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El Bicho Canasto: lo que no se vio en la sesión preparatoria del HCD de Florencio Varela

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El Bicho Canasto es como los varelenses llamamos al monumento a la bandera de Florencio Varela, el primero del país. Desde ese lugar simbólico, miramos la política local sin protocolo ni comunicados oficiales. Lo que pasa en los pasillos, los gestos que importan y las escenas que no salen en las fotos.

Mientras el protocolo marcaba el ritmo oficial, en el recinto «Islas Malvinas Argentinas» se cocinaban escenas que merecen ser contadas. Calor, emociones contenidas (o no tanto), licencias express y olvidos protocolares: el detrás de escena de la jornada legislativa varelense.

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1. El termómetro no perdona

Hacía calor. Mucho. El tipo de calor que te hace dudar si el aire acondicionado del HCD existe o es un mito urbano varelense. Entre trajes, camisas almidonadas y el peso institucional del momento, más de uno debe haber fantaseado con la pileta mientras levantaba la mano para jurar.

Pero bueno, la política bonaerense se hace así: transpirada, literal y metafóricamente.

2. Rearte y la emoción que no disimuló

En medio del calor y la solemnidad protocolar, hubo uno que no pudo (o no quiso) contener la emoción: Gustavo Rearte. Mientras la mayoría pasaba por el juramento con la expresión de quien está cumpliendo un trámite administrativo, Rearte se emocionó. De verdad.

Quizás sea porque es su reelección en la presidencia del HCD, quizás porque sabe el peso político que carga, o quizás simplemente porque todavía le importa. En una época donde la política parece cada vez más cínica, ver a alguien emocionarse por jurar como concejal tiene algo de refrescante.

3. La licencia más rápida del sur

Noelia Piñeiro protagonizó una secuencia digna de videotutorial sobre «cómo cumplir con la institucionalidad en tiempo récord». Fue la única que prometió en lugar de jurar (cada uno con sus creencias), asistió a la ceremonia, bajó a su banca, se sentó… y pidió licencia para seguir en el Departamento Ejecutivo.

«Una gestión corta», bromeaba ella misma en los pasillos.

La escena tiene su lógica política: Piñeiro mantiene su lugar en la estructura ejecutiva de Watson, pero formalmente está en el Concejo. Gabriel Navarrete asume en su lugar y todos contentos. Eficiencia varelense en estado puro.

4. El regreso del «Loco» Romero: segundas oportunidades y manchas difíciles

Jorge «El Loco» Romero volvió al recinto. El otrora hombre fuerte de La Cámpora en Varela, que ya fue concejal y llegó a ser senador provincial, regresa a la banca de la que partió años atrás. Un movimiento circular que en política suele tener lecturas múltiples.

Romero perdió brillo —y posiciones— después de protagonizar un escándalo machirulo que lo dejó fuera de juego durante un tiempo. Ahora vuelve, en un contexto político distinto, con una estructura territorial que lo sigue bancando pero con una imagen que todavía arrastra esas manchas.

¿Segunda oportunidad? ¿Reinserción política? ¿Necesidad de cuadros en territorio? Probablemente un poco de todo. Lo cierto es que «El Loco» está de vuelta, y habrá que ver si su gestión en el HCD sirve para limpiar esa imagen o si simplemente es un lugar donde acomodarse mientras pasa el tiempo.

La política varelense, como se sabe, tiene memoria selectiva.

5. Bondarenko y el olvido protocolar

Al diputado Bondarenko, de La Libertad Avanza, que también fue concejal en Varela, casi lo dejan afuera de las visitas protocolares. Hasta que alguien lo vio y le dieron su lugar. Un «detalle» que en política nunca es casual.

¿Desprolijidad? ¿Mensaje? ¿Simple despiste? Cada uno que saque sus conclusiones.

Lo que sí llamó la atención —nuevamente— es que Bondarenko no saludó a nadie de la prensa local. Otra vez. Parece que el diputado libertario tiene su propia interpretación de lo que significa vínculo territorial.

En un distrito donde la política se hace cuerpo a cuerpo, donde el aguante se mide en las calles y no solo en las redes, ese gesto (o esa ausencia de gesto) no pasa desapercibido. Pero bueno, quizás sea parte del «no somos políticos tradicionales» que pregona el espacio libertario.

O quizás simplemente no le caemos bien. También es una posibilidad.

El after: política de pasillo y café

Terminada la sesión preparatoria, empezó lo más importante: el café, los corrillos, los saludos que sí importan. Ministros provinciales mezclándose con concejales, intendente recorriendo el recinto, dirigentes midiendo fuerzas para lo que viene.

Porque al final, la sesión preparatoria es apenas eso: preparatoria. El partido de verdad empieza ahora, con ordenanzas, presupuesto, conflictos territoriales y esa gimnasia cotidiana de hacer política en el conurbano profundo.

El HCD de Florencio Varela quedó formalmente constituido. Con sus nombres propios, sus historias cruzadas, sus regresos inesperados y sus olvidos calculados.

Mientras tanto, afuera seguía haciendo calor.

Florencio Varela: juró el nuevo Concejo Deliberante y Gustavo Rearte fue ratificado como presidente por unanimidad

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FLORENCIO VARELA – El reloj marcaba poco más de las 9 de la mañana cuando las puertas del Honorable Concejo Deliberante se abrieron para dar inicio a una jornada que definiría el mapa político legislativo de Florencio Varela para los próximos años. En el recinto «Islas Malvinas Argentinas», bajo la atenta mirada de ministros provinciales y dirigentes del peronismo bonaerense, los concejales levantaron la mano derecha para jurar en sus cargos.

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La composición del nuevo cuerpo legislativo refleja la correlación de fuerzas que dejaron las urnas: nueve bancas para el bloque PJ/Fuerza Patria y tres para La Libertad Avanza, configurando un escenario donde el oficialismo mantiene amplia mayoría pero deberá convivir con una oposición que por primera vez incluye fuerte presencia libertaria en el municipio del sur del Conurbano.

El acto: entre la institucionalidad y el mensaje político

Desde el estrado, el intendente Andrés Watson y el diputado nacional Julio Pereyra observaban el desarrollo de la ceremonia. No era un detalle menor. Por el bloque oficialista prestaron juramento Beatriz Domingorena, Gustavo Rearte, Nidia Perrone, Marcelo Vicente, Amancia Báez, Marcelo Basualdo, Noelia Piñeiro, Jorge Romero y Nélida Acosta. La bancada de La Libertad Avanza quedó integrada por Martín Castello, Carolina Gallo y Emilio Serra.

Un movimiento sobre el cierre de la jornada alteró levemente la composición inicial: Noelia Piñeiro solicitó licencia para continuar desempeñándose en el Departamento Ejecutivo, y en su lugar asumió Gabriel Navarrete, completando así la nómina del bloque que conduce Darío D’Aquino.

Recinto Islas Malvinas Argentinas del HCD de Florencio Varela durante la sesión preparatoria con los concejales electos
El recinto «Islas Malvinas Argentinas» del Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela durante la sesión preparatoria que dio inicio al nuevo período legislativo.

Presencia provincial: el peso de las estructuras

La sesión preparatoria tuvo un condimento especial con la presencia de figuras de primera línea del gobierno bonaerense. Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad, compartió la jornada con Walter Correa, titular de la cartera de Trabajo provincial. También estuvo presente Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita, junto a otros funcionarios provinciales y municipales.

La foto no era casual: Florencio Varela es uno de los municipios del Conurbano Sur donde el peronismo mantiene un arraigo territorial significativo, y la presencia de estas figuras marcaba un respaldo explícito a la gestión local en un contexto político nacional y provincial complejo.

Rearte ratificado: continuidad en la conducción

El tramo final de la sesión deparó una ratificación esperada pero no por eso menos significativa. Por unanimidad, el cuerpo legislativo confirmó a Gustavo Rearte como presidente del HCD, consolidando su liderazgo en la conducción del órgano deliberativo varelense.

La decisión, que incluyó los votos de la oposición, habla de cierto consenso político en torno a la figura de Rearte, quien deberá articular entre una mayoría oficialista sólida y voces opositoras que buscarán hacerse escuchar en cada sesión.

Junto a Rearte, Beatriz Domingorena fue confirmada como vicepresidenta primera y Yanina Lameiro como secretaria del cuerpo, completando la mesa directiva que conducirá los debates legislativos durante este período.

Andrés Larroque, Walter Correa y Emilio Pérsico en la sesión preparatoria del HCD de Florencio Varela
El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, junto a Walter Correa (Trabajo) y Emilio Pérsico del Movimiento Evita, acompañaron la jura de los concejales en Florencio Varela.

Un nuevo ciclo con desafíos a la vista

Con el HCD formalmente constituido, Florencio Varela ingresa en una nueva etapa legislativa que tendrá como telón de fondo los desafíos económicos y sociales que atraviesa el Conurbano bonaerense.

La amplitud de la mayoría oficialista garantiza gobernabilidad legislativa, pero también coloca bajo la lupa cada decisión que tome el cuerpo. La oposición libertaria, por su parte, llega al recinto varelense con el viento a favor de su performance electoral nacional, aunque deberá demostrar capacidad de gestión y propuesta en un territorio donde el peronismo domina hace décadas.

Las próximas sesiones dirán si este HCD será escenario de consensos o confrontaciones, pero lo cierto es que desde hoy Florencio Varela tiene un nuevo cuerpo legislativo dispuesto a escribir su propia historia.

China tiene 30.000 fábricas inteligentes: ¿Y dónde está el empleo?

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Ante el avance de la robotización y la IA, el gobierno chino impulsa el desarrollo de 72 nuevas profesiones, además de más de 15 programas laborales, ferias de empleo y 29 parques de recursos humanos. El techo del desempleo que procuran no cruzar.

Por Fernando Capotondo

La imagen de las fábricas chinas que aún persiste en Occidente es la de un enorme galpón, medio mugriento y con cientos de operarios que trabajan codo a codo en jornadas interminables. Nada más lejos de la realidad de un país que desde su condición de “fábrica del mundo”, hoy cuenta con alrededor de 30.000 plantas inteligentes que combinan los últimos adelantos en Robótica, Big Data, Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial (IA), con el objetivo de optimizar lo que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) gusta calificar como la “segunda modernización de China”.

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En efecto, a diferencia de lo que muchos creen, las fábricas chinas hoy suelen tener el aspecto de virtuales laboratorios, limpios hasta la exageración, con poquísimos ruidos de maquinarias y menos personas aun dando vueltas por ahí. Como muestra, valen los ejemplos de los pocos trabajadores que, a diferencia de otras épocas, hoy circulan en las plantas automotrices de Chongqing, donde se fabricaron 1.659 millones de vehículos en los primeros meses de 2025; o bien, en los talleres inteligentes de calzado de Putian, donde en una hora y pico se fabrican diseños personalizados de zapatos, botas y sandalias, a gusto y capricho del cliente de turno.

China tiene 30.000 fábricas inteligentes
Las fábricas chinas hoy suelen tener el aspecto de virtuales laboratorios, limpios hasta la exageración, con poquísimos ruidos de maquinarias y menos personas aun dando vueltas por ahí.

De más está señalar que nada es producto del azar. China inició este camino hace una década y en 2024 optimizó el desarrollo de las fábricas inteligentes (FI) a partir de una clasificación en cuatro niveles de acuerdo con su tecnología y nivel de integración: según esos parámetros, hoy funcionan más de 22.000 básicas, unas 7.000 avanzadas, 500 de excelencia y solo 15 alcanzan la máxima calificación de pioneras, abarcando en su conjunto más del 80% de los sectores manufactureros.

“La escala industrial de los equipos de fabricación inteligente, software industrial y soluciones sistemáticas de China ya superó los 635.500 millones de dólares”, reveló el viceministro de Industria y Tecnología de la Información, Xin Guobin, en la Conferencia Mundial de Fabricación Inteligente 2025, celebrada en Nanjing.

Según un reciente informe sobre FI, difundido por el oficialista Diario del Pueblo, los ciclos de desarrollo industrial se han acortado casi un 30%, la eficiencia de la producción ha aumentado más del 22%, las tasas de defectos se han reducido a la mitad y las emisiones de carbono han disminuido alrededor del 20%.

Reforma laboral

En este contexto, la principal señal de alerta que plantea el nuevo escenario tecnológico/productivo quizás puede sintetizarse con una frase del escritor e historiador israelí Yuval Noah Harari: “Podríamos llegar a un punto en el que el sistema económico vea a millones de personas como completamente inútiles”.

Para evitarlo, en China ya no hacen las cuentas de cuántos millones de trabajadores se quedaron, o están quedando, afuera del sistema por culpa de las FI. Esa etapa quedó atrás. La respuesta actual es una ofensiva quirúrgica que incluye más formación profesional y un rediseño total del mercado de recursos humanos.

Todo esto ocurre en un contexto que, observado desde el exterior, es por lo menos particular. Desde el comienzo del XIV Plan Quinquenal (2021-2025), el sector de servicios de empleo viene expandiéndose a “tasas chinas” y sirve cada año a un promedio de 300 millones de trabajadores y más de 50 millones de empleadores.

