siempre bien resueltos por la defensa paulista. La expulsión de Buffarini, a los 29m, acentuó la actitud de uno y otro pero también encaminó el encuentro hacia el empate en blanco.
La revancha se desarrollará el jueves 11 de mayo en San Pablo.
FOTOS: SERGIO PABLOS
