ESTÁN ACUSADOS DE SECUESTROS, ROBOS A BANCOS Y ASESINATO
Sólo entre noviembre de 2016 y abril pasado, cuando fueron detenidos, entre los secuestros extorsivos y robos se hicieron de un botín de $ 6.908.000, U$S 22.000, y joyas de oro, dicen los voceros judiciales. Se trata de la peligrosa «banda del Fal» o también conocida como la «banda de la maza» o «la banda del Porsche Cayenne y Audi Q5»; supuestos responsables del homicidio del empresario varelenses, Aldo Venturini, acribillado cuando iba a realizar un depósito de la recaudación del fin de semana de su comercio.
En las últimas horas, el fiscal federal de Morón Sebastián Basso y su colega Santiago Marquevich, a cargo de Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), le presentaron al juez federal Néstor Barral el pedido de elevación a juicio de la investigación. Son tres los imputados que están cerca de sentarse en el banquillo de los acusados: Maximiliano Peñaflor, conocido por su alias de «Pachu», Juan Pablo Mendoza y Alan Dzikoski. Un cuarto sospechoso, Gustavo Olivera Acuña, se quitó la vida en la cárcel.
«Pachu» Peñaflor fue acusado de integrar una temible banda de secuestradores que operó en el Gran Buenos Aires entre 2002 y 2005. La Justicia lo condenó a la pena de 30 años de cárcel por el secuestro del joven Cristian Ramaro, hijo de un empresario de Tigre. Pero en abril del año pasado recuperó la libertad.
«La banda, integrada, entre otros, por Peñaflor, Mendoza, Dzikoski y el fallecido Olivera Acuña utilizaban para sus atracos armas de grueso calibre, entre ellos un fusil automático liviano (FAL)», explicaron los fiscales Basso y Marquevich en el requerimiento de elevación.
Pruebas claves
Una de las pruebas que complicaron a Dzikoski y a Mendoza fue la filmación de una cámara de seguridad de un edificio de Paraná al 1100, en Recoleta. Los dos acusados quedaron grabados cuando dejaban estacionada una camioneta marca Audi, modelo Q5. El vehículo le había sido robado a una muna mujer de 78 años que fue secuestrada junto con su nieta de 13. Las víctimas fueron interceptadas por la «banda del FAL» en la colectora de la ruta Panamericana. Si bien hubo llamados extorsivos, el rescate nunca se pagó. La abuela y su nieta fueron liberadas en Villa Adelina, el límite entre San Isidro y Vicente López.
Por el doble secuestro no cobraron rescate, pero se robaron la camioneta Audi, un reloj Eddel de oro, 3000 pesos y una medallita de oro. Las filmaciones dejaron constancia que Mendoza se retiraba del lugar con un chaleco antibalas y Dzikooski con un estuche de guitarra, que según los fiscales, era utilizado para camuflar el fusil utilizado en los secuestros.
Dzikoski fue sindicado como el chofer de la «banda del FAL». Fue apresado el 5 de abril pasado en el aeropuerto internacional de Ezeiza cuando regresaba de unas vacaciones por los Estados Unidos. Según consta en el requerimiento de elevación a juicio, era oriundo del barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, en Ciudadela.
«Pero Dzikoski vivía en Puerto Madero, y llevaba un costoso nivel de vida por el dinero que obtenía de los ilícitos que cometía. Ingresó en la banda criminal por consejo de Mendoza, quien al parecer conocía del barrio de Ciudadela» sostuvo un policía que investigó a la banda y cuyo testimonio está incorporada en el pedido de elevación a juicio.
Ola de secuestros
La banda fue desbaratada por una investigación hecha por personal de la policía bonaerense, con la colaboración de detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) y agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Uno de los primero secuestros que le adjudican a «Pachu» Peñaflor, Mendoza y Dzikooski ocurrió el 30 de noviembre de 2016 a las 14 en la colectora de la Panamericana y Avellaneda, en Ingeniero Maschwitz, en Escobar. La víctima, que se movilizaba en un Porsche Cayenne, fue reducida por delincuentes armados con una pistola nueve milímetros y una ametralladora «simil» M16. El rescate, 3000 pesos y 2000 dólares, fue pagado en cercanías de un shopping de Pilar.
Los delincuentes se quedaron con el Porsche de la víctima y un reloj Rolex. El vehículo de lujo de la víctima fue usado después en otros hechos de secuestro, según pudieron reconstruir los investigadores.
El 17 de enero pasado hubo otro secuestro. La víctima circulaba en un Audi Q5 por la Autopista del Oeste sentido a Luján. Por su liberación exigían 100.000 dólares, pero fue liberada después de que un amigo pagará U$S 10.000.
Ese mismo 17 de enero de 2016, después de cobrar el rescate, los delincuentes se movilizaron en el Porsche Cayenne robado a una de sus víctimas hacia el barrio de Villa Devoto, donde secuestraron a dos hombres que charlaban en la calle. Fueron liberados después de que se pagara un rescate de 10.000 dólares, 20.000 pesos y joyas de oro.
Tres días después hubo otro doble secuestro en Lomas del Mirador, en La Matanza. Se pagó un rescate de 128.000 pesos. Los acusados fueron reconocidos en rueda de presos por las víctimas. Entre secuestro y secuestro, según el requerimiento de elevación a juicio, la «banda del Fal» también protagonizó el robo de 750.000 pesos de la sucursal Tigre del Banco Industrial. El golpe ocurrió a las 16 del 11 de enero pasado.
Asesinato a Venturini
Tres semanas después la organización criminal ejecutó un plan criminal que le costó la vida al empresario Aldo Venturini, dueño de la distribuidora de cigarrillos Casa Dani SRL. La víctima fue interceptada cuando se dirigía en una camioneta Renault Master con tres custodios por las calles de Florencio Varela para depositar la recaudación de su firma: 6.000.000 de pesos.
«Los sujetos mencionados, coactuando al efecto mediante un plan previamente trazado y con el evidente fin de apoderarse de la suma trasladada y asegurar su cometido, efectuaron al menos 180 disparos dirigidos a todos los ocupantes de la camioneta Renault Master, y tres de estos disparos efectuados por unaa pistola calibre 9 mm impactaron en el tórax y cráneo de Venturini», según se desprende del expediente judicial. El empresario murió en el acto.
Los delincuentes se apoderaron de los 6.000.000 de pesos y escaparon en una Ford Ranger que dejaron abandonada en un hotel alojamiento.