China tiene 30.000 fábricas inteligentes
China tiene más de 220 millones de trabajadores calificados, entre ellos unos 71 millones altamente calificados.

Ocurre que a partir de la reciente creación – a nivel nacional – de 36 enormes ferias de empleo estatales y 29 Parques Industriales de Servicios de Recursos Humanos (PISRH), el gobierno decidió reenfocar sus esfuerzos a las FI, a la economía digital y a los servicios modernos, “con el objetivo de reducir la brecha entre la oferta de talento y las necesidades industriales, encarando la escasez de mano de obra en sectores clave”, según consignó la agencia Xinhua.

En efecto, China tiene más de 220 millones de trabajadores calificados, entre ellos unos 71 millones altamente calificados. Es una reserva de habilidades que el gobierno considera indispensable para sostener una “autosuficiencia y fortaleza de alto nivel” en ciencia, tecnología y modernización industrial. Desde Beijing, insisten que no se trata sólo de adaptarse al futuro de fábricas que “piensan por sí mismas”. La meta es garantizar que esas fábricas – cada vez más inteligentes, cada vez más autónomas – sigan necesitando manos y cerebros humanos que las diseñen, reparen y corrijan.

En función de eso, en apenas cinco años, China reconoció 72 nuevas profesiones, con títulos y doctorados que hace una década no existían ni en la imaginación de los más delirantes. Es una carrera contra el tiempo para reconvertir el mercado laboral y cuidar una de las obsesiones del gobierno: mantener el desempleo urbano en niveles cercanos al 5,1% que se registró en noviembre.

China tiene 30.000 fábricas inteligentes
China reconoció 72 nuevas profesiones, con títulos y doctorados que hace una década no existían ni en la imaginación de los más delirantes.

Para contribuir al logro de esta meta, en los últimos cinco años se destinaron más de 66.000 millones de dólares en subsidios de empleo y más U$S 18.000 millones en reembolsos laborales. No fue un gesto social, sino una suerte de seguro de estabilidad. Un amortiguador político para evitar que la transformación tecnológica arrase con todo, como amenaza ocurrir en otros países.

La segunda modernización china ya no depende sólo de la capacidad de producir. Responde a la capacidad de formar, reinventarse y retener talento, sobre todo con los más jóvenes. Mientras buena parte del mundo se pregunta qué hacer con las personas que las máquinas empiezan a reemplazar, China parece haber tomado una decisión más simple: reiniciar todos sus motores al mismo tiempo con nuevas profesiones, subsidios millonarios, parques laborales, ferias de talento y un ejército de personas dispuesto a competir en la nueva economía digitalizada.

En un contexto internacional en que las FI están reconfigurando todo el sistema productivo, China parece mostrar un camino alternativo, una inteligencia diferente que procura evitar que el empleo de cientos de millones de personas sea el primer precio a pagar.

Caos en las paradas: paro de colectivos golpea a Varela, Quilmes y Berazategui

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La mañana cayó espesa sobre Florencio Varela, Quilmes y Berazategui. En las esquinas donde siempre se amontonan pasajeros rumbo al trabajo —Novak, Senzabello, el centro, Bosques— el ritual cotidiano se quebró temprano: esta vez no llegó el motor del 500, ni el 507 dobló la esquina; las paradas quedaron llenas de mochilas, miradas perdidas y celulares buscando alternativas. El paro de colectivos anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) finalmente se materializó y dejó a miles de usuarios varados en el AMBA.

El conflicto estalló por el incumplimiento en el pago del 50% restante de los salarios, según informó el gremio. Desde las 00:00 de este viernes, los choferes de más de 30 líneas urbanas y suburbanas se plegaron a la abstención de tareas. Una postal que se repite todos los meses desde principio de año, pero que hoy volvió a golpear en una semana marcada por el ajuste tarifario y la tensión social.

En el plano zonal, el impacto fue inmediato: en Florencio Varela quedaron paralizadas las líneas 500, 501, 502, 504, 506, 507 y 508, afectando los recorridos hacia Bosques, Villa Vatteone, La Sirena, Zeballos y San Rudecindo. En el resto del Área Metropolitana también detuvieron sus unidades las 22, 28, 44, 101, 153, 159, 172, 174, 219, 242, 253, 298, 300, 317, 321, 324, 372, 383, 583, 584, 603, 619 y 624.

“Hoy no sabemos cómo volver”, se lamentaba Zulma, vecina del barrio San Juan, en la parada de la 324. Como ella, cientos caminaron largos tramos para llegar al tren o a otros puntos de conexión. La escena se repitió en Hudson, Berazategui, Quilmes y todo el cordón sur.

La UTA lo anticipó anoche mediante un comunicado firmado por su secretario general, Roberto Carlos Fernández. Allí advirtió que, ante la “falta de verificación del cobro del salario completo”, se activaría la medida en todas las empresas que no cumplieran sus obligaciones. Y remarcaron que “el salario es el sustento de nuestras familias”, reclamando intervención de las autoridades para evitar que el conflicto escale.

Mientras tanto, desde El Nuevo Halcón informaron que sus líneas trabajan con normalidad, dado que los trabajadores cobraron la totalidad del sueldo. El contraste entre empresas añadió confusión entre los pasajeros que aguardaban sin información en las paradas.

El paro también cae en una semana sensible: comenzó a regir la nueva tarifa del transporte, con un boleto mínimo de $593,52 en Ciudad de Buenos Aires, $658 en el Gran Buenos Aires y $494,83 en los servicios de jurisdicción nacional. Tres números distintos para un mismo viaje que, para muchos, hoy ni siquiera pudieron hacer.

La continuidad de la medida dependerá de la regularización de los pagos. Hasta entonces, miles de usuarios del sur del conurbano vuelven a acomodar sus rutinas, resignados a un amanecer más largo, más caro y sin colectivos en las esquinas.

«Nos mataron dos veces»: el drama de Mario González | Edición Impresa Infosur

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EDICIÓN IMPRESA INFOSUR| Viernes 5 de diciembre de 2025

Cuatro años después del asesinato del joven futbolista de 17 años, un expolicía federal le robó los $112 millones de la indemnización a su familia. Mario González, vecino de Florencio Varela, hoy trabaja de remisero para pagar la medicación psiquiátrica de su esposa. La causa está paralizada en la UFI 19 de Quilmes.


LO QUE VAS A ENCONTRAR EN ESTA EDICIÓN

TAPA: El drama de Mario González, padre de Lucas, asesinado por la Policía de la Ciudad en 2021. Primero perdió a su hijo de 17 años, acribillado cuando volvía de una prueba de fútbol. Después, un expolicía que se ganó su confianza le vació las cuentas donde estaban los $112 millones de la indemnización. Hoy sobrevive manejando remís. «Los policías mataron a mi hijo y me dejaron muerto en vida. Después vino este estafador y me destruyó», dice en un desgarrador testimonio a Infosur.

Incluye análisis judicial: El abogado Carlos Diéguez impulsa la causa paralizada y analiza demandar al banco ICBC por los movimientos millonarios sin alertas. «En un día se movieron 80 millones y al otro 11 millones. Nadie preguntó nada».


TAMBIÉN EN ESTA EDICIÓN:

¿Dónde está Lucas Escalante? | A tres años de la desaparición y el asesinato de Lautaro Morello en Bosques, la familia sigue buscando respuestas. Hay 10 policías imputados, entre ellos el ex comisario «Coco» Centurión. El sábado, COFAVI convoca en la Peatonal para recordar a todas las víctimas.

Pereyra deja Diputados y va al Bapro | El presidente del PJ de Florencio Varela culmina su mandato legislativo y asume en el directorio del Banco Provincia tras la ampliación aprobada. Un reacomodo clave en la política bonaerense.

La varelense que doblegó a Brasil | Lou Genoud fue protagonista de la hazaña histórica del handball juvenil argentino: cortó 14 años de dominio brasileño en el torneo Centro-Sur. «Fue la primera vez que lloré tanto en mi vida», confiesa la atleta.

Hockey femenino municipal: ascenso soñado | El equipo de la tira B mujeres alcanzó la categoría F tras una campaña brillante: 32 partidos, 3 empates, 2 derrotas. «Fuimos más que compañeras: nos convertimos en un abrazo y un oído para la otra».

Vuelve la revista «Defensa! Corazón» | Claudio Blanco y Rubén Arias relanzaron la histórica publicación del Halcón, ahora en formato digital y gratuito. La primera edición especial está dedicada al 40 aniversario del ascenso a Primera B.

Mercado Municipal: un año de precios accesibles | El espacio de La Carolina 5 celebró su aniversario con promociones, sorteos y servicios descentralizados gratuitos. Vecinos destacan: «Un beneficio para el lugar, sin tener que trasladarnos».

PJ Berazategui: homenaje a Mussi y respaldo a Balor | Cinco minutos de aplausos en la sede partidaria para recordar al Dr. Juan José Mussi. La dirigencia expresó apoyo unánime al intendente Carlos Balor.


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Infosur – Periodismo del sur bonaerense
Edición N° 4586| Viernes 5 de diciembre de 2025

Robaron las lupas de un cirujano y hay alarma en el Hospital El Cruce de Varela

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Un robo insólito que puede frenar operaciones clave en Varela

El mensaje llegó a la redacción de Infosur como llegan las urgencias verdaderas: sin rodeos y con la angustia de quien sabe que cada minuto cuenta. El cirujano cardiovascular Carlos Cotti, referente del Hospital El Cruce de Florencio Varela y del sistema público de La Plata, quedó sin las lupas microquirúrgicas con las que opera. No es un accesorio más: son su herramienta vital. Y sin ellas —adaptadas, calibradas para su vista, valuadas en 3.500 dólares— y los trasplantes pulmonares programados quedan en suspenso.

El robo ocurrió ayer al mediodía, en la esquina de 13 y 39, en La Plata. Cotti había dejado su auto estacionado unos minutos. Cuando regresó, la puerta estaba forzada y el bolso en el que guardaba el instrumental había desaparecido. Ninguna otra cosa llamó la atención de los ladrones: fueron directo al bolso. Quizás sin saberlo, se llevaron algo más que equipamiento. Se llevaron tiempo, precisión y la continuidad de un servicio crítico.

Cirujano cardiovascular del Hospital El Cruce afectado por el robo de sus lupas microquirúrgicas
El vehículo del cirujano fue violentado en pleno centro de La Plata: del interior sustrajeron el bolso que contenía las lupas microquirúrgicas esenciales para trasplantes pulmonares.

Son mis ojos para operar y son únicas. Están hechas en forma presonalidada”, explicó el médico, con esa mezcla de impotencia y urgencia que solo entiende quien está preparado para entrar a quirófano en cualquier momento. Las lupas, adaptadas especialmente para él, no pueden reemplazarse en una óptica común ni en una guardia. Sin ellas, el tejido pulmonar, las microestructuras vasculares y los injertos que manipula en cada cirugía quedan fuera de foco.

En El Cruce-Néstor Kirchner, donde Cotti está a cargo del área cardiovascular, la noticia cayó como un mazazo. Los trasplantes pulmonares, preparados con semanas de anticipación, quedan condicionado por un robo callejero.

Lo mismo sucede con su actividad en hospitales de La Plata, donde el cirujano interviene en procedimientos de alta complejidad. La pérdida complica agendas, demora intervenciones y suma una capa más de incertidumbre a un sistema sanitario que ya trabaja al límite.

La policía inició la investigación, pero la urgencia va por otro carril. La comunidad médica pide difusión: si alguien encuentra el bolso o intenta vender las lupas, que las devuelvan. No sirven para nadie más. No tienen valor de reventa real. Solo significan algo en las manos del profesional que las usa para salvar vidas.

Cotti dejó su contacto para facilitar cualquier dato que permita recuperarlas. Porque a veces, una nota periodística puede torcer un destino que parecía cerrado. Y porque detrás de un robo mínimo, en apariencia común, puede estar la diferencia entre un trasplante posible y uno perdido.

Cayó narco en Villa Hudson: allanaron la «boca» y secuestraron 73 dosis de cocaína lista para la venta

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Un operativo policial en Florencio Varela desbarató un punto de venta de drogas en Villa Hudson. Detuvieron a un hombre que tenía 42 dosis de clorhidrato de cocaína (merca) y 31 de sulfato de cocaína (paco), además de balanza digital, envoltorios y celular para coordinar las entregas. Las tareas de inteligencia previas permitieron identificar la vivienda como «boca de expendio». El acusado quedó a disposición de la Justicia en la Comisaría Cuarta.

FLORENCIO VARELA – La vivienda en Villa Hudson empezó a llamar la atención. Era una casa más en el entramado de calles del barrio. Pero para la Policía de Florencio Varela, esa casa era un objetivo. Semanas de trabajo de inteligencia, de seguimientos, de observación del movimiento de personas que entraban y salían a toda hora, permitieron identificarla como lo que era: una «boca de expendio» de drogas. Un kiosco de cocaína y paco que funcionaba a pleno vista de vecinos que sabían y se animaron a denunciar.

