En plena primavera y con un clima más que agradable muchos comienzan a planificar sus escapadas y próximas vacaciones.
Mientras hay quiénes averiguan alquileres, gastos de transporte y rutas, los aventureros comienzan a planificar con mapas y amigos sus días de mochileros en cualquier lugar del país. Y aunque es obvio que para ellos es fundamental la espontaneidad y la libertad de movimientos también es cierto que estructurar el viaje para saber, por ejemplo, que ropa llevar es fundamental y ahorra dolores de cabeza y malos momentos. Por eso, siempre resulta indispensable tener a manos los consejos para viajar como mochilero.
«La mochila se hace con la cabeza” dicen los entendidos y razón no les falta, lo primero es elegir una cómoda y resistente y luego pensar cuidadosamente en que llevar. ¿Realmente se necesitan 40 pares de calcetines? ¿10 libros? ¿9 potes de crema hidratante? Claro que no, lo óptimo es cargar unas pocas mudas de ropa de buena calidad, dos pantalones largos, dos bermudas, una buena campera de abrigo y sí contar con varias remeras de buena calidad como las NBA camisetas que además de coloridas y cancheras, se lavan fácilmente, se secan casi al instante y ocupan enrolladas muy poco lugar en la mochila. En cuánto a la salud no puede faltar un pequeño botiquín con los remedios más importantes y vacunarse cuando sea necesario.
Otro consejo que dan los entendidos es que conviene informarse sobre el pasado y el presente del lugar donde vas a ir porque eso ayudará a entender muchas de las situaciones que vas a vivir. Las oficinas turísticas son la primera parada obligatoria que hay que hacer porque allí cuentan con la información sobre lugares para acampar, eventos gratuitos y actividades para hacer. Otra recomendación es no perderse los tour gratuitos que hoy en día se realizan en casi cualquier rincón del mundo y que están a cargo de estudiantes de historia o turismo del lugar. Ellos son una perfecta manera de conocer gente y descubrir un lugar de mano de quien lo vive y aunque son ‘free tour’ no está mal dejar una propina.
Una consideración especial merece la comida. Lo mejor es observar a los lugareños para saber dónde y qué comen o a que despensas concurren. Siempre es preferible cocinarse uno mismo pero a veces es bueno probar los sabores locales para eso nada mejor que seguir el viejo refrán que asegura que “dónde comen los camioneros” se come bien y barato.
Por último siempre que sea posible hay que evitar gastar dinero en transporte público: tus pies son gratis y eco-friendly, además, caminando podrás descubrir rincones preciosos que se escapan a las guías de viaje. En cuánto a los trayectos largos siempre la primera opción debe ser el bus o el tren, y cuanto más barato mejor, es una gran forma de involucrarte con la cultura del lugar en el que estás. También hacer dedo pero solo si viajas con acompañantes, solo es poco recomendable. Y por supuesto tener siempre disponible y en condiciones el celular para estar comunicado por lo menos un rato al día y para registrar todos los hermosos momentos que sin duda vivirás.
