A dos años de la desaparición y crimen de Salvador Altamura, su familia aguarda fecha para el juicio

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A dos años de la desaparición del abogado Salvador Altamura, quien fue visto por última vez el 13 de julio del 2020 en Quilmes, su familia aguarda que la justicia fije la fecha para el inicio del juicio a Darío Dening, su amigo y único detenido como acusado de haberlo asesinado para ocultar un robo.

Fuentes judiciales indicaron que el Juzgado de Garantías 1 quilmeño no hizo lugar a las apelaciones realizadas por la defensa de Dening (54) tras el pedido de elevación a juicio por parte de la fiscal de la causa, Ximena Santoro.

La defensa había solicitado, entre otras medidas, la morigeración de la prisión preventiva para cumplir con un arresto domiciliario con un monitoreo a través de una tobillera electrónica,

Dening será juzgado por el delito de «robo calificado por el empleo de llave verdadera en concurso real con homicidio criminis causa» y hasta el momento se encuentra alojado en la Unidad Penitenciaria 1 de Olmos, correspondiente al Servicio Penitenciario Bonaerense.

«Estamos esperando el sorteo del tribunal. El sistema judicial es muy lento, complicado y burocrático. Igualmente la investigación por el paradero de Salvador continúa», expresó a Télam Normal Wambold, madre de Altamura (48).

La mujer sostuvo que el caso de su hijo «no se trata de una desaparición forzada, sino de un delincuente que robó, preparó la situación y lo asesinó», en referencia a Dening.

«(Dening) Quería tomar la personalidad de Salvador, tenía muchos amigos y se movía en círculos de cierto nivel que no podía acceder si no fuera por mi hijo», afirmó.

A su vez, Wambold aseguró que continúa buscando a su hijo mientras aguarda que la justicia de Quilmes disponga la fecha para el debate oral.

«Queremos saber dónde está Salvador, que es nuestro mayor interés. Lo único que me importa es saber qué pasó y dónde está Salvador, se merece la despedida. Su hija quiere a toda costa que su padre aparezca como sea», señaló.

Para la madre de la víctima, Dening «no actuó solo», y señaló que ella cree que el amigo de su hijo piensa que «como máximo lo pueden condenar por robo».

Para ello, Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires ofreció una recompensa de entre 2.500.000 y 5.000.000 de pesos para toda persona que aporte información fehaciente para encontrar el cuerpo de Altamura.

«Llamó muchísima gente y mucha gente declaró, pero no salió nada relevante. La fiscal tiene toda una carpeta enorme de llamados e información pero hasta el momento no hay nada», dijo la mujer.

En tanto, un investigador confirmó a Télam que a finales de abril último se realizó un procedimiento en la casa de Dening en la localidad bonaerense de Bernal donde había un barril cerrado que se creía que en su interior el acusado había escondido el cuerpo de la víctima, pero el procedimiento dio resultado negativo.

La investigación judicial dio por acreditado que Altamura fue visto por última vez el 13 de julio de 2020, aproximadamente a las 17.08, en las inmediaciones o en el galpón situado en la calle Rodríguez Peña 1210 de la localidad de Bernal, partido de Quilmes, junto a al acusado Dening.

En el requerimiento de elevación a juicio que formuló el año pasado -y al que tuvo acceso Télam-, la fiscal Santoro sostuvo que Dening «a fin de preparar su posterior accionar ilícito y con el propósito de lograr su impunidad le dio muerte a Salvador Altamura».

Para la fiscalía, Dening, luego de asesinar a Altamura, a quien conocía de adolescente, tomó la motocicleta de la víctima y se dirigió hacia su departamento ubicado en la calle 25 de Mayo 217, en pleno centro de Quilmes, donde «se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros», propiedad del abogado.

Una de las pruebas que remarcó la fiscalía fue que luego de la desaparición del abogado, Dening adquirió un televisor, dos celulares y se halló un comprobante de pago para un estudio de abogados por la cifra de cinco mil dólares.

Y al momento de ser detenido, mientras intentaba ingresar a la provincia de Entre Ríos, el imputado tenía en su poder la suma de 386.662 pesos y 31.500 dólares, y vestía una campera que era de Altamura.

Además, fue clave el testimonio de familiares y amigos de la víctima, quienes coincidieron que por la contextura física la persona que quedó filmada ingresando al departamento de la víctima la madrugada del 14 de julio de 2020, no era la del abogado.

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