El martes pasado, con orden judicial en mano, las fuerzas de seguridad llegaron al domicilio. Rodearon la casa. Derribaron la puerta. Y cuando entraron, encontraron lo que esperaban: un hombre que intentó esconder las drogas, 73 dosis de cocaína lista para la venta, una balanza digital para fraccionar, recortes de envoltorios para armar las «bolsitas», y un celular que seguramente tiene registradas todas las transacciones del negocio.

Fue un allanamiento exitoso. De esos que quitan de la calle un punto de venta de drogas, aunque todos saben que en pocos días puede aparecer otro en la misma cuadra o en la de al lado. Porque el narcomenudeo en el conurbano bonaerense es como la hidra mitológica: cortás una cabeza y aparecen dos más.

Pero por ahora, en Villa Hudson, una «boca» menos está operando. Y un narco está detenido. Y 73 dosis de veneno no llegaron a los pibes del barrio.

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El trabajo de inteligencia previo: meses de seguimiento

Lo que el público ve es el allanamiento. La patada en la puerta, las esposas, el detenido, las fotos de la droga secuestrada. Pero lo que no se ve es todo el trabajo previo. Los meses de inteligencia policial que permiten identificar una «boca», confirmar que está activa, juntar evidencia suficiente para que un juez firme la orden de allanamiento.

«Las tareas de indagación realizadas por las fuerzas de seguridad permitieron vincular una vivienda ubicada en Villa Hudson con la comercialización de estupefacientes», informó el parte policial. Esa frase burocrática esconde semanas de trabajo: observación del domicilio, seguimiento de personas que entraban y salían, consultas con vecinos, análisis de movimientos sospechosos.

Una «boca de expendio» tiene patrones reconocibles. Movimiento constante de gente a toda hora, especialmente de noche. Personas que entran, están dos minutos, y salen. Motos que llegan, tocan bocina, alguien sale, hacen un intercambio rápido, y se van. Códigos, señas, una dinámica que los policías entrenados saben identificar.

«Trabajamos durante bastante tiempo en este caso», confirmó una fuente policial a Infosur. «No fue un operativo improvisado. Teníamos información, hicimos seguimiento, confirmamos que había venta de drogas. Y cuando tuvimos todo, pedimos la orden de allanamiento».

El allanamiento: 73 dosis listas para la calle

Con la orden judicial firmada, el operativo se ejecutó el martes pasado. Los efectivos llegaron al domicilio en Villa Hudson, identificaron al ocupante —un hombre cuya identidad no trascendió porque todavía no fue indagado formalmente— y procedieron al registro.

Lo que encontraron confirma que no era un consumidor con un poco de droga para uso personal. Era un vendedor profesional. Tenía:

  • 42 dosis de clorhidrato de cocaína (la «merca», la cocaína en su forma más pura, la que se esnifa)
  • 31 dosis de sulfato de cocaína (el «paco», la pasta base, el veneno más letal que consume la población más vulnerable)
  • Una balanza digital (para pesar y fraccionar la droga)
  • Recortes de envoltorios (los «papelitos» donde se envuelven las dosis)
  • Un teléfono celular (donde seguramente están los contactos de clientes y proveedores)

Setenta y tres dosis. Setenta y tres «tiros» que iban a venderse en las próximas horas o días. Setenta y tres veces que alguien iba a drogarse con esa mierda. Setenta y tres transacciones que iban a alimentar el sistema del narcotráfico.

«Al avanzar con la orden de registro, los oficiales detuvieron a un individuo en el domicilio», informó el comunicado oficial. El hombre fue esposado, notificado de sus derechos, y trasladado a la Comisaría Cuarta del distrito donde quedó a disposición de la Justicia.

Clorhidrato vs. Sulfato: dos venenos, dos mercados

No es lo mismo vender clorhidrato de cocaína que vender sulfato de cocaína. Son dos drogas distintas, con dos mercados distintos, con dos perfiles de consumidores distintos.

El clorhidrato de cocaína —la «merca», la «falopa», la «blanca»— es la cocaína refinada, en polvo, que se esnifa. Es más cara. La consumen personas de clase media, profesionales, gente que tiene plata. Se vende en «gramos» que pueden costar entre $20.000 y $40.000 según la calidad. Es la droga de los boliches, de las fiestas, de los ejecutivos que se meten una línea en el baño de la oficina.

El sulfato de cocaína —el «paco», la «pasta base», el «crack argentino»— es el desecho del proceso de refinamiento de la cocaína. Es lo que sobra. Lo mezclan con kerosene, con ácido sulfúrico, con cualquier cosa. Lo venden barato: una dosis puede costar $500 o $1.000. Lo consumen los más pobres, los pibes de las villas, los que ya no tienen nada que perder. Es la droga que más mata, la que más destruye, la que convierte a personas en zombies en meses.

Que en este allanamiento se hayan encontrado ambas drogas indica que era una «boca» que abastecía a distintos mercados. Vendía clorhidrato para los que tienen plata. Y vendía paco para los que no tienen nada. Un negocio diversificado. Un emprendimiento del mal que no discrimina: le vende veneno a ricos y a pobres por igual.

Villa Hudson: un barrio con historia de narcotráfico

Villa Hudson, en Florencio Varela, no es ajeno al problema del narcotráfico. Como tantos barrios del conurbano bonaerense, tiene «bocas» que venden, pibes que consumen, familias destruidas por las adicciones.

«Es un problema que está hace años», reconoce un vecino. «Todo el mundo sabe dónde se vende. Pero nadie dice nada. Porque si denunciás, te pueden buscar. Y la Policía viene, allana, detiene a uno, pero a la semana ya hay otro vendiendo en la misma casa o en la de al lado».

Es la lógica perversa del narcomenudeo en los barrios populares. Las «bocas» son parte del paisaje. Funcionan a plena luz del día. Todo el mundo sabe. Pero denunciar es peligroso. Y aunque la Policía desbarate una, rápidamente aparece otra.

«El problema no es la falta de operativos», analiza un trabajador social que labura en Villa Hudson. «El problema es estructural. Hay pibes que no tienen trabajo, no tienen educación, no tienen futuro. Y el narcotráfico les ofrece plata rápida. Entonces se meten a vender. Y cuando la Policía detiene a uno, hay diez esperando para ocupar su lugar».

La balanza y los envoltorios: las pruebas del delito

Más allá de las dosis de droga —que por sí solas ya constituyen el delito de tenencia con fines de comercialización—, el secuestro de la balanza digital y los recortes de envoltorios es clave para la causa judicial.

La balanza demuestra que el acusado fraccionaba la droga. Es decir, compraba cocaína en cantidad —probablemente en forma de «ladrillos» de 25 o 50 gramos— y después la pesaba y dividía en dosis más pequeñas para venderlas al menudeo. Es el trabajo típico del narco minorista.

Los recortes de envoltorios —generalmente papel film, papel aluminio, o bolsitas de nylon— son las «envolturas» en las que se empaquetan las dosis. Cada «tiro» de merca o de paco viene envuelto en uno de estos papelitos. Tener recortes en cantidad es otra prueba de que la persona no consume, sino que vende.

Y el celular es oro puro para la investigación. En ese teléfono están los contactos: quiénes le compraban, quiénes le proveían, cómo coordinaban las entregas, cuánto cobraba por cada dosis. Los peritos informáticos van a revisar ese celular con lupa. Y van a encontrar la red completa del narco detenido.

«El celular es fundamental», explica un fiscal especializado en narcotráfico. «Ahí está toda la operatoria. Los mensajes con los clientes, las transferencias de dinero, los contactos con los proveedores. A partir de ese celular, podemos armar toda la estructura de la red de venta».

De la Comisaría Cuarta a los tribunales

El sujeto quedó detenido en la Comisaría Cuarta de Florencio Varela, a disposición de la Justicia. En las próximas horas o días, será indagado por un fiscal. Se le imputará el delito de «tenencia de estupefacientes con fines de comercialización», que prevé penas de entre 4 y 15 años de prisión según la cantidad y el tipo de droga.

Si el fiscal considera que hay mérito suficiente, pedirá la prisión preventiva. El juez de Garantías evaluará y decidirá si el acusado sigue detenido durante el proceso o si queda en libertad con alguna medida cautelar (tobillera electrónica, prohibición de acercamiento a ciertos lugares, etc.).

En la mayoría de los casos de narcomenudeo, los acusados quedan detenidos. Porque se considera que si vuelven a la calle, van a seguir vendiendo. Y porque la Justicia quiere dar un mensaje: el narcotráfico no es un delito menor, aunque se trate de venta al menudeo.

«Esperamos que la Justicia lo mantenga detenido», dice el vecino de Villa Hudson consultado por Infosur. «Porque si lo sueltan, en dos días está de nuevo vendiendo. Acá todos sabemos cómo funciona. Los detienen, salen, y vuelven a lo mismo. Necesitamos que haya condenas de verdad, no chicanas judiciales».

El narcotráfico que no para

Este allanamiento en Villa Hudson es uno más en la batalla interminable contra el narcotráfico en el conurbano bonaerense. Cada semana hay operativos, detenciones, secuestros de droga. Y cada semana, nuevas «bocas» abren en otros barrios.

Es un problema que excede a la Policía. Es un problema social, económico, cultural. Mientras haya pibes sin oportunidades, sin educación, sin trabajo, el narcotráfico va a seguir reclutándolos. Mientras haya consumidores dispuestos a pagar por droga, va a haber vendedores dispuestos a venderla.

«Los operativos están bien», opina un referente comunitario de Florencio Varela. «Pero no alcanzan. Necesitamos políticas de prevención. Escuelas que contengan a los pibes. Espacios deportivos y culturales donde puedan estar en vez de en la esquina. Oportunidades laborales para que no tengan que vender droga para comer. Sin eso, vamos a seguir deteniendo narcos eternamente, pero el problema va a seguir igual».

Villa Hudson respira (por ahora)

Con el desbaratamiento de esta «boca», Villa Hudson respira un poco. Los vecinos saben que esa casa, al menos por un tiempo, no va a estar vendiendo droga. Los pibes del barrio van a tener que buscar en otro lado si quieren consumir. Las familias que vivían al lado de esa casa van a poder dormir tranquilas sin el movimiento constante de gente a toda hora.

Pero también saben que es una tregua temporal. Que el narcotráfico no se rinde. Que en algún momento, en alguna otra casa, va a aparecer otra «boca». Porque la demanda sigue. Y donde hay demanda, siempre va a haber alguien dispuesto a ofrecer.

Por ahora, un narco está detenido. Setenta y tres dosis de cocaína no llegaron a la calle. Una balanza digital y envoltorios fueron secuestrados. Un celular con información clave está siendo analizado.

Son pequeñas victorias en una guerra que parece no tener fin. Pero en Florencio Varela, en Villa Hudson, cada pequeña victoria cuenta. Porque cada «boca» que cierra es una menos envenenando al barrio. Y cada narco detenido es uno menos destruyendo vidas.

La Policía hizo su trabajo. Ahora la pelota pasa a la Justicia. Que decida si este tipo vuelve a la calle o si paga por haber vendido veneno a los pibes del barrio.

Mientras tanto, en Villa Hudson, la vida sigue. Con un narco menos. Al menos por hoy.


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El fenómeno de Fortune Tiger en redes sociales y su impacto en el juego online en Brasil

En los últimos meses, el juego Fortune Tiger se ha convertido en un fenómeno viral en redes sociales, especialmente en Brasil, donde ha ganado una base masiva de seguidores. 

Su éxito ha sido tan notorio que incluso casos como el de Argentina, donde allanan a influencer, han puesto el foco en el rol que juegan estas figuras en la promoción de juegos online, donde ha ganado una base masiva de seguidores. 

Parte de su éxito se debe a su dinámica sencilla, diseño llamativo y la emoción constante que genera en los jugadores. Sin embargo, el verdadero impulso de su popularidad provino de la exposición masiva por parte de creadores de contenido en plataformas como TikTok, Instagram y YouTube.

Según datos internos de KTO, una de las plataformas de juego más reconocidas del país, Fortune Tiger se posiciona actualmente como el juego más popular entre los usuarios brasileños. 

Esta preferencia no solo se refleja en el tiempo de juego, sino también en la cantidad de menciones y reproducciones que acumula en redes sociales. Influencers con miles o incluso millones de seguidores han ayudado a posicionar a Fortune Tiger como un verdadero fenómeno del entretenimiento digital.

El papel de los influencers en el crecimiento de Fortune Tiger

La estrategia de marketing de influencers ha sido determinante en la expansión del juego online en Brasil. El artículo publicado por ENV Media analiza cómo los influencers se han convertido en piezas clave para la promoción de plataformas y juegos, y también cómo esto plantea retos regulatorios importantes. 

La cercanía que estas figuras tienen con su audiencia, especialmente joven, ha permitido que títulos como Fortune Tiger se viralicen con rapidez.

No obstante, este tipo de promoción también ha generado controversia. Algunos creadores han cruzado la línea entre publicidad ética y promoción irresponsable de apuestas. Un ejemplo reciente lo vemos en Argentina, donde las autoridades allanan a influencer por fomentar el uso de plataformas no reguladas. 

Este hecho encendió las alarmas sobre el poder de influencia que estos creadores tienen, y sobre la necesidad de que las promociones se alineen con normas legales y éticas.

