Lo primero que queda claro es que la Municipalidad de Berazategui elige mirar para otro lado cada vez que se trata de los barrios cerrados que se amontonan en su territorio. Lo hace con las calles cerradas por quienes lideran los consorcios, que han alambrado verdaderos caminos rurales como si fueran propio. O con los cercos que no deberían ser de mampostería. O con los animales que forman parte del hábitat de esos humedales y que fueron desalojados por la mano y el capricho del hombre.
Hace varios días que un grupo de carpinchos mira con la cara pegada al alambrado para el interior del más fastuoso y coqueto de los countrys, el Abril. La administración del barrio cerrado desalojó a estos animales con el argumento de que “atacaban a los perros” de los vecinos, algo que parece totalmente ridículo.
Tal como informó este medio, el sábado fue una comitiva de guardaparques junto a la policía que debieron ingresar a través de un camino trasero a través del Parque Pereyra Iraola que linda con el barrio. El domingo, se realizó una pericia ocular junto a la fiscal Silvia Borrone de la UFI N°4 descentralizada de Berazategui.
Todos coinciden en que en las próximas horas se tomaría una medida para preservar a los animales echados.Lo cierto es que el Concejo Deliberante nunca decidió avanzar sobre una ordenanza que le de algún resguardo normativo a estos animales y optó por dormir todas las iniciativas al respecto.
De hecho, desde el sector de Guardaparque sostienen que “Estamos planteando la posibilidad de trabajar una ordenanza en Berazategui sobre el manejo de animales en estos barrios cerrados”. Es hora de hacerse cargo y enmendar el error.
