Otra vez, como aquella tarde de febrero del 2003, cuando llegó acompañando a su esposo y entonces candidato a Presidente, Cristina Fernández de Kirchner encontrará en un escenario de Florencio Varela la campana de largada de campaña electoral.
A todas luces no aparece casual. En territorio varelense cosechó la mayor cantidad de votos de respaldo a su candidatura en agosto pasado. En el distrito que gobierna el intendente Julio Pereyra -de licencia-, la lista de UC consiguió el 49% de los votos, el doble de lo que obtuvo Cambiemos. Y eso debe haber pesado considerablemente a la hora de elegir el lugar.
El próximo domingo a las 17 horas, en un predio de Avenida Thevenet y Storni, al lado del polideportivo municipal, la ex presidenta le imprimirá su sello al lanzamiento proselitista.
En su entorno, sostienen que CFK será la única oradora de la tarde, con un mensaje que volverá a pedir a los bonaerenses concentrar el voto en UC como la única boleta que puede «frenar el ajuste» del Gobierno.
Para entender la jugada hay que recordar que Florencio Varela fue el único municipio que visitó Máximo Kirchner durante la campaña de las PASO, para apuntalar la lista de candidatos locales, pero justamente no la que impulsaba Pereyra, que fue la que finalmente triunfó, con el 61,59% de los votos, sino la que lo enfrentaba y que llevaba como cabeza de lista a Héctor Salatino.
El 28 de mayo último fue la primera vez que el hijo de la ex presidenta se dejó ver apuntalando a la lista de Salatino, un referente de Nuevo Encuentro, partido que lidera el moronense Martín Sabbatella.
La segunda fue el 16 de julio, durante el acto de lanzamiento local de la lista, y en esa oportunidad Máximo no llegó sólo sino que estuvo secundado por el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi y los diputados nacionales y referentes de La Cámpora Andrés Larroque y Eduardo de Pedro, entre otros.
«Máximo lo enfrentó de lleno a Pereyra, que siempre fue un intendente propio, leal a Néstor y Cristina. Le pisó el distrito dos veces antes de las PASO para apoyar a un dirigente de Sabbatella. Lo ningunearon mal, pero Pereyra les ganó, y por más de veinte puntos», dijo a Télam uno de los intendentes del espacio, en una suerte de catarsis
Tamaña demostración de fuerza no se daba por las bancas que ponía en juego el Concejo Deliberante, sino porque Pereyra, que es candidato a diputado provincial por la tercera sección electoral, piensa dejar la intendencia en diciembre, tras 25 años ejerciendo el cargo. Con lo cual, las elecciones primarias iban a funcionar como un anticipo de la pelea que se dará en 2019 por la sucesión del intendente.
Hasta entonces, cuando Pereyra asuma en la Legislatura provincial, sería reemplazado por su secretario de Gobierno, Andrés Watson.
La lista de Pereyra lleva como primer candidato a Daniel González, otro hombre de confianza del jefe comunal, quien con los porcentajes del escrutinio en la mano no disimuló su ánimo triunfalista y aseguró: «Dimos un pasito, pensaron que nos iban a ganar, pero no sabían que acá está la verdadera militancia».
En Florencio Varela, el frente Unidad Ciudadana ganó por amplio margen y se impuso con el 44,92% de los votos a la de Cambiemos, que quedó segunda con el 24,5%.
Con el resultado del escrutinio definitivo en la mano, dando cuenta que Cristina se imponía ante Esteban Bullrich por una diferencia mínima de 0,21%, hubo que repensar la campaña y, en ese análisis, reconocer lo que hasta entonces los kirchneristas minimizaban, «la fuerza del aparato», en otras palabras, los votos que tracciona un jefe territorial bien posicionado en su distrito.
Con lo cuál, en los 40 días de campaña por venir, la ex presidenta, que reconoció que «hasta último momento va a intentar la unificación del voto opositor», tendrá además que limar asperezas y cauterizar las heridas que dejaron las PASO para tratar de engrosar el caudal de votos en octubre.