¿Qué hace a Fortune Tiger tan atractivo?

Este juego de casino lidera en popularidad entre los jugadores, según uno de los principales casinos en línea que operan legalmente en Brasil. Destaca por su estética visual inspirada en la cultura asiática, animaciones envolventes y mecánicas sencillas que permiten obtener premios de forma rápida. Su accesibilidad lo hace ideal tanto para jugadores principiantes como para quienes buscan partidas ágiles en sus dispositivos móviles.

El diseño del juego está pensado para captar la atención desde el primer momento. Combinado con estrategias de difusión enfocadas en el entretenimiento y el dinamismo de las redes sociales, Fortune Tiger se posicionó rápidamente como un favorito entre los más jóvenes. 

Además, su disponibilidad en plataformas reguladas como KTO ha contribuido a que más usuarios accedan a él de forma segura y transparente.

Un fenómeno que plantea desafíos regulatorios

El éxito de Fortune Tiger, alimentado por la exposición digital, ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los marcos regulatorios que rigen la publicidad de juegos de azar.

Aunque en Brasil las plataformas online como KTO operan de manera legal y bajo estrictos protocolos, el crecimiento del sector demanda nuevas normativas que contemplen el rol de los influencers.

Mientras tanto, las empresas líderes como KTO han redoblado esfuerzos para garantizar que su contenido promocional cumpla con buenas prácticas de juego responsable. Iniciativas de autorregulación, alianzas con creadores éticos y la inversión en campañas educativas forman parte de su estrategia para mantener la confianza de los usuarios.

Fortune Tiger es hoy mucho más que un juego popular: es un caso de estudio sobre cómo el entretenimiento digital, el marketing de influencia y el entorno regulatorio interactúan en la era del contenido viral.

Mayra Mendoza deja la intendencia de Quilmes: pidió licencia para asumir como diputada provincial y Eva Mieri será la nueva jefa comunal interina por dos años

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El Concejo Deliberante de Quilmes aprobó este lunes la licencia de la intendenta que la semana próxima asume su banca en la Legislatura bonaerense. Mieri, primera candidata a concejal en 2023, ocupará el Ejecutivo municipal hasta 2027. También designaron a Evelin Giancristoforo como nueva Defensora del Pueblo y aprobaron la construcción de la bajada de autopista en Ezpeleta. Una doble sesión que reconfiguró el mapa político del distrito.

QUILMES – Mayra Mendoza deja la intendencia de Quilmes. No renuncia, pero se va igual. Este lunes, el Concejo Deliberante aprobó la licencia que le permitirá asumir la próxima semana como diputada provincial por la Tercera Sección Electoral. Su lugar al frente del Ejecutivo municipal será ocupado, de manera interina por los próximos dos años, por Eva Mieri, quien fue la primera candidata a concejal en la lista que llevó a Mendoza a su reelección en 2023.

Es un movimiento político que venía anunciándose desde hace semanas pero que recién ahora se concretó formalmente. Mendoza ganó las elecciones como intendenta en 2023, pero también encabezaba la lista de diputados provinciales. Tenía dos cargos. Y eligió uno: la banca legislativa, que le da proyección provincial y la acerca más al círculo de poder de Axel Kicillof y Cristina Kirchner. Pero que también le abre las puertas a lo que podría ser una «pequeña trampita» electoral para competir dentro de dos años nuevamente por la intendencia o al menos poner eso en discusión si no se reforma la ley que impide la reelección por más de dos períodos.

La decisión implica dejar la gestión municipal, pero sin renunciar formalmente. La figura legal es la licencia: Mendoza sigue siendo intendenta, pero no ejerce. Quien gobierna es Mieri, con el título de «intendenta interina». Un arreglo institucional que le permite a Mendoza volver en 2027 si así lo decide, o quedarse definitivamente en la Legislatura si la política la lleva por ese camino. La misma lógica de lo que tanto criticó a los «barones del conurbano».

En los pasillos municipales se espera que Mieri sostenga la línea política y de gestión de Mendoza, previéndose pocos cambios en el gabinete. No será un gobierno propio. Será la continuidad de Mendoza con otra cara al frente.

La sesión doble que lo cambió todo

El Concejo Deliberante de Quilmes llevó a cabo este lunes una doble sesión marcada por definiciones políticas de peso que reconfiguran el escenario institucional del distrito. No fue una sesión más. Fue el cierre de una etapa y el inicio de otra.

Además de aprobar la licencia de Mendoza, el Cuerpo designó a la nueva Defensora del Pueblo: Evelin Giancristoforo, concejal saliente de Unión por la Patria y referente de un sector del peronismo quilmeño.

Como defensores adjuntos fueron aprobados Mariano Camaño (UCR), Juan Bernasconi (Nuevos Aires) e Ignacio Chiodo (PRO). Una composición plural que busca representar a distintos sectores políticos en el organismo de defensa de derechos ciudadanos.

La única ausencia durante la sesión fue la de la edil libertaria Estefanía Albasetti, quien buscó sin éxito ubicar un representante propio en la Defensoría Adjunta. El espacio de Javier Milei quedó afuera de ese reparto de poder institucional.

Las nuevas juezas de Faltas

El Concejo también aprobó la designación de las dos nuevas juezas de Faltas: Melisa de la O y Carla Ocampo, ambas abogadas y funcionarias del Ejecutivo municipal, quienes reemplazarán a los jueces Carlos Fariña y Jorge Briasco, recientemente jubilados.

Los juzgados de Faltas son piezas clave en la administración municipal. Son los que sancionan infracciones de tránsito, comerciales, urbanísticas. Manejan multas, clausuras, habilitaciones. Tienen poder concreto sobre la vida cotidiana de comerciantes, conductores, vecinos.

Que las dos nuevas juezas sean funcionarias del Ejecutivo no es casualidad. Es una forma de asegurar que esos juzgados sigan la línea política del gobierno municipal. No son jueces independientes del Poder Judicial provincial. Son jueces administrativos, nombrados por el Concejo a propuesta del Ejecutivo. Y en este caso, las elegidas vienen del riñón del oficialismo.

La bajada de autopista en Ezpeleta: una obra histórica

En otro tramo de la sesión, el Cuerpo acompañó por unanimidad el convenio para la construcción de la nueva bajada de la Autopista Buenos Aires–La Plata en Ezpeleta, una obra reclamada históricamente por los vecinos de la zona.

Ezpeleta está pegada a la autopista, pero durante décadas tuvo accesos limitados. Los vecinos tienen que desviarse kilómetros para entrar o salir de la autopista. Es un reclamo viejo, de años, que ahora finalmente tendrá respuesta.

La aprobación del convenio por unanimidad —con votos de oficialismo y oposición— marca la importancia de la obra. No es una bandera política. Es una necesidad concreta que todos los bloques reconocieron.

Ahora habrá que ver los tiempos de ejecución, los fondos asignados, si realmente la obra arranca o queda en promesa. Pero al menos institucionalmente, el Concejo le dio luz verde.

La despedida de los concejales salientes

Finalmente, en una sesión especial, el Cuerpo despidió a los concejales que concluyen su mandato el próximo 10 de diciembre. Fueron años de gestión legislativa, de ordenanzas aprobadas, de debates, de representación de distintos sectores políticos del distrito.

Entre los que se van está Evelin Giancristoforo, que ahora asume como Defensora del Pueblo. Es un movimiento lateral dentro del sistema político: deja una banca legislativa para ocupar un cargo de control. No se va de la política. Cambia de función.

Eva Mieri: la intendenta que nadie eligió (pero que gobernará dos años)

Eva Mieri será intendenta de Quilmes durante dos años sin que nadie la haya votado para ese cargo. Fue candidata a concejal. Ganó. Y ahora, por un mecanismo institucional, se convierte en jefa del Ejecutivo municipal.

Es legal. Es legítimo dentro del sistema institucional argentino. Pero también es curioso: los quilmeños votaron a Mendoza como intendenta, y ahora tendrán a Mieri. No es fraude. No es golpe. Es simplemente la lógica de un sistema donde quien gana puede tomar licencia y dejar a un sucesor designado.

¿Quién es Eva Mieri? Una dirigente del riñón del kirchnerismo quilmeño. Cercana a Mendoza. Parte del equipo político que construyó las victorias electorales del espacio en el distrito. Una figura de confianza para el núcleo duro del oficialismo.

En los pasillos municipales se espera que sostenga la línea política y de gestión de Mendoza. Que no haya grandes cambios en el gabinete. Que sea, en los hechos, la continuidad de Mendoza con otro rostro al frente.

«Mieri no va a romper con nada», anticipa un dirigente del peronismo quilmeño. «Va a seguir la línea. Es lo que se espera de ella. Por eso fue elegida».

Mendoza se va (pero no se va)

Mayra Mendoza asume la próxima semana como diputada provincial. Pero no renuncia a la intendencia. Pide licencia. Es una diferencia técnica pero políticamente relevante.

Es una jugada política que le permite dos cosas: primero, mantener el control sobre Quilmes aunque no esté físicamente en el municipio. Segundo, tener la puerta abierta para volver en 2027 si así lo decide.

«Mayra no se va de Quilmes», dice un funcionario cercano. «Se va a la Legislatura, pero sigue siendo la jefa política del distrito. Mieri gobierna, pero Mendoza sigue mandando».

Es la lógica del poder territorial en el conurbano bonaerense: nunca te vas del todo. Siempre mantenés un pie en el municipio, aunque estés en La Plata o en Buenos Aires. Porque el poder real está en el territorio, no en las bancas legislativas.

Quilmes sin Mendoza: ¿cambia algo?

La pregunta que se hacen muchos quilmeños es: ¿cambia algo con la salida de Mendoza? ¿Mieri gobernará distinto? ¿Habrá un nuevo rumbo?

La respuesta, según todas las fuentes consultadas, es no. No hay cambio de rumbo. Hay cambio de cara, pero no de proyecto político. Mieri ejecutará las mismas políticas que venía ejecutando Mendoza. Porque responde a Mendoza. Porque fue elegida por Mendoza. Porque Mendoza, aunque no esté en el despacho, sigue siendo la jefa.

Para los vecinos, en la práctica, poco cambia. Seguirán los mismos funcionarios, las mismas políticas, los mismos problemas y las mismas soluciones. Solo que ahora, cuando vayan al municipio, la intendenta que los reciba será Mieri en lugar de Mendoza.

La Defensoría del Pueblo: Giancristoforo al control

La designación de Evelin Giancristoforo como nueva Defensora del Pueblo es otro movimiento político relevante. La Defensoría es el organismo que recibe denuncias de vecinos contra el municipio, que controla la gestión, que puede iniciar acciones legales si detecta irregularidades.

En teoría, debería ser un organismo independiente del Ejecutivo. En la práctica, en la mayoría de los municipios argentinos, el Defensor del Pueblo responde políticamente al intendente. Porque lo elige el Concejo Deliberante, donde generalmente el oficialismo tiene mayoría.

Giancristoforo es del riñón del peronismo quilmeño. Fue concejal de Unión por la Patria. Es parte del sistema político que gobierna el distrito. Difícilmente vaya a confrontar duramente con Mieri o con Mendoza.

Pero su designación también tiene una lectura interna: es una forma de ubicar a una dirigente con peso propio en un cargo institucional importante. Giancristoforo tiene llegada territorial, tiene estructura política propia. Darle la Defensoría es reconocer ese poder y al mismo tiempo encauzarlo dentro del sistema.

Los defensores adjuntos —Camaño (UCR), Bernasconi (Nuevos Aires) y Chiodo (PRO)— representan a sectores opositores. Es la cuota de pluralidad que el sistema institucional exige. Pero el poder real lo tiene la Defensora titular, que es del oficialismo.

Volvió «Defensa Corazón»: reeditaron en digital la revista histórica del Halcón y la presentaron en el festejo de los campeones del ’85

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Claudio Blanco y Rubén Arias presentaron una edición especial digital de la mítica revista que entre 1999 y 2011 contaba la actualidad del club. La presentaron cuando El Halcón de Florencio Varela celebró cuatro décadas del campeonato de Primera C con un asado multitudinario que juntó a jugadores, dirigentes y hasta el chofer del colectivo que los llevó a festejar. Estuvo Ricardo Villa, campeón del mundo en 1978 que jugó en Defensa. Una tarde de nostalgia, emoción y memoria verdiamarilla.

FLORENCIO VARELA – Había asado en el Club Defensa y Justicia. Mucho asado. Y también había abrazos, carcajadas, lágrimas, anécdotas que se repetían por enésima vez pero que nadie se cansaba de escuchar. Había hombres de 60, 70 años que por unas horas volvieron a tener 25 y a sentir esa alegría desbordante de cuando ganaron el campeonato de Primera C en 1985 y ascendieron a Primera B. Cuarenta años después, el Halcón los reunió a todos para decirles gracias, para recordar, para que las nuevas generaciones sepan que antes de las copas internacionales, antes de la Sudamericana, antes de la Recopa, hubo un puñado de tipos que pelearon en la C para que el club subiera.

Y en medio de ese festejo cargado de nostalgia, se presentó la reedición de una joya de la memoria verdiamarilla: la revista «Defensa Corazón», aquella publicación mensual que entre 1999 y 2011 contaba la actualidad del club cuando Defensa todavía militaba en el Nacional B y nadie imaginaba lo que vendría después. Claudio Blanco —relator oficial del Halcón desde 1993— y Rubén Arias —historiador del club— presentaron una edición especial digital que puede bajarse gratis desde las redes de «Cadena Verdemarilla», el programa que Claudio conduce en Radio UNAJ, Radio Empresaria y Radio Municipal de Florencio Varela.

Fue una tarde perfecta. De esas que quedan grabadas. Donde el pasado y el presente se dieron la mano. Donde los viejos campeones se reencontraron con la historia que escribieron. Y donde el club les dijo: no nos olvidamos de ustedes.

La revista que vuelve: «Defensa Corazón»

Entre 1999 y 2011, los hinchas de Defensa y Justicia esperaban cada mes la salida de «Defensa Corazón». Era una revista hecha por hinchas, para hinchas. Con notas de actualidad del primer equipo, entrevistas a jugadores, cobertura de inferiores, historias de los socios, estadísticas, fotos. Todo lo que un hincha del Halcón quería leer sobre su club.

Claudio Blanco y Rubén Arias fueron los motores de esa publicación durante más de una década. La hacían con recursos propios, con sponsors que aparecían de vez en cuando, con la colaboración de otros hinchas que escribían, sacaban fotos, distribuían los ejemplares. Era periodismo de trinchera, de pasión, de gente que no cobraba un peso pero que lo hacía igual porque amaba al club.

En 2011, la revista dejó de salir. Los costos de impresión, la crisis económica, las dificultades para conseguir anunciantes, todo conspiró contra la continuidad. «Defensa Corazón» cerró su ciclo impreso. Pero nunca se fue del todo. Quedó en la memoria de los hinchas que coleccionaban los ejemplares, que los releían, que los guardaban como tesoros.

Y ahora vuelve. No en papel, sino en digital. «De ahora en más, saldrá en formato digital (con algunos ejemplares físicos de gentileza) para acontecimientos especiales, como lo fue el 40 Aniversario del Campeonato de Primera C», anunciaron Blanco y Arias durante la presentación en el asado de campeones.

La revista puede leerse y bajarse de manera gratuita desde las redes sociales de «Cadena Verdemarilla» (@cadena.verdeamarilla), el programa radial que Blanco conduce desde este año también en Radio UNAJ, además de Radio Empresaria y Radio Municipal de Florencio Varela. Un espacio donde se habla de Defensa, se analiza la actualidad, se repasa historia, se entrevista a protagonistas. Y donde ahora también habrá una revista digital para los momentos especiales.

«Estamos muy emocionados de poder reeditarla», dijo Blanco. «La revista fue parte importante de la vida del club durante muchos años. Y nos parecía justo que volviera para este aniversario tan especial».

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La tapa de la revista Defensa Corazón que ahora sale en formato digital.

1985: el año que Defensa ascendió a la B

Cuarenta años. Parece ayer y parece un siglo. En 1985, Defensa y Justicia militaba en la Primera C, la cuarta categoría del fútbol argentino. Era un club chico de Florencio Varela, con una hinchada fiel pero reducida, con una cancha modesta, con jugadores que venían de barrios humildes del conurbano y que laburaban de lunes a viernes para poder jugar los sábados.

Ese año, el Halcón salió campeón de la C y ascendió a la B. Fue un logro histórico. El primero de muchos que vendrían después. Pero en ese momento, nadie imaginaba que cuatro décadas más tarde, ese mismo club estaría jugando la Copa Libertadores, ganando la Sudamericana, siendo campeón de la Recopa.

En 1985, el sueño era subir a la B. Y lo lograron. Con sacrificio, con garra, con jugadores que dejaban todo en la cancha porque sabían que era su única oportunidad. Con dirigentes que ponían plata de su bolsillo para que el equipo pudiera viajar. Con hinchas que los seguían a todos lados en colectivos destartalados.

«Fue una época hermosa», recuerda uno de los protagonistas de aquel equipo. «Jugábamos por amor al club. No ganábamos nada, pero éramos felices. Y cuando salimos campeones, fue una alegría que no se puede explicar. Lloramos todos. Jugadores, dirigentes, hinchas. Todos juntos».

El asado de campeones: cuando el club no olvida

El domingo pasado, Defensa y Justicia organizó un gran asado para agasajar a todos los protagonistas de aquel histórico ascenso de 1985. Jugadores que ahora son abuelos. Dirigentes que hace décadas dejaron el club pero que siguen siendo hinchas. Y hasta invitados especiales que engrandecieron la jornada.

Estuvo Ricardo Villa, el ex campeón del mundo en 1978 con la selección argentina y ex jugador del Halcón. Ricky Villa, como lo conoce todo el mundo, jugó en Defensa antes de irse a Europa y brillar en el Tottenham inglés. Su presencia en el asado fue un lujo. Los campeones del ’85 se sacaron fotos con él, le pidieron autógrafos, revivieron anécdotas.

También estuvo Alberto Pena, ex director técnico de la tercera división del club en aquella época, que vino especialmente desde España donde reside hace años. Pena fue quien inició el ciclo que después completó Antonio Zárate, y su aporte fue fundamental para que esos pibes de las inferiores se convirtieran en campeones.

Otro invitado de lujo fue Eduardo Pérez, ex presidente del club y de la línea de colectivos «El Halcón» —la empresa de transporte que le dio nombre al equipo—. Pérez fue una figura clave en la historia institucional de Defensa. Sin su gestión, sin su apoyo económico, el club no hubiera podido sostenerse en aquellos años difíciles.

Los dirigentes que nunca se fueron

Entre los presentes estuvieron varios dirigentes de aquella época que siguieron vinculados al club durante décadas. Alberto Maurizi, entonces tesorero, hoy sigue siendo dirigente activo de Defensa. Cuarenta años después, sigue ahí, bancando al Halcón.

También estuvo Alfredo Scrocchi, ex secretario de actas, hijo del socio fundador homónimo. Sergio Bengoechea, revisor de cuentas. Omar Bódega, ex dirigente. Santiago Genoud, sobrino del ex presidente de la institución, Dr. Luis Esteban Genoud, una de las figuras institucionales más importantes en la historia del club.

Y hasta estuvo Carmelo Trobia, el chofer de «la 148» —uno de los colectivos de la línea El Halcón— que en aquella jornada inolvidable del ascenso trasladó al plantel hasta el diario Crónica, como se estilaba en aquella época cuando los equipos ascendían y los llevaban a festejar a la redacción del mítico diario deportivo.

«Yo manejé ese colectivo con los campeones adentro», recuerda Carmelo emocionado. «Los llevé a Crónica, cantaban, festejaban, estaban locos de alegría. Fue uno de los días más lindos de mi vida. Y ahora, 40 años después, estar acá con ellos, es muy emocionante».

De la C a la Sudamericana: el camino del Halcón

En 1985, Defensa ascendió a la B. En 1991, ascendió a la Primera B Nacional. En 2014, ascendió a Primera División. Y después vino el estallido: campeón de la Sudamericana en 2020, campeón de la Recopa Sudamericana en 2021, participaciones en Libertadores, jugadores que se venden a Europa por millones de dólares.

El club que peleaba en la C en 1985 se convirtió en uno de los más exitosos de Sudamérica en las últimas décadas. Es una transformación que parece de película. Pero no fue magia. Fue trabajo, fue proyecto, fue gente comprometida que construyó ladrillo a ladrillo.

Y todo empezó con esos tipos que el domingo comieron asado en el club. Los campeones del ’85. Los que pusieron la primera piedra. Los que demostraron que Defensa podía ascender, que podía crecer, que podía soñar.

«Nosotros pusimos un granito de arena», dice con humildad uno de ellos. «Después vinieron otros que pusieron granitos más grandes. Pero nosotros estuvimos ahí, en el principio. Y eso nadie nos lo saca».

«Cadena Verdemarilla»: la voz del hincha

La revista «Defensa Corazón» vuelve en digital. Pero el trabajo de Claudio Blanco y Rubén Arias nunca paró. Hoy tienen «Cadena Verdemarilla», el programa radial que se emite en Radio UNAJ, Radio Empresaria y Radio Municipal de Florencio Varela.

Es un espacio donde se habla de Defensa con pasión pero también con rigor periodístico. Donde se analiza el presente del equipo, se entrevista a protagonistas, se repasa la historia. Blanco, además, es el relator oficial del club desde 1993. Su voz es la voz de Defensa. La que narra los goles en la Sudamericana, la que emociona a los hinchas, la que construye épica.

Y ahora, con la vuelta de la revista en formato digital, ese trabajo se completa. Porque habrá un soporte escrito, con fotos, con notas profundas, con material de archivo. Para los momentos especiales. Como este aniversario de los 40 años del ascenso.

Quilmes salió a la plaza a testear VIH y controlar lunares: 101 personas se hicieron el test en el primer día

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La Secretaría de Salud municipal instaló dos postas en la plaza San Martín del centro de Quilmes: una para testeos rápidos de VIH y sífilis por el Día Internacional de la Lucha contra el SIDA, y otra para detección de cáncer de piel. La secretaria Natalia Nápoli destacó que la gente se acerca espontáneamente y que los operativos se replican en centros de salud de distintos barrios durante todo el año. Una política de salud pública descentralizada que sale a buscar a la gente donde está, en vez de esperar que llegue al hospital.

QUILMES – La plaza San Martín del centro de Quilmes, en la intersección de Pasaje Papa Francisco (ex Rivadavia) y Sarmiento, se convirtió esta semana en un espacio de prevención y salud pública. No hubo que sacar turno con meses de anticipación. No hubo que hacer cola desde las 5 de la mañana en la puerta de un hospital. No hubo que perder un día de trabajo para hacerse un control. Bastó con acercarse a la plaza, subirse a una de las dos postas sanitarias que el Municipio instaló, y en minutos tener un testeo de VIH o sífilis, o una evaluación dermatológica de lunares para prevenir cáncer de piel.

Es salud pública descentralizada. Es el Estado yendo a buscar a la gente en lugar de esperar que la gente llegue al hospital cuando ya es tarde. Es prevención en el espacio público, accesible, gratuita, sin burocracia.

«Tenemos una posta de testeos rápidos de VIH y sífilis, ya que en esta semana el 1 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Defensa Contra el VIH/SIDA. Se realizaron el día lunes 101 testeos y hoy martes la gente se sigue acercando», informó Natalia Nápoli, secretaria de Salud de Quilmes, durante un recorrido por el operativo.

Ciento un personas que el lunes se hicieron el test. Ciento una personas que ahora saben si tienen VIH o sífilis. Ciento una personas que, de haber resultado positivas, pueden empezar un tratamiento a tiempo. Ciento una vidas potencialmente salvadas porque el Estado salió a la calle.

Cómo funciona el testeo rápido en la plaza

El procedimiento es simple, rápido y confidencial. «Cada persona tiene su espacio de intimidad, firma su consentimiento, se hace la punción en el dedo y en unos minutos se entrega el resultado», detalló Nápoli. No hay sala de espera llena de gente. No hay que dar explicaciones frente a extraños. No hay estigma. Solo un espacio reservado donde un profesional de la salud hace una pequeña punción en el dedo, toma una gota de sangre, y en minutos tiene el resultado.

Si el test da negativo, la persona recibe información sobre prevención y se va tranquila. Si da positivo, ahí empieza el acompañamiento: «En caso de ser necesario alguna consulta más, se articula con el hospital regional», explicó la secretaria de Salud. Es decir, no te dan el resultado positivo y te mandan a tu casa. Te articulan con el sistema de salud, te derivan a infectología, te explican el tratamiento, te acompañan en el proceso.

Porque tener VIH en 2025 no es una sentencia de muerte. Con tratamiento antirretroviral adecuado, una persona VIH positiva puede llevar una vida normal, prolongada, saludable. Puede tener hijos sin transmitir el virus. Puede trabajar, estudiar, amar, vivir. Pero para eso necesita saber que tiene el virus. Y para saberlo, necesita testearse.

Por eso estos operativos son fundamentales. Porque sacan el testeo del hospital —ese lugar que intimida, que requiere trámites, que genera miedo— y lo llevan a la plaza, donde la gente pasea, toma mate, sale del trabajo. «Estamos contentos porque la gente se acerca espontáneamente», celebró Nápoli.

No es solo por el Día del SIDA: es todo el año

El Día Internacional de la Lucha contra el SIDA se conmemora cada 1º de diciembre desde 1988. Es una fecha que busca generar conciencia, visibilizar la problemática, combatir el estigma, promover la prevención. Y los operativos en la plaza San Martín aprovechan esa fecha para intensificar las acciones.

Pero Nápoli aclaró algo importante: «Esto se replica en algunos centros de salud de los distintos barrios del municipio, principalmente en esta semana para sensibilizar pero se realizan también durante todo el año en diversos puntos».

No es una acción aislada. No es marketing sanitario para sacarse una foto el Día del SIDA y después olvidarse del tema. Es una política sostenida durante todo el año. Testeos en centros de salud barriales, en postas móviles, en distintos puntos del municipio. Para que cualquier vecino de Quilmes, en cualquier momento, pueda acceder a un testeo de VIH.

Porque el VIH no respeta fechas. No se toma vacaciones. No espera a que sea 1º de diciembre para contagiar. Por eso la prevención tiene que ser todo el año, no solo una semana.

La posta de cáncer de piel: el otro enemigo silencioso

La segunda posta instalada en la plaza San Martín se ocupó de otro problema de salud pública que no genera tanto ruido mediático como el VIH pero que mata igual: el cáncer de piel. «También hoy estamos articulando con la gente de La Roche-Posay, que ellos hacen una jornada de prevención del cáncer de piel», explicó Nápoli, refiriéndose a la marca de dermocosmética que colaboró con el operativo.

La detección temprana del cáncer de piel es fundamental. Un lunar que cambia de color, que crece, que tiene bordes irregulares, puede ser una señal de melanoma. Si se detecta a tiempo, el tratamiento es efectivo y la tasa de curación es alta. Si se detecta tarde, puede ser mortal.

«Sabemos lo importantes que son en estos casos los controles, la prevención, la no exposición al sol en los puntos donde es más intenso, con la aplicación de protectores solares sobre todo en el caso de los niños», enfatizó la secretaria de Salud.

Argentina tiene uno de los índices más altos de radiación UV del mundo. El sol del mediodía en verano puede quemar la piel en minutos. Y la acumulación de quemaduras solares durante la infancia aumenta exponencialmente el riesgo de cáncer de piel en la adultez. Por eso la prevención tiene que empezar temprano: protectores solares, gorros, remeras con filtro UV, evitar la exposición entre las 11 y las 16 horas.

Pero además de la prevención, está la detección. Y la posta en la plaza permitió que dermatólogos revisen lunares, evalúen manchas, detecten posibles lesiones precancerosas. Sin turno. Sin espera de meses. Gratis. En la plaza.

Salud pública que sale a la calle

Lo que el Municipio de Quilmes hizo en la plaza San Martín esta semana es lo que debería ser norma en todo el país: salud pública que sale a la calle, que va a buscar a la gente, que se mete en los espacios cotidianos.

Porque el problema del sistema de salud argentino no es solo la falta de recursos, de camas, de insumos. Es también la accesibilidad. Millones de personas no van al hospital porque no tienen tiempo, porque no saben cómo sacar turno, porque tienen miedo, porque sienten vergüenza de ciertos temas.

¿Cuánta gente vive con VIH sin saberlo porque nunca se animó a pedir un test en un hospital? ¿Cuántos lunares cancerígenos no se detectan porque la persona nunca fue a un dermatólogo? ¿Cuántas enfermedades se diagnostican tarde porque el sistema de salud espera que la gente llegue en vez de salir a buscarla?

Los operativos como el de la plaza San Martín rompen esas barreras. El test de VIH deja de ser algo que te da vergüenza pedir en una guardia llena de gente. El control de lunares deja de ser algo para lo que tenés que esperar seis meses de turno. Se vuelve algo simple: pasás por la plaza, te acercás, te hacen el test o el control, y seguís con tu día.

La importancia del Día del SIDA (y de hacerlo todos los días)

Encerrados y amordazados: violento asalto a una familia

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El violento robo ocurrió en la madrugada del domingo en la quinta de la comunidad boliviana ubicada en calles 1648, 1673 y 1631. Los asaltantes «disciplinaron» a toda la familia, los ataron, amordazaron y encerraron antes de llevarse una millonaria suma de dinero, electrodomésticos, celulares y objetos de valor. Es el tercer ataque masivo contra la comunidad boliviana en Florencio Varela en menos de dos meses.

EXCLUSIVO INFOSUR

FLORENCIO VARELA – A la 1 de la madrugada del domingo, cuatro hombres armados irrumpieron en una quinta de la comunidad boliviana ubicada en la intersección de calles 1648, 1673 y 1631 en Florencio Varela. Vinieron a robar. Y lo hicieron con una violencia calculada que dejó a una familia entera atada, amordazada y encerrada mientras se llevaban todo: varios millones de pesos en efectivo —según las primeras estimaciones—, electrodomésticos, celulares y objetos de valor.

El método fue el mismo que se repite en los asaltos a la comunidad boliviana del distrito: irrumpir con armas, someter a las víctimas con golpes y amenazas, atarlas para que no puedan moverse ni pedir ayuda, y vaciar el lugar llevándose especialmente el dinero en efectivo que las familias guardan en sus casas porque desconfían del sistema bancario o porque trabajan en la informalidad.

Esta vez, los delincuentes sabían que en esa quinta había dinero. Mucho dinero. Unos dieciseis millones de pesos, tal vez más. ¿Cómo lo sabían? Es la pregunta que atormenta a las víctimas y que la investigación deberá responder. Porque un robo de esta magnitud no es improvisado. Es planificado. Requiere información. Requiere vigilancia. Requiere certeza de que el botín justifica el riesgo.

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La madrugada del terror en La Capilla

Según la información a la que accedió Infosur de manera exclusiva, el asalto ocurrió alrededor de la 1 de la madrugada del domingo. La familia que vive en La Capilla —cuya identidad se mantiene en reserva por pedido de las víctimas— estaba durmiendo cuando escucharon ruidos. Antes de que pudieran reaccionar, los cuatro hombres armados ya estaban adentro.

Los asaltantes los «disciplinaron». Es el término que usa el informe policial para describir la violencia física ejercida: golpes, empujones, amenazas con armas. El objetivo era claro: someterlos rápido, que no griten, que no se resistan, que entreguen todo sin oponer resistencia.

Después los ataron. Manos y pies, con precintos o sogas. Los amordazaron para que no pudieran gritar. Y los encerraron en una habitación mientras ellos vaciaban el lugar con total tranquilidad, sabiendo que las víctimas no podrían hacer nada.

Se llevaron los 16 millones de pesos que la familia guardaba en la vivienda producto del trabajo madrugador en el mercado. Se llevaron electrodomésticos: televisores, equipos de música, lo que pudieron cargar. Se llevaron los celulares de todos los integrantes de la familia, tanto para evitar que llamaran a la policía como porque los teléfonos tienen valor de reventa en el mercado negro. Se llevaron objetos de valor: joyas, relojes, lo que encontraron.

Y después desaparecieron en la noche. Dejando a una familia atada, amordazada, aterrorizada, preguntándose cómo supieron que ahí había tanto dinero.

¿Cómo supieron que había 16 millones?

Es la pregunta clave. Dieciséis millones de pesos no es una suma que cualquier familia tenga guardada en su casa. Es una cantidad extraordinaria. ¿Por qué estaba ahí? ¿De dónde venía ese dinero?

Fuentes cercanas a la comunidad boliviana explicaron a Infosur que muchas familias de la colectividad ahorran en efectivo porque desconfían del sistema bancario o porque trabajan en actividades informales —verdulería, venta ambulante, construcción— donde el dinero circula en efectivo. Además, es común que varias familias junten dinero para enviar remesas a Bolivia o para financiar proyectos comunitarios.

Es posible que ese dinero fuera ahorros de varias familias, o recaudación de alguna colecta, o fondos para algún proyecto religioso. Pero los delincuentes lo sabían. Sabían que ahí había una suma millonaria. Y fueron directo a buscarla.

«Esto no es casualidad», dice un referente de la comunidad boliviana que pidió no ser identificado. «Estos tipos sabían. Alguien les pasó el dato. Alguien que conoce a la familia, que sabe los movimientos, que vio cuando juntaron la plata. No fue de casualidad que fueron justo ahí y justo ese día».

La hipótesis de la marcación previa, del seguimiento, de la información filtrada, es la que manejan los investigadores. ¿Quién sabía que había ese dinero? ¿Quién tuvo acceso a la casa en los días previos? ¿Hay algún conocido, algún proveedor, algún trabajador que pudo haber pasado el dato a los delincuentes?

El tercer ataque contra la comunidad boliviana

Este no es un hecho aislado. Es el tercer asalto masivo contra familias de la comunidad boliviana en Florencio Varela en menos de dos meses. El patrón se repite: delincuentes armados, violencia extrema, familias atadas y amordazadas, robo de grandes sumas de dinero en efectivo.

La comunidad boliviana se convirtió en blanco predilecto de bandas organizadas que saben que muchas familias guardan dinero en sus casas. Y las atacan sin piedad.

«Estamos siendo perseguidos», denuncia otro miembro de la colectividad. «Ya no sabemos qué hacer. Si guardamos la plata en la casa, nos roban. Si la llevamos al banco, nos siguen y nos roban igual. Estamos viviendo con miedo permanente».

El fenómeno de los ataques sistemáticos contra la comunidad boliviana no es exclusivo de Florencio Varela. Se repite en todo el conurbano bonaerense. Pero en Varela alcanzó niveles alarmantes en las últimas semanas.

Las familias bolivianas trabajan, ahorran, juntan dinero. Y eso las convierte en objetivos. Porque los delincuentes saben que tienen dinero en efectivo. Y saben que muchas veces no denuncian por miedo a represalias o por estar en situación migratoria irregular.

Hasta el cierre de esta edición, no hay detenidos. Los cuatro asaltantes siguen prófugos. Y los 16 millones de pesos, junto con los electrodomésticos, celulares y objetos de valor, siguen sin aparecer.

«Estamos trabajando en todas las líneas de investigación», aseguraron fuentes policiales a Infosur. «Pero necesitamos que la comunidad colabore. Que denuncie. Que aporte datos. Sin eso, es muy difícil avanzar».

El miedo que paraliza a la comunidad

Pero la comunidad boliviana tiene miedo. Miedo a denunciar. Miedo a represalias. Miedo a que los delincuentes vuelvan. Miedo a que la Policía no los proteja. Miedo a quedar más expuestos todavía.

Florencio Varela: territorio sin ley

Este asalto se suma a la ola de violencia que sacude a Florencio Varela en las últimas semanas. Infosur viene documentando en exclusiva una seguidilla de robos brutales que tiene al distrito al borde del colapso:

  • La anciana de 88 años quemada con agua hirviendo en su casa
  • El matrimonio de abuelos atado y golpeado en su vivienda
  • El hombre baleado por motochorros
  • El robo de más de 5 mil dólares y una camioneta
  • Múltiples asaltos a locales comerciales
  • Y ahora este mega robo a la comunidad boliviana

En todos los casos: bandas organizadas, extrema violencia, víctimas golpeadas o amenazadas, robos millonarios. Y en casi ningún caso: detenciones efectivas.

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Violencia en Florencio Varela: robó una bicicleta y le disparó al dueño, detuvieron a tres con cuchillos en fiesta estudiantil y secuestraron una moto denunciada en Berazategui

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Un fin de semana y un lunes movidos para la Policía de Florencio Varela: allanaron una casa en Santa Rosa Rural y recuperaron una bici robada junto a la pistola con la que el ladrón intentó matar al dueño, frenaron a un conductor con una moto robada que circulaba sin patente en Ingeniero Allan, y detuvieron a cinco personas en disturbios durante festejos estudiantiles en la plaza San Juan Bautista, donde secuestraron armas blancas. Tres operativos que muestran la escalada de inseguridad y el trabajo policial intentando contenerla.

FLORENCIO VARELA – La jornada del lunes 1º de diciembre arrancó con novedades policiales que pintaron un mapa de la inseguridad cotidiana en Florencio Varela. Por un lado, un allanamiento exitoso que permitió recuperar una bicicleta robada y detener a un delincuente que había intentado dispararle al dueño cuando éste lo sorprendió robando. Por otro, el secuestro de una moto Honda Wave que circulaba con pedido de captura desde octubre. Y en paralelo, la intervención policial en la plaza San Juan Bautista donde festejos estudiantiles de fin de año terminaron con cinco detenidos y armas blancas secuestradas.

Tres episodios diferentes. Tres barrios distintos. Un mismo denominador común: la violencia que atraviesa la vida cotidiana del distrito.

Pico de Oro: te roban la bici y te disparan cuando reclamás

El hecho ocurrió en la calle Madrid esquina 643 A, en el barrio Pico de Oro —el mismo barrio donde hace días una mujer tuvo que parir en la calle porque la ambulancia nunca llegó, como informó Infosur en exclusiva—. Un vecino denunció que un sujeto le robó la bicicleta. Pero no fue un robo silencioso. Cuando el dueño lo increpó o intentó recuperar su rodado, el ladrón sacó una pistola e intentó dispararle.

El vecino tuvo suerte: el disparo no salió, o el delincuente falló, o la pistola se trabó. Los detalles técnicos del intento de homicidio no trascendieron. Lo que sí quedó claro es que el ladrón no dudó en apretar el gatillo. No era un chorro ocasional que se asusta cuando lo descubren. Era alguien dispuesto a matar por una bicicleta.

Después del ataque, el delincuente escapó con el rodado. El vecino radicó la denuncia en la comisaría. Y ahí empezó el trabajo policial.

La investigación permitió identificar al sospechoso y ubicar su domicilio en Santa Rosa Rural, otro sector del distrito. Las fuerzas de seguridad prepararon un allanamiento. Pidieron la orden judicial correspondiente. Y cayeron a la casa.

El operativo fue exitoso. Encontraron al involucrado en la vivienda. Durante la requisa, los oficiales secuestraron la pistola utilizada en el hecho —la misma con la que había intentado matar al dueño de la bici— y recuperaron el rodado perteneciente a la víctima, que todavía estaba en poder del ladrón.

El individuo fue aprehendido en el marco de una causa por hurto y uso de arma de fuego. Lo trasladaron a la Comisaría Primera del distrito para las actuaciones pertinentes. Quedará a disposición de la Justicia, que determinará si se le dicta prisión preventiva o alguna medida menos restrictiva.

«Es importante que se haya recuperado el arma», destacó un vocero policial. «Porque esa pistola podía terminar usándose en otro robo, en otro intento de homicidio. Cada arma que sacamos de la calle es una vida que potencialmente salvamos».

Ingeniero Allan: circulaba en moto robada sin patente

El segundo operativo ocurrió en Ingeniero Allan, entre Diagonal Los Guaraníes y calle 1149. Efectivos de seguridad realizaban un control vehicular de rutina —de esos que muchos consideran una molestia innecesaria hasta que detienen a un delincuente— cuando frenaron a un hombre que manejaba una Honda Wave sin patente.

La moto ya llamaba la atención por circular sin chapa identificatoria. Pero cuando los policías se acercaron, notaron algo más: el tambor de la llave estaba violentado. Es decir, la moto había sido «puenteada» para encenderla sin la llave original. Un indicio claro de que el rodado era robado.

Los efectivos consultaron el número de cuadro del vehículo en el sistema. Y apareció: la moto tenía pedido activo de secuestro. Había sido denunciada como robada en la Comisaría Primera de Berazategui a principios de octubre. Llevaba casi dos meses circulando ilegalmente por el conurbano sur.

El conductor fue detenido en el acto. No pudo justificar la tenencia del rodado. No tenía documentación que lo vinculara legalmente con la moto. Quedó claro que la estaba usando de manera ilegal, ya sea porque él mismo la robó o porque la compró sabiendo que era robada.

Ante el hecho, el individuo fue trasladado a la dependencia jurisdiccional correspondiente para las actuaciones legales. La moto quedó secuestrada y será restituida a su legítimo dueño, que la denunció robada hace dos meses en Berazategui.

Este tipo de operativos —controles vehiculares que parecen rutinarios pero que detectan motos y autos robados— son fundamentales para combatir el robo de vehículos. Muchas veces, las motos robadas circulan durante meses por el conurbano, usadas por delincuentes para cometer otros ilícitos, hasta que finalmente un control policial las detecta.

Plaza San Juan Bautista: fiesta estudiantil con armas blancas

El tercer episodio fue más complejo y preocupante. En la plaza San Juan Bautista —uno de los espacios públicos más emblemáticos del centro de Florencio Varela— se estaban realizando festejos estudiantiles de fin de año. Chicos y chicas de secundarias del distrito celebrando el final de las clases, como ocurre cada diciembre en toda Argentina.

Pero lo que debería haber sido una jornada festiva se convirtió en un operativo policial. Las fuerzas de seguridad del partido tuvieron que intervenir «por el accionar de personas que afectaron al orden público o incurrieron en delitos tanto en la plaza San Juan Bautista como en los alrededores», según informó el parte oficial.

¿Qué pasó exactamente? Los detalles son parciales, pero lo que trascendió es grave:

Primer detenido: Un hombre robó el calzado a un chico. En medio de una fiesta estudiantil, alguien le sacó las zapatillas a un pibe. Fue detenido por robo.

Segundo detenido: Otro individuo «generaba inconvenientes en el lugar». Cuando los policías le hicieron una requisa, encontraron entre sus pertenencias un arma blanca. No se especificó si era un cuchillo, una navaja o qué tipo de arma, pero llevaba un elemento cortante encima en medio de una fiesta de adolescentes.

Tres detenidos más: Un grupo de tres sujetos «ocasionaba disturbios». Cuando los agentes realizaron la requisa, hallaron cuchillos en una conservadora y una mochila. Tres personas circulando con múltiples armas blancas en una plaza llena de estudiantes. Los tres fueron aprehendidos.

En total: cinco detenidos. Múltiples armas blancas secuestradas. Un robo de zapatillas. Y una fiesta estudiantil que terminó con intervención policial.

¿Qué hacían tipos armados en una fiesta de secundarios?

La pregunta inquieta a padres y docentes: ¿qué hacían personas adultas, ajenas a los festejos estudiantiles, circulando con cuchillos en una plaza llena de adolescentes?

«No eran estudiantes», aclara una fuente policial. «Eran tipos que se metieron en la fiesta, generando quilombo, con armas encima. Claramente fueron con intenciones que no eran festivas».

Hay dos hipótesis que circulan. La primera: delincuentes que aprovecharon la concentración de jóvenes en la plaza para robar. De ahí el episodio de las zapatillas robadas. La segunda: grupos que fueron a buscar pelea, a generar disturbios, a «hacer bardo» como se dice en la jerga juvenil.

Cualquiera de las dos hipótesis es preocupante. Porque en ambos casos, lo que debería ser un espacio seguro para que los chicos festejen el fin de las clases se convierte en un territorio peligroso.

«Los festejos de egresados se están volviendo cada vez más complicados», reconoce un director de una escuela secundaria de Florencio Varela. «Antes los chicos iban a la plaza, festejaban, se mojaban con espuma, tomaban algo y volvían a sus casas. Ahora aparecen tipos de afuera, se generan conflictos, hay alcohol de más, aparecen armas. Los docentes y los padres estamos cada vez más preocupados».

El operativo policial que evitó una tragedia

Hay que reconocerlo: la intervención policial en la plaza San Juan Bautista probablemente evitó una tragedia. Si esos cinco individuos con armas blancas hubieran seguido circulando en medio de la fiesta estudiantil, podría haber terminado en heridos graves o incluso en muertos.

Los festejos de fin de año estudiantiles en espacios públicos son momentos de alta vulnerabilidad. Hay muchos jóvenes juntos, hay alcohol circulando, hay emociones a flor de piel, hay grupos que se cruzan. Y si en ese contexto aparecen tipos armados con intenciones delictivas o violentas, la combinación puede ser explosiva.

«Por suerte los efectivos estuvieron atentos y actuaron rápido», valoró un funcionario municipal. «Detectaron a los tipos que estaban generando problemas, los requisaron, encontraron las armas, los detuvieron. Si no hubiera estado la policía presente, esto podría haber terminado muy mal».

Los cinco detenidos quedaron a disposición de la Justicia. Las armas blancas secuestradas serán peritadas y quedarán como prueba en la causa. Pero más allá del resultado judicial de estos casos particulares, el episodio deja una pregunta flotando: ¿cómo se garantiza la seguridad en festejos estudiantiles masivos en espacios públicos?

Tres episodios, un mismo diagnóstico

Los tres operativos del lunes —el allanamiento en Santa Rosa Rural, el secuestro de la moto en Ingeniero Allan, la intervención en la plaza San Juan Bautista— pintan un mapa de la inseguridad cotidiana en Florencio Varela.

Por un lado, delincuentes violentos dispuestos a matar por una bicicleta. Por otro, motos robadas que circulan durante meses sin ser detectadas. Y en paralelo, tipos armados metidos en fiestas estudiantiles generando violencia.

No son hechos aislados. Son síntomas de un problema estructural: la sensación de que cualquiera puede hacer cualquier cosa porque la probabilidad de ser detenido es baja. Y cuando finalmente hay detenciones —como en estos tres casos— es porque la policía tuvo que salir a buscarlos, a investigar, a hacer operativos. No porque hubiera un sistema preventivo que evitara que estos delitos ocurrieran.

«Estamos siempre corriendo atrás de los hechos», reconoce un oficial de la DDI de Florencio Varela. «Ocurre el robo de la bici, después investigamos y allanamos. Circula la moto robada durante dos meses, después la detectamos en un control. Aparecen tipos armados en la plaza, después intervenimos. Siempre después. Nunca antes».

El trabajo policial que no se ve

Pero también hay que reconocer el trabajo policial efectivo. En los tres casos hubo resultados: un ladrón detenido y una pistola secuestrada, una moto robada recuperada, cinco tipos con armas blancas aprehendidos. No siempre ocurre. Muchas veces los delincuentes quedan impunes, las motos robadas nunca aparecen, las armas siguen circulando.

Los tres operativos del lunes fueron, en ese sentido, exitosos. Hubo investigación, hubo procedimientos correctos, hubo detenciones legales, hubo secuestro de elementos probatorios. Ahora la pelota pasa a la Justicia, que deberá determinar las responsabilidades penales de los detenidos y las penas correspondientes.

Florencio Varela: entre la violencia y la respuesta policial

Florencio Varela vive en tensión permanente. Cada día trae nuevos episodios de inseguridad, nuevos robos, nuevos hechos violentos. Infosur viene documentando esa escalada: ancianos torturados, familias atadas y robadas, mujeres que paren en la calle, comunidades bolivianas asaltadas.

Es la realidad del conurbano bonaerense: una batalla diaria entre delincuentes cada vez más violentos y fuerzas de seguridad desbordadas que hacen lo que pueden.

Por ahora, en Pico de Oro, un vecino recuperó su bicicleta y puede volver a usarla sabiendo que el tipo que le disparó está detenido. En Ingeniero Allan, el dueño de una Honda Wave podrá recuperar su moto dos meses después de que se la robaran. Y en la plaza San Juan Bautista, cientos de estudiantes pudieron seguir festejando el fin de año sin que tipos armados les arruinaran la fiesta.

Son pequeñas victorias. Pero en Florencio Varela, en 2025, cada pequeña victoria cuenta.

El doble crimen contra la familia de Lucas González: primero la Policía le mató al hijo, después un expolicía le robó la indemnización

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Cuatro años después de que una brigada policial asesinara a balazos a Lucas González en Barracas, un expolicía federal que se había acercado a la familia «para protegerlos» les vació las cuentas donde estaban depositados los $112 millones de la indemnización. Mario González, el padre del futbolista de 17 años, es vecino de Florencio Varela y ahora trabaja con su auto haciendo remises para pagar el alquiler y la medicación psiquiátrica de su esposa. «Los policías mataron a mi hijo y me dejaron muerto en vida. Después vino este estafador y me destruyó», dice el hombre que perdió todo.

FLORENCIO VARELA / BUENOS AIRES – Mario González todavía no entiende cómo fue posible. Primero, una brigada de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires asesinó a su hijo Lucas de 17 años, acribillándolo a balazos junto a tres amigos cuando volvían de una prueba de fútbol en Barracas Central. Después, un policía federal que se había acercado a la familia «para protegerlos» les robó los $112 millones de la indemnización que habían cobrado por el juicio civil. Y ahora, cuatro años después de aquella mañana del 17 de noviembre de 2021 cuando su vida se partió en dos, Mario maneja su auto como remisero en Florencio Varela intentando juntar los $300.000 mensuales que necesita para pagar la medicación psiquiátrica de su esposa.

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«El asesinato de Lucas nos mató en vida. Los policías mataron a mi hijo y me dejaron muerto en vida. Después vino este estafador y me destruyó», resume Mario con una voz cansada, rota, que ya no espera nada de la vida más que sobrevivir un día más.

La historia de la familia González es una tragedia en dos actos. El primero: el asesinato de Lucas a manos de una brigada policial que lo confundió con un delincuente porque usaba gorra y venía de un barrio humilde. El segundo: la estafa del policía que se ganó su confianza, les pidió las claves de las cuentas bancarias «por seguridad», y después les vació hasta el último peso mientras ellos todavía estaban procesando el duelo.

Es la historia de cómo el sistema te mata dos veces. Primero con las balas de sus policías. Después con la impunidad de sus estafadores.

17 de noviembre de 2021: la mañana que Lucas fue asesinado

Lucas González tenía 17 años y jugaba en las inferiores de Barracas Central. Ese día había participado de una prueba de jugadores en el predio del club. Le había ido bien. Junto a tres amigos —Julián Salas, Joaquín Zúñiga Gómez y Niven Huanca Garnica— habían sido seleccionados. Iban a jugar juntos. Pararon en un kiosco a comprar un jugo para festejar. Después subieron al Volkswagen Suran para volver a sus casas.

Eran las 9.30 de la mañana. Circulaban por la avenida Iriarte, cerca de Vélez Sársfield, cuando fueron interceptados por un Nissan Tiida sin identificación policial. Adentro, vestidos de civil, tres efectivos de la Policía de la Ciudad: Gabriel Isassi, Gabriel López y Juan José Nieva.

Sin mediar palabra. Sin impartir la voz de alto. Sin identificarse como integrantes de una fuerza de seguridad. Los tres policías abrieron fuego contra el Volkswagen Suran. Dispararon más de veinte balazos. Lucas recibió varios impactos. Murió casi instantáneamente. Sus tres amigos resultaron heridos.

«Todos los días me pregunto por qué lo mataron. Por qué se ensañaron con ellos. Los estigmatizaron porque tenían gorras. Pensaron que salieron de la villa y les dispararon», dice Mario González, todavía buscando una respuesta que nunca va a encontrar porque la respuesta es simple y brutal: los mataron por pobres, por jóvenes, por usar gorra, por venir de Florencio Varela.

Fue uno de los hechos de brutalidad policial más sangrientos de los últimos años. El caso sacudió a la opinión pública. Hubo marchas, reclamos, cobertura mediática masiva. Y finalmente, algo inusual en Argentina: condenas.

Julio de 2023: prisión perpetua para los asesinos

En julio de 2023, el Tribunal Oral Criminal N° 25 condenó a los tres policías —Isassi, López y Nieva— a prisión perpetua por el asesinato de Lucas. La calificación legal fue contundente: «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, con alevosía, por odio racial, con el concurso premeditado de dos o más personas y abusando de su función siendo integrante de las fuerzas de seguridad».

El fiscal Guillermo Pérez de la Fuente los había definido en su alegato como «cazadores que esperan a su presa». Y eso fueron: cazadores. Salieron a matar. Eligieron a sus víctimas por su aspecto. Y dispararon sin piedad.

Además de los tres autores materiales, el Tribunal condenó a otros seis efectivos de la fuerza a penas de entre tres y ocho años de cárcel por encubrimiento y torturas. En total, once policías involucrados en distintos grados de participación. Una trama de complicidades, presiones y coacciones que Mario González tuvo que enfrentar durante todo el proceso judicial.

«Fue muy duro. Muy duro», recuerda. «Recibíamos amenazas. Nos decían que los compañeros de los policías presos nos iban a hacer la vida imposible. Estábamos muy vulnerables».

El policía que se ganó la confianza

En ese contexto de dolor, miedo y vulnerabilidad apareció él. Un expolicía federal, vecino de Florencio Varela, que Mario conocía del colegio. Se acercó a la familia González con un discurso protector: «Yo los voy a cuidar. Los compañeros de los policías de la Ciudad que metieron presos por el homicidio de Lucas les van a hacer la vida imposible. Yo los voy a proteger».

Mario, desesperado, aceptó. El expolicía comenzó a acompañarlos a todos lados, a custodiarlos, a estar presente en cada momento clave del proceso judicial. Se convirtió en una figura dominante en la familia. Y de a poco, fue tomando control.

«Se ganó la confianza», reconoce Mario. «Mi esposa cayó en un pozo depresivo por el homicidio de Lucas. Esa tristeza derivó en una patología psiquiátrica que necesitaba de una medicación muy cara. Yo me tuve que hacer cargo de mis dos hijos menores. Estábamos destruidos. Y este tipo se metió en la familia».

Mientras tanto, el proceso civil por daños y perjuicios contra el Gobierno porteño seguía su curso. Finalmente, se llegó a un acuerdo: $112.000.000 de indemnización por el homicidio de Lucas. El dinero fue depositado en dos cuentas a nombre de los padres.

Y ahí el expolicía hizo su jugada maestra. Les dijo que, por cuestiones de seguridad, para que no manejaran el dinero directamente, era mejor que le pasaran las claves de las cuentas. «Para que nadie los pueda amenazar ni extorsionar», argumentó.

Mario y su esposa, sumidos en el dolor y en la confianza ciega que habían depositado en quien creían su protector, le dieron las claves.

«Las cosas salieron mal hermano. Hice inversiones de alto riesgo»

Durante meses, el expolicía manejó las cuentas. Hacía transferencias, retiros, movimientos. Según él, «inversiones de bajo riesgo» para que el dinero rindiera más. Mario confiaba. No controlaba. Estaba ocupado trabajando para mantener a su familia y cuidando a su esposa enferma.

Hasta que un día, el expolicía lo llamó por teléfono. «Las cosas salieron mal hermano. Hice inversiones de alto riesgo. Te pido perdón».

Mario no entendió. Preguntó qué había pasado. El expolicía balbuceó algo sobre la bolsa, sobre bonos, sobre cosas que Mario no comprendía. Y cortó.

Una hora después, Mario fue al banco. Pidió ver el estado de sus cuentas. Y ahí se dio cuenta: estaban vacías. Ambas. La suya y la de su esposa. Los $112.000.000 habían desaparecido.

«Me quedé helado. No lo podía creer. Después de todo lo que habíamos pasado, después de que mataron a Lucas, después del juicio, de las amenazas, de todo… nos habían robado», recuerda Mario con la voz quebrada.

Inmediatamente radicó la denuncia en la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) N° 19, de Quilmes. El sumario N° 001163-25/00 fue calificado inicialmente como «presunto hurto o robo», una carátula que minimiza la gravedad de lo ocurrido.

Debido a que el acusado todavía no fue llamado a indagatoria, su identidad se mantiene en reserva. Pero Mario lo conoce. Lo ve en el barrio. Sabe dónde vive. Y tiene que tragarse la bronca de cruzárselo sabiendo que le robó el dinero por el que su hijo murió.

La pregunta que nadie responde

«Hay una cosa que no entiendo», dice Mario. «Cómo fue que los responsables del banco en Quilmes permitieron que el estafador hiciera transferencias y retiros de $112.000.000 y no les llamara la atención. ¿Nadie vio que de dos cuentas se estaban vaciando millones de pesos? ¿Nadie preguntó nada?».

Es una pregunta válida. Una pregunta que apunta a las responsabilidades del sistema financiero en casos de estafa. ¿Cómo es posible que se vacíen cuentas con movimientos millonarios sin que ningún protocolo de seguridad se active? ¿Cómo es posible que nadie en el banco detectara la maniobra?

El abogado Carlos Diéguez, que representa a los padres de Lucas, está preparando una presentación judicial más robusta. Ofrecerá testigos y pruebas que avalarían una acusación más grave contra el expolicía estafador. Pero el dinero, por ahora, no aparece.

Florencio Varela: remisero para sobrevivir

Mario González vive en Florencio Varela. Ya no tiene casa propia. Paga alquiler. Su esposa necesita medicación psiquiátrica que cuesta $300.000 por mes. Tiene dos hijos menores que mantener. Y ya no tiene los $112 millones de la indemnización.

«Trabajo con mi auto, llevo gente y hago lo que puedo para subsistir», dice. Es remisero. Se levanta temprano, sale a buscar pasajeros, hace viajes cortos por el distrito. Junta pesos para pagar el alquiler, la comida, las pastillas de su esposa.

Es la vida que le quedó después de que le mataran al hijo y le robaran la indemnización. Una vida de sobrevivencia, de trabajo informal, de llegar a fin de mes como se pueda.

«Los policías mataron a mi hijo y me dejaron muerto en vida. Después vino este estafador y me destruyó», repite Mario. Es su verdad. Su resumen de cuatro años de infierno.

El sistema que mata dos veces

La historia de la familia González expone la brutalidad del sistema en toda su dimensión. Primero, la violencia policial que asesina a un pibe de 17 años por el solo hecho de usar gorra y venir de un barrio humilde. Después, la estafa de un expolicía que se aprovecha de la vulnerabilidad de una familia destrozada para robarles hasta el último peso.

Y en el medio, un Estado ausente. Que no previno el asesinato de Lucas. Que no protegió a la familia después del crimen. Que no controló los movimientos bancarios sospechosos. Que no evitó la estafa. Que ahora avanza lento en la investigación mientras Mario trabaja de remisero para sobrevivir.

«Sin ejercer la violencia extrema de los efectivos de la fuerza de seguridad porteña, otro expolicía acechaba en la sala de audiencias y acechaba su presa», escribió LA NACION en su cobertura del caso. «En este caso, las víctimas no fueron Lucas y sus amigos, sino los padres del futbolista de Barracas que, inmersos en el dolor por el asesinato de su hijo estaban en una situación de vulnerabilidad e indefensión que los expuso ante estafadores como el expolicía federal que vació sus cuentas».

Es exactamente eso: cazadores y presas. Primero fueron cazadores con uniforme y armas. Después fueron cazadores con traje y cuentas bancarias. Pero siempre cazadores. Y las víctimas siempre las mismas: los pobres, los vulnerables, los que no tienen quien los defienda.

Florencio Varela en el mapa del dolor

Mario González es vecino de Florencio Varela. Lucas creció en Florencio Varela. La familia vivía en Florencio Varela cuando los policías lo mataron. Y ahora Mario sigue en Florencio Varela, trabajando de remisero, intentando juntar lo que el expolicía estafador le robó.

Florencio Varela, una vez más, aparece en el mapa nacional como escenario del dolor. Como territorio donde las tragedias se acumulan. Como lugar donde las familias humildes tienen que enfrentar la violencia del Estado, la estafa de los oportunistas, la indiferencia del sistema.

«Conocía al expolicía del colegio. Era vecino en Florencio Varela», dice Mario. Ese detalle —»era vecino»— resume todo. El depredador siempre está cerca. Conoce a sus víctimas. Sabe cuándo están vulnerables. Y ataca.

El juicio que viene

El abogado Carlos Diéguez promete reforzar la acusación contra el expolicía estafador. La calificación inicial de «presunto hurto o robo» es insuficiente. Debería ser estafa agravada, abuso de confianza, tal vez asociación ilícita si se demuestra que hubo complicidad bancaria.

Pero los tiempos judiciales son lentos. Y mientras tanto, Mario sigue trabajando de remisero. Su esposa sigue necesitando medicación. Sus hijos menores siguen creciendo sin su hermano mayor. Y el dinero de la indemnización sigue sin aparecer.

«Tengo que pagar alquiler y la medicación para el tratamiento de mi esposa cuesta $300.000 por mes», insiste Mario. Es su realidad. Su presente. Su futuro previsible.

Lucas González fue asesinado hace cuatro años. Tenía 17 años, jugaba al fútbol, soñaba con llegar a Primera. Los policías lo confundieron con un delincuente y le dispararon más de veinte balazos. Después, un expolicía se ganó la confianza de su familia y les robó la indemnización.

Dos crímenes. Una sola víctima: la familia González, vecinos de Florencio Varela que siguen pagando el precio de vivir en un país donde el sistema te mata dos veces.

Geespace acelera su expansión global con la entrada de GEESATCOM a nuevos mercados

La empresa aeroespacial china Geespace continúa expandiéndose globalmente con un nuevo acuerdo de cooperación firmado el 26 de noviembre con System & Services Limited (SSL), un destacado proveedor de comunicaciones satelitales en Bangladés. La alianza respaldará el acceso a políticas, la colaboración técnica y el despliegue comercial de GEESATCOM, una constelación loT en órbita terrestre baja (LEO), marcando otro paso clave en la expansión de Geespace.

El acuerdo llega tras un año de gran impulso para Geespace, que ya ha formado asociaciones con operadores en Marruecos, Arabia Saudita, Kazajistán, Argentina y otros mercados. Esto refleja una tendencia global más amplia, con empresas aeroespaciales comerciales chinas pasando de avances en I+D a la implementación a escala de constelaciones de comunicación LEO.

GEESATCOM alcanzó un hito importante en septiembre con el lanzamiento de su sexto plano orbital, completando el despliegue de las constelaciones de la Fase 1. Geespace ahora opera 64 satélites en órbita con un 100% de confiabilidad en órbita. La constelación ofrece cobertura global, excluyendo las regiones polares y admite hasta 340 millones de comunicaciones al día para un máximo de 20 millones de usuarios. Proporciona capacidad de mensajes de 1900 bytes para transmisión de texto, voz e imágenes, respaldada por tecnología interna adaptativa anti interferencias que ofrece hasta 50 Db de protección para garantizar una conectividad segura y estable.

A través de una inversión sostenida e innovación escalable, Geespace ha desarrollado capacidades integrales en los segmentos espaciales, terrestres y de aplicaciones, desde el diseño del sistema de constelaciones y el desarrollo de cargas útiles hasta la producción en masa de satélites, el control de telemetría y operaciones, los chipsets de comunicación, los módulos y terminales diversificados. En comparación con las comunicaciones satelitales tradicionales, los servicios loT de GEESATCOM ofrecen costos significativamente más bajos y niveles de servicios flexibles para respaldar una amplia variedad de escenarios industriales.

Los casos de uso comercial están creciendo rápidamente. En China, GEESATCOM ha completado pruebas con éxito del 100% en sectores como la pesca marina, la maquinaria de construcción, la movilidad inteligente, la logística y los robo-taxis. A nivel internacional, Geespace ha asegurado más de 20 alianzas con operadores en mercados emergentes clave. En junio de 2024, GEESATCOM alcanzó una tasa de éxito de comunicación del 99,15% en su primera prueba de despliegue en el extranjero en Omán, con una disponibilidad de red superior al 99,97%.

Desde operaciones industriales remotas hasta el seguimiento de embarcaciones en alta mar, GEESATCOM ofrece una conectividad confiable en regiones desatendidas por las redes terrestres. A medida que las implementaciones globales se aceleran, Geespace apoyando más la tecnología satelital con aplicaciones industriales, respaldando los sectores de movilidad, energía, agricultura, logística y otros con servicios loT LEO rentables y seguros que contribuyen a la transformación digital en economías emergentes de todo el mundo.

Compañía: Geespace

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